* Con toletes y a rastras repliegan a los jubilados
* Solo querían que les pagarán
* Policías atacan a reporteros
Por Noemí Valdez
Reportera de NOTIVER
Foto Manuel Alvarado
Con lujo de violencia y en un acto de cobardía, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desalojaron a un grupo de ancianos que cerraron la calle Enríquez, frente a Palacio de Gobierno, cuando protestaban para reclamar sus aguinaldos y retroactivos.
En la Secretaría de Educación (SEV), otro grupo de afectados se reunió y como si se tratara de delincuentes, al menos 40 granaderos llegaron para hostigarlos hasta que se retiraron.
Ante la mirada atónita de turistas y ciudadanos que realizaban sus compras en el primer cuadro de la ciudad, un grupo de granaderos armados con toletes, escudos, y bastones eléctricos, se abalanzaron sobre los ancianos.
Los indefensos senectos gritaban para que los policías los dejaran, pero esto no funcionó, por el contrario, más les pegaban.
Los que ahí pasaban se detuvieron para intentar ayudar a los ancianos, a mentadas de madre y empujones, transeúntes pedían en vano que los dejaran.
En el lugar, los periodistas y fotoperiodistas que documentaban los hechos resultaron agredidos por los uniformados.
Uno de los ancianos que se resistía a salir de la calle, fue tirado de la camisa y a rastras lo aventaron sobre el pavimento.
Los toletazos le cayeron por todo el cuerpo y una descarga eléctrica lo hizo desfallecer, mientras los enfurecidos policías le pegaban más “para que aprenda”.
Era una escena de terror, inadmisible que causaba enojo, tristeza y rabia junta, mujeres que caminaban con sus compras se detenían a suplicar que ya los dejaran.
Llorando al ver tanta saña y brutalidad contra un puñado de indefensos gritaban para que los dejaran.
Y así fue por un momento, cuando los policías tomaron el control total de la calle y se colocaron en forma de escudo; hubo un segundo encontronazo con los policías cuando los pensionados regresaron a la calle a intentar seguir con su protesta. En dos ocasiones los senectos fueron golpeados con brutalidad hasta que decidieron retirarse.
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