miércoles, 28 de febrero de 2018

Sigrid Acar Maldonado


Déjame que te cuente…

Por Sergio M. Trejo González

Hoy, por alguna razón, un ramillete de las flores de nuestro jardín acayuqueño, decidió celebrar, agasajar, y festejar, a una de las mujeres más distinguidas de nuestra sociedad.

Doña Sigrid Acar Maldonado.

La verdad que desarrollar un comentario al respecto significa de enorme responsabilidad, pues no estamos hablando de cualquier vecina, sino de una original y valiosa dama de la sociedad: Empresaria, patrona, ama de casa… Mujer exitosa, por todos los renglones. Tanto que solo la pluma prolífica y fecunda de una Corín Tellado, podría rubricar sin titubeos cualquier ensayo sobre tal persona.

Para hablar de la señora Sigrid se necesita de bastante destreza y eficacia: Técnicas para conectar con mis lectores, populares como somos, porque su elegancia y sencillez nos resulta un complejo a describir, definir y resolver.

Esta SEÑORA (con mayúsculas), fue capaz de sacar adelante una familia. Levantó sin cursilerías ni fanfarrias la vida de sus hijos y varios nietos, y continúa vigente, fresca y con una sonrisa encantadora.

Estaba su servidor degustando un aromático café, cuando la llegada, el advenimiento de doña Sigrid, al centro gastronómico, provocó la mirada de éxtasis, y de enajenamiento de toda la concurrencia… Ella, me dije, tiene la edad que se merece.

Elegancia y estilo, son las frases con las que cualquiera suspira descifrando, porqué cuando una mujer hermosa, es diferente a todas, se aprecia cuando llega y se recuerda cuando se retira.

¿Por qué?

Dicen los que saben que la personalidad es una forma de decir quién eres sin tener que hablar.

“No es la apariencia, es la esencia. No es el dinero, es la educación. No es la ropa, es la clase.”

Con toda la sencillez del mundo, que resulta la clave de su glamour y su elegancia, Doña Sigrid (amabilísima) desvió tantito su ruta natural hacia las organizadoras para obsequiarme, con donaire, la gracia de un beso, en la mejilla… con tal deferencia: Como no te voy a querer.

Coco Chanel, lo definiría: “La moda no existe sólo en el atuendo. La moda está en el cielo, en la calle, la moda tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos, lo que está sucediendo.”

La señora Acar Maldonado, no es mi amiga. Lo aclaro para que nadie se confunda. Ella es una mujer de clase, admirable, respetable y muy respetuosa, que nos hace el favor de hacernos sentir como sus amistades, porque ama a sus semejantes. Soy un admirador de su belleza y de su talento y de su sensibilidad; cuando un par de ocasiones, tuve oportunidad de saludarla en su residencia, por circunstancias laborales de algún amigo, la conocí muy igual o más cordial en su carácter de anfitriona. Esos detalles tan finos y sutiles, que guardo con mucho cariño, de su amabilidad y cortesía, bien que lo sé… se aprenden desde la cuna.

Espero que Dios le regale satisfacciones, con mucha salud, como la de esta mañana cálida y tropical, para el resto de su valiosa existencia.

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