martes, 8 de noviembre de 2016

¡¡¡No dejaron nada, ni sal para un huevo!!!

Columna: LA MANGA
Por  Angel Gutiérrez
Independientemente de que algunos problemas económicos se originaron y se vienen arrastrando hace más de 12 años, eso de dedicarse las 24 horas del día jefe y subalternos a robarse lo que podían, al grado de no dejar ni sal para un huevo, sólo podía tener este final: un Poder Ejecutivo muy devaluado, defenestrado, merecedor de cualquier clase de calificativos sin ningún respeto o consideración a la institución; un Palacio de Gobierno primero objeto de bloqueos diarios en su entorno, algunas veces en demanda legítima de prestaciones no pagadas y en otras organizaciones dizque políticas y dizque sociales que trastornaban la movilidad urbana para ver qué sacaban y ahora de plano tomado por autoridades municipales que exigen el dinero que les corresponde para sufragar pendientes de sus administraciones. Como última medida de presión, estos Presidentes, gracias al zipi zape del domingo con el Gobernador interino, se hicieron también de Casa Veracruz, otrora lugar donde habitaba el gobernante en turno con su familia. Por si eso no fuera suficiente, los serranos rompieron la tubería del Yuribia amenazando dejar sin agua a miles de veracruzanos del sur. Desafortunadamente esta decisión de tomar como rehenes edificios e instalaciones públicos y vías de comunicación ya rebasó cualquier límite, todo el Estado es presa de maestros, campesinos, jubilados, etc.
Empiezo a dudar que los Duarte-Macías y compañía sientan vergüenza de ser llamados ladrones, de ser señalados por haberse quedado para su beneficio personal con el patrimonio de los veracruzanos que no alcanzan a desahogar el rencor de ver a su tierra con un gran atraso social, sin satisfacer lo mínimo de sus necesidades, de ver que después de 6 años están peor de como estaban. La crisis económica, lo dijo con razón el alcalde jalapeño Américo Zúñiga, puede derivar en crisis social; en Acayucan, para no ir más lejos, me tocó ver en la calle un alboroto en el que policías o marinos, ya ni se sabe, no permitieron que a un ladrón lo amarrara la gente a un poste, ya cansada de sus robos.
Es cierto, en los últimos tres años de su gobierno, cualquiera vislumbraba un final muy difícil y accidentado para Javier Duarte, pero no al grado de lo que estamos viendo. La realidad le ganó a la imaginación. 
De él se podría pensar que ya las autoridades lo tienen ubicado y si me apuran a lo mejor y se encuentran ya preparando los términos de la salida a la opinión pública de los detalles de su detención y todo lo demás relacionado con su proceso y, entre otras cosas lo más difícil, la devolución de esa cantidad monstruosa de dinero y que sirvió para adquirir un sinnúmero de bienes para seguir en la golfería y en una vida llena de lujos que sin lugar a dudas insulta a la gran mayoría del pueblo veracruzano que se debate en la incertidumbre de saber que será de su porvenir, incierto y falto de satisfactores, los más elementales, y en otros casos sin mayor esperanza de mejora en su nivel de vida, de educación, de progreso familiar pleno en todos sentidos.
¿Miguel Angel Yunes podrá devolverle a la autoridad el respeto perdido? ¿La falta de dinero que, sin lugar a dudas continuará, será suplida con qué para lograrlo? La respuesta pronto la sabremos, no está lejos que veamos ya al Gobernador electo del otro lado del mostrador.

BOQUELUMBRE
Si Anaya duerme con lentes, lo de la república veracruzana también es cierto.

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