Columna: CLAROSCUROS
José Luis Ortega Vidal
(1)
La ética habita en un rincón muy alejado de la política.
Por definición, los hombres del poder no practican la unión de ambos conceptos.
Y más allá de las implicaciones morales que tiene esta circunstancia, el tema cobra especial importancia por sus consecuencias pragmáticas.
Hacer política sin ética es un deporte demasiado costoso y lo paga toda la sociedad.
Ningún ciudadano se salva del impuesto que implica vivir en una sociedad cuya praxis política es lejana a la ética.
Los Estados que pretenden vivir en la democracia asumen la separación de poderes como requisito para una convivencia social exitosa.
Un país que no le brinde la misma fuerza a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial -en un contexto de independencia entre los tres- vive en una etapa pre-democrática y su panorama político es muy caro y poco eficiente.
La propuesta que hizo el gobernador Fidel Herrera Beltrán para que Edel Alvarez Peña se convirtiese en Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, constituyó un hecho legal pero al mismo tiempo fue pre-democrático y falto de ética.
El gobernador demostró que a un llamado suyo la Legislatura obedece y no actúa con la independencia obligada.
Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia ha asumido la decisión de dos poderes ajenos en un contexto de debilidad política y de falta de personalidad en el ejercicio del poder; en medio, pues, de su dependencia irremediable.
Los protagonistas de esta historia: el nuevo magistrado y los representantes de los tres poderes del Estado en Veracruz, han dado muestra de su ausencia de ética al ser incapaces de reconocer que Alvarez Peña no reúne los requisitos jurídicos, históricos, necesarios para la nueva encomienda.
No es un asunto de capacidad, es un tema de perfiles.
Y el tema atraviesa necesariamente por el rubro de la ética y los costos que implica no acatarla.
Faltos de independencia, nuestros tres poderes se debilitan y el precio lo pagamos todos.
(2)
Claudio Cauich es un muchacho egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Sotavento.
Su mamá se convirtió en regidora del Ayuntamiento que preside Marcelo Montiel Montiel, impulsada por su militancia en el Partido Acción Nacional.
Tras un breve tiempo en el cargo colocó a su hijo Claudio; legalmente, su suplente.
Varios meses después de ser edil, Claudio se convirtió en candidato a diputado local por el distrito de Coatzacoalcos Rural en las elecciones del pasado 4 de julio.
El joven comunicador fracasó en el intento y ayer volvió a la regiduría que su mamá ocupaba –por segunda ocasión- durante su malograda campaña.
De espíritu empresarial, además de político, Cauich ha invertido su dinero en un proyecto de comunicación denominado www.elyupie.com.
Recientemente he recibido mensajes a mi celular a manera de invitación para visitar este sitio de internet.
Por medio de los mensajes telefónicos que patrocina el inquieto joven, me enteré que su negocio transmite un noticiero llamado bitácora del poder (sic), de Mussio Cárdenas.
También recibí la invitación para ¡pasármela bomba! en el programa de una persona a la que identifican como La boya (sic).
A Mussio lo he leído más de una vez porque el oficio de editor al que me dedico implica enterarme –eventualmente- de cosas como ésas que Cárdenas escribe…
…De cualquier modo agradezco la atención que implican los mensajes enviados desde el universo yupie…
José Luis Ortega Vidal
(1)
La ética habita en un rincón muy alejado de la política.
Por definición, los hombres del poder no practican la unión de ambos conceptos.
Y más allá de las implicaciones morales que tiene esta circunstancia, el tema cobra especial importancia por sus consecuencias pragmáticas.
Hacer política sin ética es un deporte demasiado costoso y lo paga toda la sociedad.
Ningún ciudadano se salva del impuesto que implica vivir en una sociedad cuya praxis política es lejana a la ética.
Los Estados que pretenden vivir en la democracia asumen la separación de poderes como requisito para una convivencia social exitosa.
Un país que no le brinde la misma fuerza a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial -en un contexto de independencia entre los tres- vive en una etapa pre-democrática y su panorama político es muy caro y poco eficiente.
La propuesta que hizo el gobernador Fidel Herrera Beltrán para que Edel Alvarez Peña se convirtiese en Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, constituyó un hecho legal pero al mismo tiempo fue pre-democrático y falto de ética.
El gobernador demostró que a un llamado suyo la Legislatura obedece y no actúa con la independencia obligada.
Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia ha asumido la decisión de dos poderes ajenos en un contexto de debilidad política y de falta de personalidad en el ejercicio del poder; en medio, pues, de su dependencia irremediable.
Los protagonistas de esta historia: el nuevo magistrado y los representantes de los tres poderes del Estado en Veracruz, han dado muestra de su ausencia de ética al ser incapaces de reconocer que Alvarez Peña no reúne los requisitos jurídicos, históricos, necesarios para la nueva encomienda.
No es un asunto de capacidad, es un tema de perfiles.
Y el tema atraviesa necesariamente por el rubro de la ética y los costos que implica no acatarla.
Faltos de independencia, nuestros tres poderes se debilitan y el precio lo pagamos todos.
(2)
Claudio Cauich es un muchacho egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Sotavento.
Su mamá se convirtió en regidora del Ayuntamiento que preside Marcelo Montiel Montiel, impulsada por su militancia en el Partido Acción Nacional.
Tras un breve tiempo en el cargo colocó a su hijo Claudio; legalmente, su suplente.
Varios meses después de ser edil, Claudio se convirtió en candidato a diputado local por el distrito de Coatzacoalcos Rural en las elecciones del pasado 4 de julio.
El joven comunicador fracasó en el intento y ayer volvió a la regiduría que su mamá ocupaba –por segunda ocasión- durante su malograda campaña.
De espíritu empresarial, además de político, Cauich ha invertido su dinero en un proyecto de comunicación denominado www.elyupie.com.
Recientemente he recibido mensajes a mi celular a manera de invitación para visitar este sitio de internet.
Por medio de los mensajes telefónicos que patrocina el inquieto joven, me enteré que su negocio transmite un noticiero llamado bitácora del poder (sic), de Mussio Cárdenas.
También recibí la invitación para ¡pasármela bomba! en el programa de una persona a la que identifican como La boya (sic).
A Mussio lo he leído más de una vez porque el oficio de editor al que me dedico implica enterarme –eventualmente- de cosas como ésas que Cárdenas escribe…
…De cualquier modo agradezco la atención que implican los mensajes enviados desde el universo yupie…
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