Columna: Itinerario Político
Ricardo Alemán
Todo indica que en 2010 el gran ganador será, otra vez, el PRI; que pudiera llevarse el carro completo de los 12 gobiernos estatales en disputa. Y no se trata de una premonición, y menos de la visión a través de una bola de cristal.
No, la hipótesis de que el tricolor se alzará como el gran ganador de la jornada electoral de 2010, viene de un recuento elemental de los pesos y contrapesos político electorales. Y es que una vez que reventó la posible alianza PAN-PRD en Sinaloa, y que pudiera desbarrancarse el matrimonio por conveniencia entre azules y amarillos en Hidalgo, sólo quedan vivas las coaliciones “contranatural” en Oaxaca, Puebla y Durango.
Lo curioso del caso es que en esas tres elecciones el PRI también resultará el gran ganador, sea que los electores voten mayoritariamente por el PRI o por la alianza PAN-PRD. ¿Por qué razón? Porque en los tres casos el poder lo disputan grupos antagónicos del mismo PRI que —incapaces de dirimir sus diferencias intramuros de un mismo PRI verdadero—, colonizaron al PAN, PRD, PT o Convergencia para pelear por el poder.
En Oaxaca, Puebla y Durango, pelearán por el poder priístas vs. priístas, sólo que unos —como Gabino Cué, Rafael Moreno Valle y José Rosas Aispuro—, llevarán cachaza azul y amarilla. ¿Quién gobernará en esas entidades, un tricolor o un azul-amarillo? En efecto, gobernará el PRI, su cultura, historia y legado. Pero los triufos del PRI no se quedarán en eso.
El emblemático caso de Veracruz —la joya de la corona—, también será —pase lo que pase—, gobernado por el PRI. Todos saben que por el PRI el cacique Fidel Herrera impuso a su delfín, Javier Duarte, que por el PAN competirá el ex priísta Miguel Ángel Yunes, y que por Convergencia el candidato será el ex priísta Dante Delgado. Más aún, el menos priísta es el candidato del PRI, Javier Duarte, un político maleable y poco fogueado, que podría ser devorado fácilmente por los tiburones Yunes y Dante.
Pero tampoco ahí termina la historia. Resulta que algunos ingenuos creen que en Zacatecas el PRD se puede alzar con el triunfo, luego del muy cuestionable gobierno de Amalia García. Resulta que el priísta Miguel Alonso Reyes tiene todo para ganar, sobre todo luego que su socio del PT, David Monreal, ganará por lo menos el 15% de las preferencias al partido amarillo. Amalia García podría terminar igual que cuando fue dirigente nacional del PRD; como la peor dirigente amarilla. ¿Ese es el triunfo de las alianzas?
EN EL CAMINO
Comenzó la guerra en Veracruz, y seguirá en Hidalgo. Buganza renunció al PAN y Guadarrama reventó a Xóchitl. Por cierto, en Oaxaca aparecerá un cartel de Gabino con Ahumada. (Tomasdo de El Universal/ 4 de marzo 2010).
No, la hipótesis de que el tricolor se alzará como el gran ganador de la jornada electoral de 2010, viene de un recuento elemental de los pesos y contrapesos político electorales. Y es que una vez que reventó la posible alianza PAN-PRD en Sinaloa, y que pudiera desbarrancarse el matrimonio por conveniencia entre azules y amarillos en Hidalgo, sólo quedan vivas las coaliciones “contranatural” en Oaxaca, Puebla y Durango.
Lo curioso del caso es que en esas tres elecciones el PRI también resultará el gran ganador, sea que los electores voten mayoritariamente por el PRI o por la alianza PAN-PRD. ¿Por qué razón? Porque en los tres casos el poder lo disputan grupos antagónicos del mismo PRI que —incapaces de dirimir sus diferencias intramuros de un mismo PRI verdadero—, colonizaron al PAN, PRD, PT o Convergencia para pelear por el poder.
En Oaxaca, Puebla y Durango, pelearán por el poder priístas vs. priístas, sólo que unos —como Gabino Cué, Rafael Moreno Valle y José Rosas Aispuro—, llevarán cachaza azul y amarilla. ¿Quién gobernará en esas entidades, un tricolor o un azul-amarillo? En efecto, gobernará el PRI, su cultura, historia y legado. Pero los triufos del PRI no se quedarán en eso.
El emblemático caso de Veracruz —la joya de la corona—, también será —pase lo que pase—, gobernado por el PRI. Todos saben que por el PRI el cacique Fidel Herrera impuso a su delfín, Javier Duarte, que por el PAN competirá el ex priísta Miguel Ángel Yunes, y que por Convergencia el candidato será el ex priísta Dante Delgado. Más aún, el menos priísta es el candidato del PRI, Javier Duarte, un político maleable y poco fogueado, que podría ser devorado fácilmente por los tiburones Yunes y Dante.
Pero tampoco ahí termina la historia. Resulta que algunos ingenuos creen que en Zacatecas el PRD se puede alzar con el triunfo, luego del muy cuestionable gobierno de Amalia García. Resulta que el priísta Miguel Alonso Reyes tiene todo para ganar, sobre todo luego que su socio del PT, David Monreal, ganará por lo menos el 15% de las preferencias al partido amarillo. Amalia García podría terminar igual que cuando fue dirigente nacional del PRD; como la peor dirigente amarilla. ¿Ese es el triunfo de las alianzas?
EN EL CAMINO
Comenzó la guerra en Veracruz, y seguirá en Hidalgo. Buganza renunció al PAN y Guadarrama reventó a Xóchitl. Por cierto, en Oaxaca aparecerá un cartel de Gabino con Ahumada. (Tomasdo de El Universal/ 4 de marzo 2010).
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