lunes, 25 de octubre de 2010

Un “jugo milagroso”, lo
último en medicina en Oluta


*** Julio de la Cruz asegura que el “Xangó” da resultados contra el cáncer
*** Es extraído de un fruto de la India; hay testimonios.


Por Angel Gabriel FERNÁNDEZ
(Primera Parte)


VILLA OLUTA.- Primero tiraba cohetes cuando nacía un bebé. Ahora su consultorio se llena porque la medicina alópata la complementa con un novedoso producto de origen natural, exótico, poco conocido, pero dice él mismo que es eficaz hasta para el cáncer.
Cuando habla del producto que recomienda, lo hace con emoción, convencido. Tan convencido está, que hasta dio una conferencia que se exhibe por internet en You Tube y asegura que cuando sus hijas se enferman pocas veces recurre a la medicina de patente: simplemente les da a tomar el “Xangó”, que es el jugo del mangostán. Es un producto que viene en una botella oscura, parecida a la del “Bacardí Añejo” o al refresco del “Titán”, pero no es ni embriagante ni refresco: “es un líquido que hace maravillas”.
Es la peculiar historia y forma de dar tratamiento del médico Julio de la Cruz Espinosa. Una muestra de su peculiaridad, es que la carrera de medicina la estudió dos años en el Colegio Militar y el resto en la Universidad Veracruzana.
Su espacio de consulta es apenas visible en la calle Hidalgo del centro de esta Villa. Sólo se sabe que “algo hay ahí” porque es constante el movimiento de personas, de gente que llega de otros municipios, a veces de lugares lejanos como la comunidad Romero Rubio del municipio de Sayula de Alemán.
Julio de la Cruz dice que es “chogostero”, originario de Jáltipan, pero es en Villa donde ha hecho carrera.
LA CONSULTA…
Al interior de su privado médico estaba la familia completa: 5 personas, entre jóvenes y adultos; entre ellos un anciano muy desmejorado con un cubre bocas. El anciano padece de asma.
Julio de la Cruz da un verdadero discurso a los familiares del enfermo. Le extiende la receta de medicinas de patente pero luego entra a su terreno preferido: recomienda el jugo del mangostán.
El médico saca su computadora y les exhibe las maravillas del producto. Exhibe también una página de internet donde aparece dando una explicación de la eficacia del “Xangó”.
El galeno dice que cuando se empezó a empapar de los beneficios del jugo del mangostán, no dudó en hacerse miembro de la Asociación de Médicos Investigadores del Mangostán. El mangostán es un fruto tropical que nada tiene que ver con el mango; es también conocido como el jobo de la India.
Al anciano que padece asma le receta el producto. La familia tiene fe en el médico y extiende su fe al jugo del mangostán, sólo que la botella con aproximadamente un litro de jugo cuesta 500 pesos.

EL CASO DE DON PABLO…

El médico ni se sorprende cuando se le interroga acerca de la ética de recetar un producto natural casi desconocido en lugar de probadas medicinas de patente. “Yo sí creo en el jugo del mangostán; lo recetan médicos eminentes, ha sido estudiado científicamente y lo he probado hasta con mis hijas…”, dice.
Busca y rebusca en su consultorio y encuentra las radiografías y ultrasonidos de un paciente llamado Pablo. Muestra al reportero una en donde se ve una imagen borrosa, como una “bola”. “Es un tumor canceroso en un pulmón… también tiene uno en la próstata…”.
“En ocho meses que le hemos dado tratamiento adecuado y suministrándole el jugo del mangostán, ha mejorado su calidad de vida. El paciente padece ahora menos dolores que antes, ya es asintomático… aunque eso no quiere decir que ya esté salvado”.

“Esto es un complemento; no a todos los paciente se los receto”, explica el médico.

PERO…

En una receta en la que el médico Julio de la Cruz recomienda el jugo del mangostán, se sincera y hasta imprime un aire místico:
“No puedo prometer que sanará… porque el paciente necesita otros complementos mentales, espirituales y familiares”, dice en una anotación, en la que agrega que el Xangó contiene un “excelente” cancerígeno.
También anota que “a veces son enfermedades que en alopatía son incurables, sin embargo…”, sin embargo, con el milagroso jugo se puede lograr.
Dentro de las particularidades del médico Julio de la Cruz está el hecho de que en su consultorio de la calle principal de Villa Oluta, se respira austeridad… incluso pobreza, porque hay un letrero en el que ofrece en venta un porta bebé de medio uso, una andadera también de medio uso y un clima también de “medio cachete”.
(NOTA. ESTE REPORTAJE FUE HECHO ESTE FIN DE SEMANA CON MOTIVO DEL DÍA DEL MÉDICO, CELEBRADO EL SÁBADO 23 DE OCTUBRE).
(CONTINUARÁ…)

No hay comentarios:

Publicar un comentario