La Redacción
Felipe de la Cruz y Vidulfo Rosales en
conferencia de prensa. Foto: Benjamin Flores |
MÉXICO, D.F. (apro).- Vidulfo Rosales, representante legal de los padres de
los 43 normalistas desaparecidos afirmó que en el encuentro que sostuvieron el
jueves pasado con el presidente Enrique Peña Nieto, se perdió una oportunidad
para reestructurar las investigaciones.
En la reunión hubo un diálogo cruzado en el que no se llegó a acuerdos de
ninguna de la partes y que incluso, al final, la reunión se tornó ríspida, dijo
en entrevista con Grupo Imagen.
Todo empezó cuando el presidente daba respuesta a las ocho peticiones
planteadas por los padres y no percibieron respuesta en dos puntos medulares
para ellos: la investigación y la búsqueda de sus hijos.
“Hay responsabilidades de otros niveles, de los cuerpos policíacos, del
Ejército Mexicano que tuvo una participación”, apuntó Rosales y por ello
pidieron que se intensifique la investigación y la búsqueda de los jóvenes a
través de una unidad especializada para el caso ya que lo que se les ofreció fue
buscarlos a través de la Fiscalía Especializada para Personas Desaparecidas.
“Al ver que no había compromisos en estos dos rubros de investigación y de
búsqueda los abogados tuvieron que interrumpir y solicitar al presidente una
respuesta más concreta”, dijo el abogado. Ahí fue cuando inició la rispidez pues
algunos de los padres, abundó Rosales, hicieron pronunciamientos mucho más
fuertes y ya no fue posible llegara un acuerdo.
Vidulfo Rosales destacó que el trato que recibieron del presidente no fue
como la primera vez.
“Hubo una mala lectura (de los padres) que se pensó que el trato iba a ser el
mismo que se les dio el año pasado cuando fue muy simbólico que el presidente y
los funcionarios se quitaran la corbata en señal de respeto y esta vez no fue
así, incluso hacia el final se hizo un poco más ríspida la reunión”,
detalló.
Después de que los padres lanzaron cuestionamientos al presidente se suscitó
un jaloneo con los guardias presidenciales que fue probablemente imperceptible
para los funcionarios pero muy sentido para los familiares de las víctimas.
Lo que sucedió, dijo, fue que cuando ya había concluido la reunión realizada
el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el mandatario
y sus funcionarios se quedaron saludándose en las escalinatas que dan a la
salida del recinto y cuando los padres, que estaban al fondo, se enfilaron para
salir, los guardias presidenciales formaron dos vallas laterales impidiéndoles
la salida hasta que se marchara Peña Nieto.
“Ellos (los padres) ya no querían estar ahí, querían irse a los autobuses y
eso generó jaloneo”, comentó Rosales.
Y debido a que el final de la reunión
fue atropellado ya no se formalizó un próximo encuentro con el presidente para
dar seguimiento al caso. Sin embargo, Rosales dijo que los padres de los
normalistas desaparecidos están abiertos a sentarse nuevamente con el presidente
y los órganos de impartición de justicia.
En entrevista con Radio Fórmula, el abogado afirmó que pese a que no hubo una
respuesta satisfactoria a sus peticiones las protestas que realizarán este
sábado, día que se cumple un año de la desaparición de los normalistas, no serán
enardecidas.
“Las protestas van a continuar en el mismo sentido, por lo menos de parte de
los padres de familia no tiene por qué enardecerse; creo que el dolor y este
sentimiento de que no ha habido justicia, esta claridad de que no hay verdad a
estas alturas, se mantienen en el mismo nivel, en el mismo tono (pero) vamos a
continuar igual, no hay ningún cambio en las acciones”, señaló.
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