jueves, 7 de octubre de 2010

Columna: CLAROSCUROS


Por José Luis Ortega Vidal

(1)

El drama en Veracruz continúa y no hay una conciencia plena de lo que estamos viviendo.
Lo de Minatitlán es una tragedia de costo humano sin precedentes y con un alcance que no podemos determinar porque se trata de una herida viva, que sangra día con día y no tiene para cuándo parar.
La ciudad minatitleca lleva varias semanas inundada y no hay un dato preciso sobre la fecha que el río volverá a su cauce.
Los vales de diez mil pesos que entregarán autoridades federales a los damnificados equivalen a una moneda de diez centavos para un limosnero hambriento, sediento, enfermo y sin energía para seguir luchando.
Los comercios y hogares dañados suman miles y sus pérdidas representan patrimonios de una vida, de modo tal que se encuentran lejos de ser solucionados con vales.
Es cierto, la ciudad está viva; Minatitlán se defiende día con día, fiel a su personalidad histórica de lugar con gente trabajadora y fuerte ante los embates; pero también está claro que en este momento nos hallamos ante una ciudad herida.
El malecón ha desaparecido bajo el río; las instalaciones de la Refinería han sido afectadas por el agua y PEMEX no da noticias precisas sobre sus afectaciones.
Locales, casas, muebles, mercancía, han sido arrastrados por el agua y la gente sobrevive por el apoyo de las autoridades, por la solidaridad de los vecinos y por el escaso trabajo que alcanzan a realizar en un escenario de desastre.
La zona urbana de Mina está dividida entre la parte alta, alejada del daño directo de la inundación y la parte baja cuya afectación por el agua ha llegado a las inmediaciones de la avenida Justo Sierra, inundando el Centro de Convenciones, un sitio al que jamás había llegado el río Coatzacoalcos.
En su vida cotidiana Minatitlán es un lugar donde las clases sociales no marcan diferencia entre unos y otros.
El gozo, el deporte, la religión, la cultura popular, la vida social en general, hacen del pueblo de Minatitlán uno solo; muy dado a cerrar sus calles cuando alguien muere, sea quien sea y siempre compartiéndolo todo: su fandango, su afición al beisbol, sus fiestas civiles, sin que se interponga entre uno y otro vecino el tema de las diferencias económicas.
No obstante, esa brillantez tan típica de Minatitlán y que tanto gusto despierta en quienes visitamos el lugar eventualmente, en el drama de estos días corre el riesgo de quedar rebasada.
La economía es la economía y el río está afectando como nunca a la gente de siempre: a los más pobres, tanto de la zona urbana como del área rural.
Llevan semanas hundidos y el panorama es tétrico: el río tardará varios días en disminuir su nivel.
Toda la región sur de Veracruz está aislada: la carretera Costera del Golfo que conecta al puerto de Veracruz con Acayucan y desde allí a Minatitlán, Coatzacoalcos y alrededores, se repara y se vuelve a cerrar.
La autopista de Minatitlán a La Tinaja estará cerrada durante semanas.
La carretera Sayula - Tierra Blanca también está dañada y no hay paso por ella.
La última opción es llegar de Minatitlán y Coatzacoalcos hasta Sayula, ir desde allí a Palomares, Oaxaca, muy cerca del acceso al Valle del Uxpanapa y confirmar que la carretera a Playa Vicente esté funcionando.
Se nos informa que este recorrido se está llevando a cabo pero representa unas 16 horas de viaje desde el viejo Puerto México hasta Tuxtepec; nomás para que se dé usted una idea.
De no ser así: la última opción es ir desde Palomares hasta Tehuantepec y desde allí atravesar la sierra de Oaxaca y llegar a Puebla, para retornar después –vía Orizaba- a territorio jarocho.
Llevamos días en medio de este drama comunicativo con todo lo que ello implica: problemas para la entrega de medicamentos y traslados de enfermos; problemas con los alimentos; problemas con el agua potable; encarecimiento de los productos básicos y un golpe a la economía de un amplio sector de la sociedad sureña.
De por sí faltaba empleo, escaseaba el circulante y enfrentábamos un panorama preocupante de inseguridad e ineficacia en las vías de comunicación.
Todo esto continúa y continuará, pero ahora en un grado mayor durante la disminución de la inundación y después de que ésta termine.
El panorama es desolador para todo el Sur, pero en Minatitlán lo es en grado superlativo.
Todos lo estamos padeciendo, pero los minatitlecos han cumplido dos meses con este drama.
Desde luego, un municipio de tanta personalidad e historia como Minatitlán saldrá victorioso de esta prueba.
Al respecto no tengo ninguna duda.
Unicamente he querido compartir una observación objetiva sobre un desastre que se está prolongando mucho más allá de lo que cualquiera hubiera pensado y que –tengo la impresión- no estamos visualizando con todas las consecuencias que vendrán.
Hay que seguir luchando, no hay de otra.
Pero como dice el dicho:
¡Confiemos en Alá, pero amarremos nuestro camello!

(2)

- Radio Hit y Radio Fórmula forman un equipo de gran significado político, económico y periodístico en Coatzacoalcos.
Enhorabuena. Excelente noticia. Felicidades a ambas empresas y quedamos pendientes con algunos comentarios acerca de los talentos que han hecho posible este acuerdo.
- Fidel Herrera y la imagen del gobernador jarocho; la elección del 2011 en el estado de México y la sucesión presidencial en el 2012; sobre esos temas vertió su opinión ayer el doctor Rubén Aguilar Valenzuela durante su conferencia en la Universidad Sotavento.
- Ya hay humo blanco en algunos puestos del Ayuntamiento que presidirá Marcos Theurel Cotero

Sobre esta temática, quedamos pendientes.

A sus órdenes en el correo: distrito_sur@hotmail.com

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