Columna: CLAROSCUROS

Por José Luis Ortega Vidal

(1)

Ignacio Ordóñez, intelectual de Coatzacoalcos, presentó su libro “Apuntes de Endenantes”.
La obra ha sido editada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y se dio a conocer en la Casa de Cultura porteña.
No he tenido oportunidad aún de leer el trabajo del Cronista Adjunto de la ciudad; la buscaré y platicaré de ella; ambas cosas serán en medio de un gran agasajo.
Por lo pronto me emociona en grado sumo enterarme de esta noticia.
Ignacio Ordóñez es un hombre que ama profundamente a Coatzacoalcos.
Tengo la certeza de que Ignacio vive con su municipio a flor de piel.
Es un historiador nato y un hombre de letras incesante.
Su figura delgada contrasta con el espíritu poderoso que le puebla.
La suya, es una figura que se suma a una larga lista de intelectuales, promotores culturales y artistas de alto nivel que ha generado Coatzacoalcos; desde el doctor Lemarroy, Cronista Oficial, hasta los jóvenes creadores del proyecto “Chuchumbé” que marcó un parteaguas en la reanimación del Son Jarocho como un elemento de identidad nacional que camina firme y orgulloso por todo el planeta; por citar sólo dos casos de una lista sumamente larga de talentos e inteligencias porteñas.
La emoción me lleva a felicitar a Ignacio por su obra y desde luego que el mejor homenaje será leerlo, lo que haré en breve.
Trabajos como éste enaltecen y nos permiten seguir viendo el lado positivo de las cosas.
La cultura no es el medio, sino el fin de las sociedades plenas.
Enhorabuena. (Redacción de Tribuna del Sur: Foto Tomada de la página Coatza a Diario.Net)

(2)

Tiene 38 años de edad y es nativa de Honduras; decidió ir en busca de su esposo que marchó a Estados Unidos y dejó a dos hijos en casa, acompañados solamente por la esperanza de que papá y mamá volverán con dólares y un futuro mejor…
El paso por México es peligroso y lo corroboró en carne propia. A bordo del tren fue extorsionada.
O pagaba o moría: no pudo cubrir “la cuota” y fue arrojada a las vías de “La Bestia”, a la altura de Medias Aguas, en el sureño municipio de Sayula de Alemán.
Se llama Gloria Amador Galea y la Cruz Roja la recogió casi muerta. Finalmente, en el Hospital Regional Oluta-Acayucan le salvaron la vida pero deben amputarle las piernas.
En unos meses volverá a Honduras sin su esposo, sin dólares y sin el futuro mejor que le prometió a sus hijos.
Esta historia ocurrió el domingo 21 de noviembre. Estos casos, de hecho, son algo cotidiano en el sur de nuestro país y de Veracruz. Los mexicanos vivimos un infierno, es cierto; pero los ilegales Centroamericanos lo viven también nomás que sin piernas, o bien sin brazos y sin esperanzas.
Y buena parte de ese futuro lo pierden a su paso por nuestro país.

(3)

En todos los municipios priístas del sur de Veracruz hay sentimientos encontrados.
Autoridades municipales respiran hondo y recuperan el color.
Llegan recursos y se vislumbra un mejor panorama para el pago de sueldos, aguinaldos y compromisos a proveedores.
Uffff, se va el último año de un trienio muy difícil para las autoridades priístas. El PAN casi les come el mandado y si Yunes hubiese llegado al poder más de alguno estaría tramitando amparos por aquello de las “recanijas” dudas.
Sumado a eso Alcaldes y Alcaldesas han pasado días y noches rodeados de gritos, protestas y recordatorios familiares.
De tal modo que ya no pedían queso, sino salir de la ratonera.
A muchos y muchas sólo les queda una duda: ¿Con 130 municipios en manos de la oposición, cómo le hará el nuevo gobernador para acomodar a tanto político desempleado?
No habrá suficientes Ayuntamientos para acomodar a la clase política priísta y entre los Alcaldes salientes hay quienes “ven la perra echada y todavía la patean”: quieren un huesito a como dé lugar.
Ya veremos quién liga chamba en enero y quiénes terminarán rezándole a San Judas Tadeo.