martes, 2 de marzo de 2021

Feminicida, que le quitó la vida a su esposa a machetazos, podría salir libre por “falta de pruebas”: Teme la madre de la víctima señora Griselda Hernández


*** Los hechos en el municipio de Mecayapan *** Padre y hermano de la víctima también fueron heridos *** El abogado de oficio no defendió a la agraviada, el expediente se encuentra lleno de irregularidades e incluso no asistió al juicio oral *** Pide apoyo a abogados, derechos humanos, alguna autoridad gubernamental, diputados o candidato para que le pongan un abogado que la defienda y el brutal feminicidio no quede impune ***  Expresó que ella es una persona humilde, indígena y sin recursos.

Por Ignacio Gutiérrez Carranza/Tribuna del Sur

Mecayapan.-

Gran consternación se vive en este municipio y en todo el estado de Veracruz, ya que como recordamos hace poco más de un año en la localidad de Arroyo Texizapan ocurrió un lamentable hecho de feminicidio, en donde Manases López Hernández, quien en aquel entonces tenía 22 años de edad, asesinó a sangre fría a su esposa Irene Hernández Hernández, quien contaba con 21 años de edad.

El feminicidio se cometió cobardemente, pues la hoy finada fue ultimada a machetazos, presuntamente  por su desalmado marido, el cual podría salir libre, como si la justicia no existe para los pobres. Bien dice el dicho que los habitantes de la sierra se encuentran cerca de Dios, pero lejos de la justicia humana.

Los aberrantes hechos ocurrieron el pasado 15 de septiembre del año 2019 en este municipio, enclavado en la sierra de Soteapan. Se dice que el agresivo sujeto, sin motivo aparente asesinó a sangre fría a la que era su pareja Irene Hernández Hernández.

Los hechos ocurrieron ante la mirada atónita de su pequeña hija de tan solo 2 años de edad. Luego del cobarde crimen, el presunto feminicida atacó con la misma arma punzocortante al papá y hermano de Irene, siendo severamente heridos y trasladados al hospital de Tonalapan.

Luego de los arteros ataques, Manases intento huir, pero fue aprendido por la policía municipal de Tatahuicapan, que lo trasladó a los separos.

A solo un año y 5 meses de tan terrible hecho sangriento, el asesino de la joven indígena podría quedar libre, así lo menciona la mamá de la víctima la señora Griselda Hernández Cruz, quien al igual que su difunta hija es una mujer indígena, marginada, sumida en la pobreza y quien apuradamente se le entiende el castellano ya que su dialecto es el náhuatl.

Mencionó la mamá de la víctima que nunca logró tener los recursos económicos necesarios para pagar un abogado, por lo que en el juicio se le otorgó un abogado de oficio, quien le faltó pericia para defender la causa, habiendo muchas irregularidades en el expediente.

A través de un oficio se les está pidiendo más pruebas y absurdamente quieren los recibos funerarios para comprobar que en verdad ocurrieron los hechos. La señora Griselda refiere que desafortunadamente no tiene nada de recibos ya que el ataúd se los obsequió el ayuntamiento de Mecayapan y los demás gastos de velación fueron gracias a sus vecinos, los cuales aportaron ayuda para poder darle cristiana sepultura.

En una audiencia la cual se llevó a cabo en la sala de juicios orales en la ciudad de Acayucan la pobre mujer, mamá de la víctima, envuelta en lágrimas manifestó que asistió en compañía de una cuñada, pero no llegó su abogado de oficio por lo que le giraron nueva audiencia para el próximo 16 de marzo en la sala 2 de juicios orales ubicado en la calle Atenógenes Pérez y Soto, Fracc. El Greco, Col. Revolución de la ciudad de Acayucan, Veracruz y en donde le exigen lleve alguna prueba contundente ya que ese día podría quedar libre el feminicida.

Con desesperación y en medio  de las lágrimas la señora Griselda Hernández Cruz pide justicia: “No tengo para pagar un abogado, no cuento con dinero, pero creo en Dios y se que El no me dejará sola”.

Hace un llamado a los profesionales del derecho, a las asociaciones o barras de abogados, a los de derechos humanos, diputados o diputadas que se rasgan la ropa por los feminicidios, o a las autoridades nacionales, estatales o municipales que con bombo y platillo celebran, cada 25 de cada mes, la no violencia contra las mujeres y niñas,  para que la auxilien con asesoría jurídica para que el feminicida pague por la muerte de su hija.

Ojalá que este delito no sea uno más de los muchos que a veces quedan impunes por ser los afectados personas humildes, indígenas y desconocedoras del derecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario