*Los cuatro son trabajadores de la CFE, quienes participaron
en el asesinato del líder de la Iglesia Comunidad de Dios
Policías de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI)
capturaron a cuatro trabajadores de la CFE por el homicidio del pastor Claudio
Martínez Morales, con la detención de los presuntos criminales del religioso la
PGJE cumple su compromiso con los feligreses de la Iglesia Comunidad de Dios.
Hace horas, la AVI confirmó en Coatzacoalcos la captura de
los presuntos homicidas:
1.-Jorge Arturo Jara García (a) El Jara, de 35 años, con
domicilio en la calle CFE número 16, colonia Electricista, empleado de la CFE.
2.-Roberto Lara Velásquez (a) La Borrega o El Pacquiao, de
36 años, con domicilio en calle Emiliano Zapata número 212, colonia Lázaro
Cárdenas, empleado de la CFE.
3.-Adrián Zaldívar Valencia, de 28 años, con domicilio en
calle Tamaulipas número 701, colonia Petrolera, empleado de la CFE.
4.-Felipe Vicente Cortés Rodríguez (a) El Cachetes o El
Pareja, de 40 años, quien vive en General Anaya número 622, zona centro de
Coatzacoalcos, empleado de la CFE.
La captura de los cuatro trabajadores de la CFE, derivada de
una orden de aprehensión girada por el Juez Tercero de Primera Instancia,
Ignacio Ochoa Jiménez, en la causa penal 362/2013-III, fue ejecutada en un
operativo que encabezó el Director de la AVI, Mario Delfín Domínguez.
Los presuntos ingresaron al penal Duport Ostion donde se
encuentran a disposición del Juez Tercero de Primera Instancia por delito de
homicidio calificado en agravio del pastor Claudio Martínez Morales.
El día 17 de Junio del 2013, Claudio Martínez Morales, de 38
años, pastor de la Iglesia Comunidad de Dios, fue asesinado en un residencia
ubicada en Avenida López Mateos número 602, colonia Petrolera, en
Coatzacoalcos.
Al acudir al sitio, autoridades de la PGJE constataron que
el pastor estaba tirado en el piso de su recámara, en medio de un charco de
sangre, según se asentó en la Investigación Ministerial COAT1/414/2013.
La víctima presentaba dos heridas producidas por arma blanca
en el pecho y una más a la altura de la ingle.
Ese día, el Procurador de Justicia, Amadeo Flores Espinoza,
se trasladó a Coatzacoalcos para encabezar las investigaciones e hizo el
compromiso con los feligreses de la Iglesia Comunidad de Dios que se haría
justicia, que los criminales serían capturados y procesados penalmente, lo que
cumplió hace unas horas.
En esa ocasión, el titular de la PGJE ordenó una
investigación minuciosa del homicidio, detectives de la AVI dialogaron con Luz
Margarita Enríquez Reyes, esposa del pastor asesinado, quien explicó paso a
paso lo ocurrido en la residencia.
Relató que muy temprano salió de casa para realizar unas
compras y a las 07:40 horas, cuando regresó, en la cocina fue sometida por 2
desconocidos que se cubrían el rostro con capuchas.
La ataron de pies y manos con cinta canela y la amordazaron,
dejándola tirada en el piso de la cocina y posteriormente subieron a la
recámara en la que se encontraba su esposo Claudio Martínez Morales.
Escuchó que su esposo gritaba y pedía clemencia, que no lo
mataran, que se llevaran lo que quisieran pero que no le hicieran nada.
Fueron momentos de terror, de angustia, minutos después todo
quedó en silencio. Luz Margarita permaneció tirada en el piso de la cocina
hasta las 9 de la mañana, cuando llegó la empleada doméstica y la ayudó a
desatarse.
Subieron a prisa a la recámara y al ingresar descubrió que
Claudio estaba inmóvil, en medio de un charco de sangre, muerto.
