sábado, 22 de marzo de 2014

Javier Herrera, hijo de Fidel, será candidato a diputado federal por Cosamaloapan



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Luis Velázquez/ Expediente 2014
 
Veracruz. 22 de Marzo de 2014.- 
El hijo de Fidel Herrera, Javier, será candidato a diputado federal por el distrito de Cosamaloapan.

Y el resto de los aspirantes se disciplinará, se ha disciplinado en automático.
1.- Tomás Carrillo Sánchez, delegado federal del Instituto Nacional de Migración, a quien “El tío” le obsequiara 3 millones de pesos para comprarse un ranchito en la Cuenca, cerca, cerquita del ingenio San Cristóbal, además de cargos públicos, por tanto se la debe.
2.- La profe Elena Zamorano, a quien ungiera como diputada local.
3.- Tarek Abdalá, tesorero de la Secretaría de Finanzas y Planeación, el dueño del billete que sale, y quien si se hace bolas y se siente predestinado, estará perdiendo el tiempo.
4.- Mario Tejeda Tejeda, el único que puede unir a todos los actores políticos y sociales y económicos de la Cuenca del Papaloapan, y quien de igual modo se disciplinará.
Por lo pronto, pues ni modo que cada uno desee agarrarse con Sansón a las patadas.
Pero más por lo siguiente:
Punto a: los hijos son la prioridad número uno en los padres. Y toda la experiencia y las mañas y los contactos de Fidel Herrera se han puesto al servicio de Javier para la curul federal.
Punto b: de los hijos de Fidel, Javier siempre tuvo y construyó una química con Javier Duarte.
Punto c: el hijo de Fidel tiene la amistad y la confianza del gobernador más joven del país, Manuel Velasco Coello, de Chiapas, a tal grado que buscó nombrarlo secretario General de Gobierno; pero ante el levantamiento de los grupos priistas lo dejó en coordinador de asesores; pero al mismo tiempo, como el vicegobernador.
Y, por tanto, las relaciones y enlaces y recursos de Velasco Coello están desde ahora al servicio d Javier Herrera Borunda.
Punto d: Fidel se ha mantenido en la discrecionalidad con el presidente de la república. Desde cuando era góber fogoso hizo cortocircuito con Enrique Peña Nieto en el estado de México. Por eso sigue fuera del paraíso terrenal, digamos, y como siempre fue cacareado, de un cargo diplomático, allá donde la cultura priista siempre ha enviado a los incómodos.
En contraparte, y dados los hechos y circunstancias puede abrir la caja de Pandora para su hijo.
También Duarte y Velasco Coello son buenos embajadoras de Javier Herrera en el altiplano.
Nada ni nadie, pues, frenaría al vástago.

EL MAXIMATO, SUEÑO DE FIDEL HERRERA

Más todavía: Javier Herrera en la Cámara de Diputados significa la realización plena del padre para llevar al hijo de la mano.
Incluso, ni se descarta ni encarta como dice el clásico; pero si Duarte pasó de la curul federal a la candidatura a gobernador en el 2010, la historia podría, podría, podría, reproducirse con Javier Herrera, empatándose así el soñado Maximato del padre. Fidel, 2004. Duarte, 2010. Javier Herrera, 2016.
Claro, significaría la madre de todas las batallas del “Tío”, porque reza el dicho popular, “nunca segundas partes fueron buenas”.
Pero, además, los senadores José Yunes Zorrilla, el puntero, y Héctor Yunes Landa, llevan demasiado camino andado.
Y aun cuando el humo blanco emergerá de Los Pinos hasta la primavera del año 2016, el par de senadores sigue empujando la carreta; mientras, en todo caso, el hijo del “Tío” apenas la estaría aceitando.
Se entiende, la vida suele asestar demasiadas sorpresas, hasta, incluso, que de aquí para entonces algún suspirante a la candidatura a gobernador muriera en un pase de Viagra… por calenturiento.

FIDEL, IMPUNE E IMPUNE, “IMPECABLE E IMPACABLE”

Fidel es discípulo de Luis Echeverría Álvarez, quien de igual manera que Plutarco Elías Calles soñó con el Maximato.
Pero José López Portillo le salió rezongón. Primero, nombró como secretario de Gobernación a Jesús Reyes Heroles, fantasma de Echeverría. Luego metió a la cárcel a varios echeverristas, entre ellos, Eugenio Méndez Docurro, secretario de Comunicaciones; Félix Barra García, de la Reforma Agraria; Fausto Cantú Peña, de INMECAFÉ; Oscar Flores Tapia, gobernador de Coahuila; Alfredo Ríos Camera y Miguel Lerma Candelaria, entre otros.
En contraparte, tres años, tres meses y 22 días después, “El tío” la ha librado. Y con bajo perfil sigue operando. Tan es así que su hijo Javier está en abierta campaña, seguro de las alianzas familiares y amicales.
Además, Fidel tiene otra experiencia. La vivió cuando era diputado federal por vez primera, unos 26 años de edad. Él mismo destapó a Rafael Hernández Ochoa, entonces diputado federal, como candidato priista a gobernador, luego de la caída de Manuel Carbonell de la Hoz, quien durara 72 horas como el abanderado.
Así, de Hernández Ochoa a Javier Duarte, “El tío” sabe que la historia suele repetirse con frecuencia.
MANUEL VELASCO EN LOS PINOS; TAMBIÉN JAVIER HERRERA
Pero el camino al 2016 está demasiado barbechado por los senadores priistas.
Ni siquiera, vaya, un milagro (si ocurriera, lo que se duda) ungiría a uno de “Los niños fieles” como candidato. En todo caso, todos (Adolfo Mota, Érick Lagos, Alberto Silva, Fernando Chárleston junior y, quizá, acaso, Alberto Silva) estarían jugando para ver si algo les toca en el próximo sexenio. Por eso su zipizape mediático.
Sería, por tanto, el mismo caso que el hijo de Fidel. Que haga escándalo político y social desde ahora. Que llegue al Congreso federal. Que aproveche el capital político de su padre para abrirse camino. Que se vuelva un peso pesado para los senadores priistas.
Todavía le falta mucho, demasiado camino por andar. Y de aquí al 2022, en todo caso, alcanzaría la luna, aun cuando al mismo tiempo, y si Manuel Velasco Coello brincara a la candidatura presidencial (de igual manera como la sueñan los gobernadores Eruviel Ávila, Rafael Moreno Valle y Aristóteles Sandoval), entonces, quizá hasta Javier Herrera entraría a Los Pinos con su amigo, digamos, como secretario de Estado, uno de los cargos que nunca Fidel alcanzó en ocho sexenios federales. (Tomado de El Piñero de la Cuenca).

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