Columna: TEXTO IRREVERENTE
*** En eso de las caídas de puentes, la Federación lleva dos goles recibidos contra uno del gobierno estatal; es decir, van 2-1 si se habla en términos futbolísticos, pues al Gobierno Federal se le desplomó el Tonalá I hace poco más de un mes, el 17 de julio, que dejó un saldo de dos personas ahogadas *** Al gobierno del estado se le acumulan los acreedores después de las elecciones del pasado 5 de julio, donde se ocupó todo el dinero guardado en el cajón.
Por Andrés Timoteo
PUENTECITOS Y PUENTEZOTES
En eso de las caídas de puentes, la Federación lleva dos goles recibidos contra uno del gobierno estatal; es decir, van 2-1 si se habla en términos futbolísticos, pues al Gobierno Federal se le desplomó el Tonalá I hace poco más de un mes, el 17 de julio, que dejó un saldo de dos personas ahogadas.
La caída de aquel puente que une los territorios de Veracruz y Tabasco fue debido a una evidente negligencia en el mantenimiento de la estructura que tenía 50 años de haberse edificado.
No así el Fidelidad I, construido apenas hace un año por el gobierno estatal y que se desplomó el jueves pasado, provocado la muerte del conductor de un tracto-camión que accedió a él y que ahora es el blanco de todas las culpas para lavar el nombre del gobernante en turno.
Ayer, otro puente se vino abajo sobre la carretera La Tinaja-Sayula, al sur del estado, bajo la responsabilidad de la Federación, cuyos funcionarios repudian la palabra "puente" y se enfrascaron en una guerra de saliva con los secretarios estatales, Marcos Theurel y Silvia Domínguez, que afirmaron ante los medios que efectivamente era un puente.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) envió un comunicado alegando que lo que se desplomó fue una "alcantarilla de cajón". Vaya, los ilustrados señores Agustín Basilio y Julen Rementería quieren distraer la atención colocando nombres pomposos para una plancha de cemento que sirve para salvar un arroyo.
Hasta donde se sabe, eso es un puente acá y en China. Pero en el colmo de los argumentos domingueros aseguran que el arroyo La Soledad no es un arroyo sino "un caudal seco que casi todo el año tiene agua que corre", es decir, brillan por argumentos tan sesudos.
Los funcionarios de la SCT ya están como los de la Comisión Nacional del Agua que en las inundaciones de 1999 en la zona norte de estado aseguraban que no se abrieron las compuertas de las presas instaladas en el estado de Puebla porque éstas "no tienen compuertas sino puertas".
En Veracruz, los puentes que se derrumba son de dos clases: puentecitos y puentezotes, así como hay funcionarios estatales y federales que son cerebritos y cerebrotes. ¿ o cere-brutos?.
¿DÓNDE QUEDÓ EL DINERO?
Lo que también se desploma en Veracruz es la confianza de los ciudadanos para con el gobierno estatal, al cual se le acumulan los acreedores después de las elecciones del pasado 5 de julio, donde se ocupó todo el dinero guardado en el cajón.
Un escándalo de magnitudes importantes que está por desatarse tiene que ver con un presunto desfalco cometido por la Secretaría de Finanzas y Planeación en las cuotas que debió aportar al Fondo de la Vivienda del ISSSTE (FOVISSSTE) para liberar créditos hipotecarios y personales adquiridos por los trabajadores al servicio del Estado en Veracruz.
Cientos de derechohabientes del FOVISSSTE han reclamado la liberación de sus contratos hipotecarios, préstamos individuales o la devolución de saldos a favor, luego de que pagaron puntualmente las deudas adquiridas pero se han topado con pared al enterarse que el gobierno veracruzano no transfirió su parte correspondiente como lo establece la legislación en la materia.
Los maestros y empleados de dependencias gubernamentales a quienes durante años se les descontaron diversas cantidades de sus quincenas, seguirán enganchados a los contratos crediticios como si no hubieran pagado puntualmente pues la Sefiplan omitió deliberadamente la transferencia de fondos.
El problema es tan serio que hace unos días el secretario de la sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Gaudencio Hernández Burgos, se vio obligado a solicitar a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) un informe respecto a las cuotas que el gobierno estatal debió aportar al FOVISSSTE. Según el líder magisterial, son cientos pero podrían llegar a miles los maestros y burócratas afectados por dicha omisión.
Lo peor, aunque no es noticia nueva, es que la versión que se maneja entre los maestros que acudieron a reclamar la liberación de créditos o devolución de saldos a favor, es que los dineros que debieron aportarse por parte del gobierno estatal se usaron para el financiamiento de las campañas electorales del Partido Revolucionario Institucional
La orden surgida de Palacio de Gobierno, directamente del gobernante estatal según los bien informados, fue echar mano de los fondos de los maestros y burócratas para la compra de curules sin importar que embarcaran a cientos de familias que por necesidad de una vivienda o para resolver algún imprevisto se vieron obligados a pedir prestado y pagaron puntualmente.
Ahora a los afectados no les quedará otra que perseguir como si fueran aboneros a personajes como Carolina Gudiño, Salvador Manzur, Javier Duarte, Silvio Lagos y demás diputados rojos que se gastaron sus aportaciones del FOVISSSTE.
Otras que reclaman pagos son las integrantes de la organización Directoras y Ejecutivas de Empresas (DEEAC) que se quejan de que las dependencias del gobierno estatal mantiene retenidos los pagos de deudas contraídas por la prestación de servicios o venta de bienes a varias empresas desde hace medio año y los funcionarios se niegan a liquidar los pasivos.
