jueves, 7 de octubre de 2010

¡¡¡ARREPIENTETE FIDEL!!!


COLUMNA: Déjame que te cuente…

Por Sergio M. Trejo González

Había permanecido lejos de Veracruz porque al margen todo se inunda, ya ve usted como hasta las musas de mi inspiración perecieron ahogadas con estas implacables lluvias que han venido castigando a Veracruz, le busco y no encuentro…No, no tienen registro de antecedente similar en nuestra historia meteorológica, parecen plaga o castigo salido del éxodo o del apocalipsis si no es que del génesis, en su parte aquella donde La Biblia registra que la maldad de la gente de aquel tiempo creció en proporciones inimaginables, tanto que El Señor estaba muy afligido, por lo que les advirtió que destruiría el mundo con un diluvio. Ya sabemos que le mandó a Noé construir un arca donde se salvaría él, su esposa, sus hijos y sus nueras. Esa realidad que nos narra la Historia del libro de los libros nos hace reflexionar un poco ante tanto fenómeno de descomposición social que parece tener hasta la coronilla al Creador del cielo y de la tierra. Tanta calamidad debe tener su origen en las inmensurables mentiras que permean nuestro estado. Comenzando con las triquiñuelas que se dan en la presidencia, con actas de cabildo de dudosa autenticidad, en cuanto a estados financieros y cuenta pública se refiere; soportadas por algunos ediles y otros por algunos periodistas que a cambio de dádivas se arrastran vergonzosamente. Un día denuncian y madrean muy combativamente y otro día lamen la mano de Regina y del séquito que le sirve de comparsa.
Vivimos tiempos muy difíciles en lo económico y en lo social, lo comprendo. El pecado no es tener hambre o necesidad sino tanta doblez e hipocresía, además de la inseguridad angustiante y tanta cabrona falsedad que escuchamos apenas hace unos meses durante las campañas políticas que en Veracruz no terminan, porque desde que el señor gobernador anduvo haciendo proselitismo nos vimos pintados de rojo en su tono más fiel. Observo en estas tempestades un sinnúmero de paraguas colorados y las paredes carmesí de nuestro palacio completamente humedecidas por los chubascos continuos e ininterrumpidos y me parece que Dios nos mandó este torrencial para que con los desbordamientos e inundaciones justifique Fidel Herrera su perorata cada vez que la Comisión Nacional del Agua anuncia sus periodos de lluvias “que impactan la vertiente oriental del Golfo de México”. Rápido don Fidel, se coloca sus botas rojas, su manga de hule roja, sombrero con forro rojo, gira instrucciones de alerta roja en los medios para declarar: “Estamos preparados y ya se suspenden las clases de todas las escuelas para que todo mundo tome medidas de protección, también tenemos ya instalados albergues granadas para que nacionales y extranjeros, del estado los identifiquen y los vecinos, puedan dormir a gusto en sus colchonetas y cobertores, color escarlata por supuesto, durante la temporada de tormentas y lluvias tropicales que comienza de lunes a viernes, nada más, y se extiende hasta finales de mi ejercicio como gobernador; por cierto, a manera de comercial, debo informar que superamos exitosamente un breve periodo de sequía canicular en agosto y la época de nortes o frentes fríos, que inició en septiembre pero que se prolongará hasta la toma de protesta de Javier Duarte”. Yo escucho por la televisión, en la entrevista exclusiva que nuestro gobernador concede a Patricia Chapoy en Ventaneando y mejor me arrodillo en medio del parque para rogar a Don Fidel Herrera: ¡arrepiéntete! de tanta grilla... Ya párale tantito mi “gober fogoso”, guarda un poquito de tanta cháchara para que disfrutemos de la compasión del Todopoderoso que nos ha abierto la llave sin piedad alguna y la neta que nos trae como al gober electo en la campaña, bastante apendejados. Por mi parte prometo olvidarme de estar chingando con eso de la Unidad Deportiva prometida a los acayuqueños con tal de que ya nos levante el castigo aquel que manda las lluvias y los vientos desde más arriba que todos. . ¡Ya don Fidel! para que el Todopoderoso aplaque su ira en Veracruz, mire que se la ha dejado caer fuerte a los habitantes de la tierra que lo vio nacer con extensión hasta Tlacotalpan, tan bonitos que se veían sus corredores, Minatitlán y Coatzacoalcos, pasando por Hueyapan y extendiéndose a La Antigua y puntos que se han borrado del mapa con tanta precipitación. Sabemos que cada hombre es responsable por su pecado y algún día se enfrentará al juicio del Dios Santo pero hoy el escarmiento divino que nos impone en versión aguada nos tiene jodidos. Tantito sale el sol y se suelta otra vez la chaparrón… entendemos que el patrón anuncio en la Biblia que algún día vendrá otro juicio global pero esta vez por fuego, que no habría ya otro diluvio en la tierra pero no dijo que se abstendría de alguna inundación parcial del globo, eso dice 2 Pedro 3:10, segunda epístola universal, pero no sea que lo hayamos hecho enojar de más y nos esté mandando un ligero aviso con Mateo H20…Confíteor Deo omnipoténti,
beátae Maríae semper Vírgini,
beáto Michaéli Archángelo,
beáto Ioanni Baptístae,
sanctis apóstolis Petro et Paulo,
ómnibus Sanctis, et vobis, fratres;
quia peccávi nimis cogitatione, verbo et ópere;
mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa…”

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