Durante la investigación, la PGJE estableció que el móvil
del homicidio del pastor evangélico fue el robo, pues los criminales confesaron
que iban por “la ofrenda”, afortunadamente los 4 presuntos responsables del
crimen fueron capturados.
Familiares de los detenidos tenían días movilizándose en
Coatzacoalcos, pues argumentaban que desconocían el paradero de los 4
trabajadores de CFE, ahora ya saben que están a punto de ser procesados por un
crimen.
Los cuatro trabajadores de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE), presuntos culpables del homicidio del pastor Claudio
Martínez Morales en Coatzacoalcos, rechazaron los cargos que les imputan las
autoridades.
Al rendir su declaración ante Ignacio Ochoa Jiménez, juez
tercero de primera instancia de este distrito, Jorge Arturo Jara Gómez –uno de
los presos- se reservó el derecho de manifestar o ratificar su declaración
preparatoria y, en cambio, pidió duplicidad del término constitucional.
Jara Gómez se declaró inocente y acusó a las autoridades de
tergiversar la información real, pues aseguró que ni siquiera tenía el gusto de
conocer al pastor y mucho menos razón para matarlo.
“Voy a hacer un hincapié que en estos momentos en mi
declaración que si me siento atemorizado, es porque he sido amenazado que si yo
no sigo y cumplo al pie de la letra esas declaraciones apócrifas lo voy a
lamentar para toda mi vida, yo y mi familia. Temo por mi familia y temo por mi
vida ya que se me dijo que de no serlo así ese personal regresaría por mi”.
Jorge Arturo Jara Gómez expresó que desde su detención ha
sido objeto de tortura, amenazas y un sinfín de violaciones a sus derechos
humanos por parte de las autoridades, lo que lo mantiene atemorizado.
De acuerdo con el relato del trabajador asignado por CFE en
Las Choapas, alrededor de las 17:00 horas del sábado pasado culminaba sus
labores en aquel municipio y salía del estacionamiento de la paraestatal en
aquel municipio cuando un vehículo le cerró el paso.
Acto seguido –dijo- descendieron individuos fuertemente
armados y lo subieron al automóvil sin motivo aparente o notificación oficial
alguna. Posteriormente, lo vendaron los ojos y lo trasladaron a un domicilio
desconocido, donde fue torturado con descargas eléctricas en los genitales,
detalló.
“Me llevaron vendado de los ojos con dirección sin sentido
en la cual llegué a un lugar donde fui severamente torturado con descargas
eléctricas en mis genitales y mi cuerpo, daño psicológico, amenazas de todo
tipo contra mi familia, mis hijos y esposa. Se me dijo que yo ya había mamado,
yo preguntaba por qué, me dijeron que así estaba la cosa y punto”, refirió.
Arturo Jara dijo que permaneció privado de su libertad por
un par de días hasta que fue trasladado a la agencia del Ministerio Público de
Minatitlán, donde estaban sus otros tres compañeros acusados del homicidio del
pastor.
En la oficina ubicada en la colonia Santa Clara, el
trabajador se negó a declarar hasta que su abogado estuviera presente. Después,
solicitó una llamada telefónica a su familia pero ésta le fue negada lo que le
valió una nueva “calentada”, según comentó.
Al término de rendir una obligación falsa a la fuerza, Jara
Gómez fue trasladado al domicilio donde fue privado de su libertad hasta que se
encontraba en las instalaciones de la Agencia Veracruzana de Investigaciones
(AVI) en Coatzacoalcos, ubicadas en la colonia Petrolera.
Finalmente, anoche –dijo- fue trasladado al Centro de
Readaptación Social (Cereso) “Duport Ostión”, no sin antes haber sido
trasladado nuevamente a la base de la AVI donde una vez más fue torturado.
No obstante, al llegar al reclusorio aclaró que fue tratado
con apego a derecho. A consecuencia de lo anterior, Jorge Arturo Jara pidió a
la Marina que resguarde su domicilio y su familia debido a las amenazas que
recibió durante las últimas horas.
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