La cerrazón y morosidad del gobierno estatal pone en riesgo lo que tanto promociona, la plantilla de empleos pues obligó a las empresas a entrar en una etapa de falta de liquidez para mantener sueldos y otras prestaciones laborales. Ahora las empresarias fungirán como aboneras y la pregunta común en ambos casos es ¿dónde quedó el dinero? (Tomado de Notiver/26 agosto 2009).
La caída de aquel puente que une los territorios de Veracruz y Tabasco fue debido a una evidente negligencia en el mantenimiento de la estructura que tenía 50 años de haberse edificado.
No así el Fidelidad I, construido apenas hace un año por el gobierno estatal y que se desplomó el jueves pasado, provocado la muerte del conductor de un tracto-camión que accedió a él y que ahora es el blanco de todas las culpas para lavar el nombre del gobernante en turno.
Ayer, otro puente se vino abajo sobre la carretera La Tinaja-Sayula, al sur del estado, bajo la responsabilidad de la Federación, cuyos funcionarios repudian la palabra "puente" y se enfrascaron en una guerra de saliva con los secretarios estatales, Marcos Theurel y Silvia Domínguez, que afirmaron ante los medios que efectivamente era un puente.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) envió un comunicado alegando que lo que se desplomó fue una "alcantarilla de cajón". Vaya, los ilustrados señores Agustín Basilio y Julen Rementería quieren distraer la atención colocando nombres pomposos para una plancha de cemento que sirve para salvar un arroyo.
Hasta donde se sabe, eso es un puente acá y en China. Pero en el colmo de los argumentos domingueros aseguran que el arroyo La Soledad no es un arroyo sino "un caudal seco que casi todo el año tiene agua que corre", es decir, brillan por argumentos tan sesudos.
Los funcionarios de la SCT ya están como los de la Comisión Nacional del Agua que en las inundaciones de 1999 en la zona norte de estado aseguraban que no se abrieron las compuertas de las presas instaladas en el estado de Puebla porque éstas "no tienen compuertas sino puertas".
En Veracruz, los puentes que se derrumba son de dos clases: puentecitos y puentezotes, así como hay funcionarios estatales y federales que son cerebritos y cerebrotes. ¿ o cere-brutos?.
¿DÓNDE QUEDÓ EL DINERO?
Lo que también se desploma en Veracruz es la confianza de los ciudadanos para con el gobierno estatal, al cual se le acumulan los acreedores después de las elecciones del pasado 5 de julio, donde se ocupó todo el dinero guardado en el cajón.
Un escándalo de magnitudes importantes que está por desatarse tiene que ver con un presunto desfalco cometido por la Secretaría de Finanzas y Planeación en las cuotas que debió aportar al Fondo de la Vivienda del ISSSTE (FOVISSSTE) para liberar créditos hipotecarios y personales adquiridos por los trabajadores al servicio del Estado en Veracruz.
Cientos de derechohabientes del FOVISSSTE han reclamado la liberación de sus contratos hipotecarios, préstamos individuales o la devolución de saldos a favor, luego de que pagaron puntualmente las deudas adquiridas pero se han topado con pared al enterarse que el gobierno veracruzano no transfirió su parte correspondiente como lo establece la legislación en la materia.
Los maestros y empleados de dependencias gubernamentales a quienes durante años se les descontaron diversas cantidades de sus quincenas, seguirán enganchados a los contratos crediticios como si no hubieran pagado puntualmente pues la Sefiplan omitió deliberadamente la transferencia de fondos.
El problema es tan serio que hace unos días el secretario de la sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Gaudencio Hernández Burgos, se vio obligado a solicitar a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) un informe respecto a las cuotas que el gobierno estatal debió aportar al FOVISSSTE. Según el líder magisterial, son cientos pero podrían llegar a miles los maestros y burócratas afectados por dicha omisión.
Lo peor, aunque no es noticia nueva, es que la versión que se maneja entre los maestros que acudieron a reclamar la liberación de créditos o devolución de saldos a favor, es que los dineros que debieron aportarse por parte del gobierno estatal se usaron para el financiamiento de las campañas electorales del Partido Revolucionario Institucional
La orden surgida de Palacio de Gobierno, directamente del gobernante estatal según los bien informados, fue echar mano de los fondos de los maestros y burócratas para la compra de curules sin importar que embarcaran a cientos de familias que por necesidad de una vivienda o para resolver algún imprevisto se vieron obligados a pedir prestado y pagaron puntualmente.
Ahora a los afectados no les quedará otra que perseguir como si fueran aboneros a personajes como Carolina Gudiño, Salvador Manzur, Javier Duarte, Silvio Lagos y demás diputados rojos que se gastaron sus aportaciones del FOVISSSTE.
Otras que reclaman pagos son las integrantes de la organización Directoras y Ejecutivas de Empresas (DEEAC) que se quejan de que las dependencias del gobierno estatal mantiene retenidos los pagos de deudas contraídas por la prestación de servicios o venta de bienes a varias empresas desde hace medio año y los funcionarios se niegan a liquidar los pasivos.
La cerrazón y morosidad del gobierno estatal pone en riesgo lo que tanto promociona, la plantilla de empleos pues obligó a las empresas a entrar en una etapa de falta de liquidez para mantener sueldos y otras prestaciones laborales. Ahora las empresarias fungirán como aboneras y la pregunta común en ambos casos es ¿dónde quedó el dinero? (Tomado de Notiver/26 agosto 2009).
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