sábado, 25 de abril de 2009

Dan de Alta a José Luis Ortega

PABLO JAIR ORTEGA/ Xalapa, Ver.- Luego de permanecer 52 días internado en el Centro de Especialidades Médicas (CEM) en la capital veracruzana, nuestro director editorial José Luis Ortega Vidal finalmente fue dado de alta y se encuentra recuperándose favorablemente. No obstante, Ortega Vidal permanecerá cerca de dos meses en Xalapa para llevar a cabo sus terapias de rehabilitación. . . . . Como se recordará, el pasado 3 de marzo, en el bar “El Rincón de José Alfredo”, Ortega Vidal se encontraba con un grupo de compañeros periodistas celebrando el aniversario número 55 de la facultad de Periodismo de la Universidad Veracruzana, institución donde se estudió la licenciatura. Fue así, cuando, sin invitación, el ex regidor perredista Alejandro Wong Ramos –en evidente estado de intoxicación– se acercó a la mesa donde departían José Luis Pérez Cruz, Roberto Pérez López, Jorge Tolentino y José Luis Ortega, para insultarlos y provocarlos, dando pie a una riña con golpes. . . . Posteriormente, Wong Ramos le pidió a su acompañante identificado como Javier Hernández (a) “El Memín”, que le diera la pistola, y es así como inicia una persecución del político hacia los periodistas. . . . . En esta persecución, José Luis Ortega Vidal cayó a un vacío de cerca de 6 metros, causándole lesiones en la cabeza y fractura en ambos brazos. . . . . Desde ahí inició una jornada de tensión para la familia de José Luis, así como sus amigos y colaboradores cercanos en NotiSUR, que lo llevaron desde la clínica SEMEDIS a donde fue llevado minutos más tarde del incidente, pasando por el hospital del Seguro Social y luego llevado hasta la ciudad capital al CEM, gracias al apoyo de Gobierno de Veracruz, el cual dispuso una ambulancia aérea y personal especializado para atender a José Luis.

VISITAS EMOTIVAS

Quienes tuvimos la oportunidad de visitarlo, nos sorprendimos por la gran recuperación física y mental, así como de su gran amor a la vida. Recientemente ya había salido de terapia intensiva, y se encontraba en una habitación del CEM, siempre acompañado, custodiado por dos ángeles: su esposa Maritza y su madre Raquel. . . . . Este autor tiene confiesa que pensaba en ver un cuadro solemne, triste: cuando alguien está internado regularmente baja de peso, se mueve débilmente… Pero José Luis no: ni siquiera ha adelgazado dramáticamente o cambió de color. En son de broma, decíamos que ni así como estaba en cama deja de hablar tanto, pues es conocido que es un gran dialogador, una persona muy culta y siempre dispuesto a explicar todo de manera muy minuciosa. . . . En esta ocasión no podía hablar por una traqueotomía que le habían practicado, pero aún así movía los brazos y los labios como si nada. Hablando como loro huasteco (debe ser porque nació allá en el norte) y haciendo memoria de todo. . . . . Nos comentaba su esposa que, por propia iniciativa, José Luis hacía un ejercicio para ejercitar su mente: si veía a una persona, le preguntaba sobre todo: “¿Cómo está tu familia? ¿Tu gatita?”… “Pablo escribió una crónica sobre el recorrido que hicimos en los panteones de la región de Acayucan”, le contaba a Maritza. Y es que sólo una persona como José Luis Ortega puede tener esa fortaleza de espíritu. ¡Sea esta tu primera bienvenida a casa, poeta! (Tomado de Notisur 25 de abil del 2009).

No hay comentarios:

Publicar un comentario