jueves, 20 de agosto de 2020

Por fin el Circo Lozoya abre su temporada grande

Columna: Desde el Café

Por Bernardo Gutiérrez Parra
Nomás para empezar son 17 los sujetos señalados por Emilio Lozoya en su denuncia de hechos ante la Fiscalía General de la República en la que están los expresidentes Carlos Salinas, Felipe Calderón y Enrique Peña. Pero además figuran José Antonio Meade, Luis Videgaray, Ricardo Anaya, Ernesto Cordero y José Antonio González Anaya entre otros.

Javier Duarte aparece en la denuncia, pero como quien le regaló a Enrique Peña un Ferrari que era propiedad del ex presidente Adolfo López Mateos. Aunque sería bueno que se investigue si ese regalo fue de su peculio o lo pagamos los veracruzanos.

Y es que el auto de don Adolfo que ocupó la presidencia entre 1958 y 1964 es de colección. Si tomamos como base que un Ferrari 250 GTO modelo 1963 alcanzó un precio de 70 millones de dólares y se convirtió en el auto más caro de la historia. El Ferrari del ex presidente, que es más o menos del mismo año, bien puede andar rondando los 20 millones de dólares.

El obsequio no fue un cuento. Hace un par de años salió a relucir que Javier le había regalado a Enrique Peña un auto de colección. Se dice que el presidente se dio una vueltecita en él y ordenó que lo guardaran bajo siete llaves. Lo que no se dijo es que se trataba de un Ferrari y menos que hubiera pertenecido a López Mateos.

Tras el señalamiento judicial y como era de esperarse llegaron los deslindes. Sin duda el más furibundo fue el del ex candidato del PAN a la presidencia Ricardo Anaya, a quien Lozoya acusó de haber recibido 6 millones 800 mil pesos en el marco de la aprobación de la Reforma Energética.

Mediante un tuit el queretano contestó: "Mañana (hoy), a las 9 en punto de la mañana, que abren los juzgados, iniciaré acciones legales ante un tribunal federal a fin de demandar por daño moral a Emilio Lozoya. Que no sueñen con que me voy a dejar. Conmigo se van a topar con pared. No me importa cuánto tiempo me tome, defenderé mi honor y seguiré luchando para cambiar a México”.

En lo personal, y a reserva de que se demuestre lo contrario, no creo que una persona con la integridad de José Antonio Meade, esté embarrado en el ajo y menos por cuatro millones de pesos que dice Lozoya, le fueron entregados en su casa por órdenes de Luis Videgaray.

El también ex candidato presidencial que fue uno de los que denunció al propio Lozoya contestó: “Mi vida pública la dediqué a construir un mejor país, siempre con absoluta honorabilidad y legalidad. Un criterio de oportunidad sirve para conocer la verdad, no para acusar sin pruebas a quienes denunciamos ilícitos y ayudamos a que este caso se llevara a la justicia”. También agregó que esta “formalmente localizable” para las autoridades.

De que varios de los 17 señalados están metidos hasta el cuello en la danza de los millones de eso no hay duda. Solo espero que Lozoya dimensione bien en la que se está metiendo, porque si está acusando a algún inocente el cielo se le puede venir encima.

¿Qué pasará con los expresidentes?

Según Carlos Loret de Mola, Enrique Peña ya dijo que está dispuesto a declarar. En su columna del 13 de este mes, el periodista escribió que Peña le mandó decir a López Obrador que si la FGR lo cita a declarar viajará a México con ese objetivo.

El problema es que así como se cuecen las habas con la justicia bajo el imperio de la 4T un viajecito en calidad de lo que sea sería muy arriesgado. ¿Qué pasará si una vez ante el juez le sucede lo que a Rosario Robles que se presentó a declarar voluntariamente y la metieron en prisión? Pero si lo llaman a declarar y no viene, en automático sería prófugo de la justicia.

Vaya dilema para el mexiquense.

López Obrador (y no la Fiscalía General de la República) tiene en sus manos el destino de los tres expresidentes, pero a la vez tiene tres papas bien calientes.

A Peña Nieto lo puede meter a la cárcel por corrupto, que lo es. Pero a Felipe Calderón y a Carlos Salinas los metería porque los odia.

¿Se atreverá a tanto? Es capaz y si lo hace alcanzará la cima del poder como ninguno de sus antecesores, pero como paradoja quedará expuesto.

Como presidente López Obrador ha violado la ley en incontables ocasiones y ha permitido actos de corrupción, abuso de autoridad y riqueza inexplicable de varios miembros de la 4T. Y por ahí lo pueden torcer en el futuro.

Si entamba a los tres habrá hecho realidad la frase del que la hace la paga. Pero él también tendrá que pagarla y puede que de la misma forma.

Veremos qué pasa, la temporada grande del Circo de Lozoya apenas comienza.

bernardogup@hotmail.com

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