DESDE LA TRIBUNA

Eva López Robinson

Las campañas arrancaron y los colores que predominan en el panorama son el azul y el rojo. Las apuestas se cruzan y los candidatos corren para que les alcance el tiempo tan pobre destinado a sus recorridos, dos meses cuyo principio el sol castiga para doblar el sacrificio...

En lo oscuro y en abierto los comentarios señalan una fría presencia de Fabiola Vázquez, a la que, según testigos de algunos recorridos, más que apoyo está recibiendo reclamos y era de esperarse. Por lo menos las comunidades acayuqueñas no han visto sino las acartonadas sonrisas de las hermanas, que tal vez piensan son suficientes para dejar contentos a los gobernados de Regina, antes de Fabiola, pero los errores han ido de menos a más cada vez y las facturas se pagan tarde o temprano... Acayucan nada menos está inmersa en miles de problemas que no se han resuelto, ni se resolverán (dijo Teofilito); si se recurre a censos de años anteriores sobre cantinas y establecimientos de “ambiente familiar”, la lista se multiplicó y ahora nadie puede quejarse porque, defecto de las Vázquez, son sordas de nacimiento; y se entiende su falta de amor a esta noble tierra si ellas son más poblanas que los camotes. Olvidan de paso que aquel que era su respaldo ya no está y que los puestos políticos no son herencia.

Ahora que, hablando de campañas, la de Pilar Guillén va viento en popa; en todas partes la han recibido con mucha euforia y esperanza y…también con quejas sobre legisladores que le antecedieron, pero, la gente también se pregunta si Fidel Herrera soltará el billete para que, como en ocasiones anteriores, la compra del voto acabe con el verdadero triunfador. Es una historia que ha venido minando la poca convicción en los partidos. Los pobres triunfos a través de la corrupción han dado paso a la necesidad de cambiar sistemas para lograr que lleguen a los puestos de elección popular los verdaderos líderes.

Antes de votar tendremos que razonar y observar cómo estamos. Un palacio municipal grafiteado, la inseguridad, la pululación de cantinas y centros de prostitución; las montañas de basura, la impuntualidad de las autoridades municipales, sus mentiras y falta de respeto a la ciudadanía, la falta de obras y el descaro al actuar como si en vez de ser servidoras del pueblo fueran dueñas del mismo.

Dos meses se van muy rápido y será pronto el desenlace de la actual contienda. Esperemos que nuestro municipio y los 14 restantes no se dejen llevar por los regalitos acostumbrados para convencer; es decir, las despensas, láminas, dinero, etc., dádivas que llevan al triunfo a quien no tiene capacidad para gobernar o legislar, pues siempre verán sus propios intereses, al fin que Veracruz no significa nada, absolutamente nada en sus vidas.