Columna: Los Políticos

La tesis del Pendejo

Por Salvador Muñoz

La tesis de la magistrado Yolanda Cecilia Castañeda, de que cualquier pendejo o pendeja puede ser magistrado, preocupa…
Digo, que “preocupa”, porque puede que esa tesis se extienda a ámbitos superiores o inferiores del ser Magistrado.
Es decir, pendejos vamos a encontrar en todos lados…
Por ejemplo, y quizá lo haya usted oído en casa cuando un miembro de la familia llega del trabajo y dice: “mi jefe es un pendejo”.
Entonces, como le pregunté a Héctor Yunes Landa, ¿podríamos pensar que la tesis de Castañeda es posible aplicarla en diputados, periodistas y hasta en Comités Directivos Estatales del PRI? Por supuesto, la respuesta del legislador fue contraria a la sinceridad de la magistrado y prefirió omitir su sentencia.
Algunas líneas oí de Facundo Cabral o de Alberto Cortez al respecto, cuando decían que a lo que más miedo se le puede tener es a un pendejo.
¿Pero hay algo peor?
¡Claro!
¡Varios de ellos!
Seguro usted reniega del gobierno que tenemos, sea municipal, estatal o federal… Y quizás alguna vez ha dicho o se ha preguntado cómo es posible que ese pendejo haya llegado al poder…
Muy simple… ¡Por varios pendejos!
¿Pero puede haber algo más peligroso?
¡Claro que lo hay!
¡Una mayoría de ellos!
Preciso, no me refiero a la mayoría legislativa de algún congreso, sino a quienes apoyamos (me incluyo) a un candidato a gobernador, a diputado, a presidente, a alcalde; porque parecía buena persona, buen político… ¡Y resultó un pendejo! Pero por nuestro voto.
Y si piensa que ya no puede haber otra cosa peor que un pendejo, varios pendejos o una mayoría de pendejos, déjeme corregirle: ¡Hay algo más!
Un rependejo.
Si es rependejo, créame entonces que andará reapendejado.
Aunque hay que precisarlo, quien califica de pendejo a alguien, incurre en una falacia de autoridad. Es decir, se cree superior al que califica como tal.
Volviendo a la magistrado, bien vale la pena comentar que para que un pendejo sea magistrado, debe haber varios pendejos que lo permitan, varios que se dejen y una ley tan como ellos, que lo apruebe…
¿Puede haber algo peor que esto y todo lo anterior?
Sí, pero sería muy pendejo para ponerlo… No al magistrado, sino mi tesis.
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