Por: Luis Velázquez
Veracruz, México; 11 de septiembre, 2013.--En
una reunión privada el sábado 7 de septiembre con los senadores de la
república, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong,
pronunció la siguiente frase bíblica: “Todo tiene un límite”.
Se refería así al plantón y marchas de
la CNTE, Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, en
contra de la reforma educativa y sus leyes secundarias.Minutos después,
el senador priista, Omar Fayad, dijo, con la misma sumisión y vasallaje
con que Joseph Goebbels, como ministro de Información y Propaganda
hablaba a su jefe Adolf Hitler: “La CNTE está francamente provocadora”.
Incluso, el senador argumentó, más allá
de que los niños están sin clases como ha sido la cantaleta oficial, que
las fiestas patrias estaban cerca, reproduciendo así el pasaje bíblico
de Porfirio Díaz cuando también, en víspera del festejo septembrino,
ordenara reprimir a los seguidores de Ricardo Flores Magón, a quienes
enviara a las mazmorras del viejo castillo de San Juan de Ulúa.
El hecho y la circunstancia resulta
clarividente por la siguiente referencia: en la Casa Blanca y en el
Congreso norteamericano hay un debate. Y el debate gira alrededor de la
invasión a Siria, declarado por Barack Obama como ‘’un régimen
delincuente, amenaza para el mundo libre’’.
Pero el debate en ningún momento es
“sobre quién vive, sufre o muere, sino si atacar y destruir es o no
opción efectiva para castigar” o “enviar un mensaje a otro”, como es el
presidente sirio’’. (La jornada-México, David Brooks, corresponsal en
Washington, 9 de septiembre, 2013).
Se da así, y de algún modo, la misma
circunstancia: si los profes de la CNTE llevan tantas semanas en
rebelión, el resto del país insumiso debe entender, de una vez por
todas, que ante la efervescencia insurgente, y en nombre de la seguridad
nacional y la paz pública, ni modo, los militares, los marinos y los
policías federales estarían listos para salvar a las instituciones.
“Todo tiene un límite”.
La frase, pues, revela el otro lado de
la moneda: cuando los operadores políticos del sexenio fracasan en el
diálogo convincente, con argumentos, hechos, circunstancias y
resultados, entonces, el tolete, la macana, los gases lacrimógenos, la
policía montada, las bazucas, los tanques, están a disposición.
“Todo tiene un límite”.
Caray, antes del primer año del peñismo, en la primera prueba de fuego el equipo presidencial ha sido rebasado. Falló. Fracasó.
EL PODER EJERCIDO… A TRAVÉS DE LAS ARMAS
Los asesores de Obama “redoblan esfuerzos para convencer al público de invadir Siria”.
En Veracruz, por ejemplo, y de acuerdo
con equis número de fotos publicadas y entrevistas televisivas, los
duartistas también multiplican espacio y tiempo para ‘’convencer’’ a los
líderes magisteriales ‘’charros’’ de que, ni hablar, ‘’todo tiene un
límite’’.
Pero la foto aparecida en la prensa
escrita significa quizá, acaso, sin duda, un aviso contundente: por un
lado, aquí está la mano tendida, y por el otro, ‘’todo tiene un límite’’
y si los profes siguen plantados en el DF, y en Veracruz, de aquí a la
noche del 14 de septiembre, en la víspera del grito patrio desde el
zócalo y desde el palacio, entonces, ni hablar, los granaderos se
encargarán, como con Gustavo Díaz Ordaz en el movimiento estudiantil del
68, de restablecer la paz perdida.
Se trata, pues, de un doble discurso.
Dialogan con dirigentes magisteriales perpetuados en el trono sindical,
enriquecidos a costa del poder, porque al mismo tiempo alistan ‘’la paz
de los sepulcros’’.
Acuérdense todos, ‘’todo tiene un límite’’, y ni modo que se permita oscurecer las fiestas patrias.
El poder ejercido… a través de las
armas. Igual que Obama en Siria. George Bush en Afganistán. Carlos
Salinas contra los perredistas.
“EL GOBIERNO, OBLIGADO A SER TOLERANTE”
Un presidente y gobernadores engolosinados con el poder que de pronto amanecen con un país sublevado se vuelven peligrosos.
Y más, cuando sus llamados operadores políticos han sido incapaces de convencer a los contrarios.
Y más, cuando creen que la gente está
apantallada con la retórica oficial y oficialista perpetuada en la
prensa escrita, hablada y digital sumisa y vasalla.
El país ya caminó por una insurgencia
comandada por sacerdotes y una revolución. En ambos casos, la cerrazón
fue el punto de partido de la sublevación.
Y si desde el lado gubernamental creen
que la gente, el ciudadano, apoyaría el desalojo de los profes
marchistas con la fuerza pública para celebrar el grito patrio, puede
cometer gravísimo error.
Y más, como en el caso, cuando el secretario de Gobernación ha expresado su sentir diciendo que “todo tiene un límite”.
En cuatro palabras se resume la crónica de un bombardeo anunciado con la fuerza bruta.
El tolete en vez del diálogo.
El político, temeroso ante un pueblo sublevado.
La policía, desalojando a los paristas en la madrugada, la noche como aliada y cómplice.
La CNTE, como “una provocadora” como dice el senador priista, motivo suficiente para la represión.
Si así fuera, Enrique Peña Nieto estaría más cerca de
En política existe una verdad
inapelable: "un gobierno, con su fuerza policiaca (y social, y económica
y política), está obligado a ser tolerante"
Gustavo Díaz Ordaz con el movimiento estudiantil de 1968 y de Adolfo López Mateos, con la represión a los médicos y ferrocarrileros y el asesinato de Rubén Jaramillo y su familia en Morelos.
En todo caso, el presidente
norteamericano de la II guerra mundial, Theodore Roosevelt, enseñó al
mundo que “un gobierno, con su fuerza, está obligado a ser tolerante”.
Pero también, claro, los romanos enseñaron que nunca será aconsejable
“ni un gobierno plutocrático ni tampoco uno de turbas”, sino uno
democrático, aquel que dialoga y negocia con acuerdos y resultados,
porque solo así puede darse paso a un poderoso gobierno nacional. (Tomado de El Piñero de la Cuenca) |
miércoles, 11 de septiembre de 2013
Expediente 2013: “Todo tiene un límite”
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