Jenaro Villamil
Deschamps y Gamboa durante la discusión de la reforma energética en el Senado. Foto: Octavio Gómez |
MÉXICO, D.F. (apro).- Sin mayor discusión ni debate, más que
un escarceo inédito entre el dirigente del sindicato petrolero, el
senador priista Carlos Romero Deschamps, y el panista Francisco
Domínguez Servién, las comisiones dictaminadoras de la reforma
energética continuaron por segundo día consecutivo con el análisis del
tercer paquete de 21 leyes reglamentarias que corresponden al Senado.
De acuerdo con el priista David Penchyna, presidente de la Comisión
de Energía, el próximo lunes 14 se completará la ruta para aprobar los
cuatro dictámenes, en lo general, y después discutir en lo particular
esos cuatro grupos de 21 leyes, que incluyen las reglamentarias del
artículo 27 (Ley de Hidrocarburos), la nueva Ley de Pemex, la Ley de
Energía Eléctrica, así como adiciones y modificaciones a la Ley de Aguas
y LA Ley de Geotermia, entre otras.
Penchyna informó desde la tribuna que el cuarto paquete de leyes
reglamentarias ya está disponible en la Gaceta del Senado. Este último
incluye las leyes de Órganos Reguladores en Materia Energética, Ley
Orgánica de la Administración Pública, Ley General de Seguridad
Industrial y Ley de Protección al Medio Ambiente.
El PT abandonó la sesión de comisiones unidas acusando de “farsa” el
ejercicio, mientras que el coordinador de los senadores del PRD, Miguel
Barbosa, insistió que este formato se debe al acuerdo entre el PAN y el
PRI.
“Aquí lo que se pretende es acomodar todo en un acuerdo del PRI y del PAN que está a la vista de todos”, afirmó Barbosa.
Por su parte, Penchya señaló en conferencia de prensa que no existen
irregularidades en el proceso de dictaminación, y de nueva cuenta acusó
al PRD de pretender “dilatar” la aprobación de las reformas energéticas.
“Les guste o no, la reforma constitucional ya fue aprobada por 95
votos, que son más de las tres cuartas partes del Congreso”, indicó
Penchyna.
La furia de Romero Deschamps
El único momento que salió del guión de la larga lista de oradores en
contra ocurrió en la sesión vespertina del pasado martes 8.
El senador priista Carlos Romero Deschamps, quien llegó a la sesión
acompañado del coordinador priista Emilio Gamboa Patrón, rompió su largo
silencio en este proceso cuando el panista Francisco Domínguez Servién
estaba presentando su voto a favor.
–¿No ha sido Pemex empresa productiva? –preguntó el dirigente del
sindicato de la paraestatal al senador del blanquiazul, cuando éste leía
su alegato.
Nervioso, Domínguez le respondió que “ahora va a ser más productiva” con la reforma.
–En 76 años de vida, la vida de Pemex ha sido la de una empresa competitiva –le espetó Romero Deschamps, molesto.
Domínguez Servién continuó con su discurso. Reprochó que de 2008 a
2014, por falta de productividad, se perdieron un millón de barriles
diarios.
–¿Dónde se quedó el dinero del millón de barriles diarios que se
perdieron, señor Romero Deschamps? –le reviró Domínguez al líder
sindical, quien lo tenía enfrente, en clara referencia al Pemexgate.
Romero pidió la palabra “para hechos”, ante un confundido David
Penchyna, quien no sabía qué hacer ante las ganas de hablar del
dirigente del gremio petrolero.
En ese momento ya no estaba en el salón de comisiones unidas Gamboa
Patrón, que siempre trata de “vigilar” al poderoso líder sindical.
–Pues ¿dónde quedó el dinero? Pregúnteselo al expresidente Felipe
Calderón –respondió molesto, desde su asiento, Romero Deschamps.
No hay comentarios:
Publicar un comentario