La Redacción
La autodefensa en Gámbara, Michoacán. Foto: Miguel Dimayuga |
MÉXICO,
D.F., (apro).- Alrededor de mil 500 miembros de autodefensas de los
municipios de Aquila, Chinicuila y Coahuayana, Michoacán, mantienen
desde el miércoles pasado un bloqueo a la base ubicada en la comunidad
La Placita, en la costa nahua michoacana.
Desde ese día impiden la entrada y salida de casi un centenar de marinos a quienes exigen la devolución de armas decomisadas.
El
comandante nahua Semeí Verdía, de la comunidad de Ostula, Municipio de
Aquila, explicó que el miércoles pasado alrededor de las 17:30 horas
unos 40 efectivos encabezados por el comandante Alfredo Valdés de León,
despojaron de su arsenal a los 14 comunitarios que resguardaban la
comunidad, considerada bastión del cártel de los Caballeros Templarios
en la región costera y que recuperaron el pasado 15 de febrero.
“(El
comandante Valdés) me dijo que había sido un error que nos hubieran
autorizado que estuviéramos armados, pero yo le dije que nos autorizó el
pueblo, que el gobierno lo tuvo que hacer por vergüenza al ver que
limpiábamos el cochinero”, afirmó.
Verdía fue uno de los firmantes
de los acuerdos establecidos el 27 de enero entre el gobierno federal y
el Consejo General de Autodefensas y Comunitarios para su legalización
por lo que consideró que “este desarme significa de qué lado está el
gobierno, que no está con el pueblo sino con la delincuencia”.
El
líder comunitario señaló que la vida de los policías indígenas
residentes de La Placita, ubicada a unos 40 minutos de Ostula, corren
peligro y ya han recibido amenazas de los criminales de que “los van a
despedazar”.
Verdía, quien también es productor de papaya, aclaró
que si bien guardias rurales de los municipios de Aquila, Chinicuila y
Coahuayana están apostados en la carretera federal 200 que recorre la
costa michoacana de Colima a Guerrero, no impiden el paso del flujo
vehicular, sólo la entrada y salida de la base local de la Marina.
Y
advirtió que así se mantendrán hasta que les regresen sus armas. “Eso
es lo que estamos reclamando, queremos todas las armas de vuelta”,
subrayó.
Verdía recordó que no es la primera vez que los marinos
intentan desarmarlos. Refirió que después de que tomaron Ostula el
pasado 8 de febrero, la Marina intentó desarmarlos dos días después pero
lograron que les regresara su arsenal.
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