En Acayucan destape fortuito

TEXTO IRREVERENTE

09 November, 2015 

Por Andrés Timoteo

 

¡JOYEUX ANNIVERSAIRE!

Desde el esplendor del otoño parisino enviamos una felicitación cariñosa para los periodistas, en toda la amplitud de la palabra, y maestros, tanto en las aulas como en el terreno reporteril, Lupita Mar y Miguel Ángel Barragán, quienes festejaron sus cumpleaños el fin de semana. Ellos, formadores de muchos de los que hoy estamos en el ejercicio periodístico, confirman la reflexión del filosofo inglés Cyril E. Mitchinson: “Las personas son como los vinos,  los mejores subliman con los años”.

A destapar el champagne para brindar por la querida maestra Lupita y el respetado maestro Barragán. Parabienes a los dos y sobre todo,  nuestro aprecio inmutable. Y a los amigos que son asiduos de la “mesa que más aplaude” en el café del contador Marcelino se les pide que los festejen como se merecen por aquellos que no podemos hacerlo personalmente. ¡Joyeux anniversaire!.

DESTAPE FURTIVO

Mucha tinta se ha vertido sobre el evento del sábado anterior en el municipio de Acayucan, al sur del estado, donde fueron congregados miles de campesinos adheridos  a la priísta Confederación Nacional Campesina (CNC) y ante los cuales el gobernante en turno comprometió apoyos en especie, semillas para la siembra agrícola y concesiones para el transporte rural. Obvio, tal anuncio ni fue espectacular ni fue con fines de ayuda social sino político-electoral.

El trasfondo fue ‘cantado’ días previos y era “destapar” –como se le dice en el argot priísta a la presentación del candidato oficial- al diputado federal por ese distrito y ex secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández como el favorito de la corriente fidelista para buscar la gubernatura que se renovará en el 2016. Algunos analistas sostienen que dicho “destape” se frustró por la crítica generalizada entre los seguidores de los senadores José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, actualmente los aspirantes mejor posicionados en los sondeos de opinión para disputar dicha nominación electoral.

Otros, sin embargo, aseguran que sí se efectuó tal “destape” aunque de forma disfrazada pues el gobernante, Javier Duarte de Ochoa arropó verbalmente al legislador describiéndolo como su “aliado y compañero de proyecto”, y dirigiéndole  otros piropos sobre su trabajo legislativo. Cualquiera de las dos hipótesis reflejan la misma situación: el poder del ocupante de palacio de gobierno está minado pues se quedó a medias tintas en su pretensión por mostrar a su candidato.  A diferencia de otros tiempos, el gobernante en turno no lo pudo mostrar abiertamente, lo que síntoma de un debilitamiento político.

No es capaz de decidir sobre su sucesor y está sujeto a una acotación desde Los Pinos –que será el sitio donde se elegirá al abanderado priísta- por lo que hace intentos timoratos para tratar de abrir una brecha entre los dos precandidatos más fuertes, Yunes Zorrilla y Yunes Landa que no son afines a su proyecto – léase: la fidelidad- y con cualquiera de los dos podría haber una persecución judicial tras concluir su sexenio. La versión más fuerte es que Yunes Zorrilla tiene la aceptación de Los Pinos, a través del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, para convertirse en el candidato formal del tricolor.

Por su lado, Lagos Hernández es la opción impulsada  el impresentable exgobernante, hoy cónsul de la vergüenza en Barcelona, porque garantiza no solo prolongar dos años el poder de la corriente fidelista sino también la impunidad para los que han despachad como funcionarios públicos. Empero, lo novedoso es que Duarte de Ochoa no ha podido “destaparlo” con magnificencia como acostumbraba la ortodoxia priísta pues hacerlo abiertamente, sin la autorización del altiplano, es abonar a la fractura intestina.

Entonces, en Acayucan lo hizo pero de manera furtiva, casi a escondidas, dejando el mensaje ambiguo en tiempos en que se requiere la certeza. Es visible la debilidad política del llamado “primer priísta” de estado  al no poder exhibir a su candidato y el tiempo se le viene encima pues entre diciembre y enero se tendrá que definir al contendiente en el tricolor. Son escasos dos meses, insuficientes para posicionar a Lagos Hernández –llamado por algunos como la “copia-calca” del impresentable- frente a los otros aspirantes.

Actualmente Lagos  tiene entre 12 y 15 por ciento de aceptación entre los mismos priístas frente a un 38 que tiene el peroteño Yunes Zorrilla y 34 que tiene Yunes Landa. Es decir, veinte puntos lo separaran de quien encabeza las preferencias y aunque mediáticamente lo puede igualar en algunas semanas –mandando a elaborar encuestas a modo e invirtiendo millones de pesos en una campaña publicitaria masiva- en los hechos reales se encuentra en la lona.  Así de simple.

Mientras eso sucede en el PRI, los panistas ya pregonan como un hecho la alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) misma que se negoció a nivel nacional y que se concretaría ahora que se renovó la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del sol azteca donde fue electo el expriísta y neoizquierdista, Agustín Basave quien ha prometido acabar con “la era de los pactos con el gobierno”. Con esa sentencia, a nivel local  a nivel local tendrá que exterminar al llamado “PRD rojo” que se alquiló a la fidelidad y al duartismo.

El proyecto de coalición amarillo-azul, llamado Frente Opositor, tiene dos aspirantes hasta el momento, el cordobés Juan Bueno Torio y el diputado federal, Miguel Ángel Yunes Linares, aun cuando ya diferentes personajes tanto panistas como priístas han emitido pronunciamientos a favor del segundo quien, por demás, encabeza la aceptación ciudadana de los aspirantes –de todos los partidos- para el 2016.

 Y en la construcción de esta alianza, también  se espera que Basave Benítez deseche al aspirante interno del perredismo local, el funcionario estatal y empresario restaurantero, Francisco Valencia al que muchos señalan como el candidato que la fidelidad intenta incrustar en el sol azteca para reventar al Frente Opositor y en especial, la postulación de Yunes Linares quien tiene ya el candado en la mano, de la jaula en la que meterá al impresentable, a Duarte de Ochoa y a por lo menos otra veintena de bandidos que se colmaron los bolsillos en los últimos dos sexenios.