Columna: CLAROSCUROS
El Sur: la bomba que Gerardo
Buganza armó y no puede desactivar
Por José Luis Ortega Vidal
(1)
El 2013
ha sido un año pródigo para el sur de Veracruz, en lo que se refiere a visitas
de Javier Duarte de Ochoa.
En
Coatzacoalcos, el gobernador ha estado en tres ocasiones en menos de dos meses;
una cantidad poco común si tomamos en cuenta que en el 2012 Duarte de Ochoa
estuvo en no más de 4 cuatro ocasiones en el viejo Puerto México.
El
domingo 20 de enero, Duarte encabezó en el Centro de Convenciones el “desayuno
de la unidad” con los diversos grupos políticos que forman parte de la
militancia tricolor.
Un mes
después, el 20 de febrero, acudió una vez más a Coatzacoalcos para inaugurar un
parque infantil y calles pavimentadas en colonias populares.
Y antier,
el martes 5 de marzo, de nueva cuenta el titular del ejecutivo veracruzano
viajó a lo que él mismo denomina “la capital de Veracruz en el sur”; ahora para
desarmar una bomba política a punto de estallar en la sierra de Soteapan.
Esto, con
motivo de la extraña desaparición de José Manuel Flores Ríos (a) “El Oaxaco”;
un constructor muy beneficiado con los mil millones de pesos que se han
invertido en obras públicas en la sierra de Soteapan y otros municipios indígenas
sureños
(2)
La del 20
de enero fue una visita de trascendencia político/electoral porque en
Coatzacoalcos se interpretó el desayuno de la unidad como un respaldo de Javier
Duarte a Joaquín Caballero Rosiñol en sus aspiraciones para contender por la alcaldía.
Luego, en
la gira para inaugurar obras el día 20 de febrero, una vez más fue notorio el
apapacho político que le dio el gobernante al mismo personaje; titular de la
diputación federal por el distrito 11 con cabecera en Coatzacoalcos.
(3)
La del día
5 de marzo -a diferencia de las dos previas- ha sido una jornada poco común en
lo que va de la administración duartista: esta vez, el gobernador vino a
resolver un problema que su Secretario de Gobierno –Gerardo Buganza Salmerón-
ha sido incapaz de atender durante dos años, con dos meses y cinco días.
Y en todas
las ocasiones en que lo ha considerado oportuno –no menos de cinco- el profesor
indígena Esteban Bautista Hernández ha secuestrado al sur de la entidad
mediante la toma de carreteras –en dos momentos las ha bloqueado todas al mismo
tiempo- que comunican al sureste con las regiones centro y norte de la
República.
No sólo
eso, el señor Esteban ha tomado casetas de peaje, ha roto tubería que abastece
de agua potable al corredor petroquímico más importante de México y ha
convertido a los alcaldes de 9 municipios integrantes de la Unión de Gobiernos
Indígenas y Populares del Sur, en sus cómplices.
En este
espacio, una vez y otra también, hemos dado cuenta de cómo Gerardo Buganza pasó
de ser el responsable de la política interna de la entidad, a operador al
servicio del señor Esteban Bautista.
Reuniones
de trabajo incluso en la época en que Bautista era precandidato y luego
candidato a la diputación federal por Cosoleacaque, así lo demuestran.
De esas
reuniones, nunca surgió solución alguna ante la actitud rijosa del ex alcalde
de Tatahuicapan.
Pero eso
sí, su capacidad de movilización pre y electoral, nunca ha disminuido.
¿Por qué
ocurrió esto?
¿A cambio
de qué se suscitó tal situación?
Ambas,
son preguntas cuyas respuestas están en manos de Gerardo Buganza Salmerón y es
probable que a su jefe el gobernador ya se la haya dado, pero a la población del
sur -a cuyo servicio se debe- aún no se la da.
El colmo
de esta historia ha sido el hecho de que más de uno de los bloqueos y
secuestros que Esteban Bautista ha hecho de la región, fueron anunciados.
Los
periodistas nos hemos enterado de que tal día a tal hora se realizará un
bloqueo y lo hemos anunciado.
La lógica
diría que el Secretario de Gobierno también fue informado de tales planes y
debió movilizar al personal a su cargo para evitarlo.
Sin
embargo, no ha ocurrido así.
Uno de
sus funcionarios en la región, José Luis Utrera –político con aires de divo y
miembro de la clase política de Minatitlán- no ha podido o no ha querido operar
al respecto.
El peso
político de Utrera es tan ligero que en el contexto de la visita de Javier
Duarte a Coatzacoalcos el martes pasado, los indígenas de Soteapan le
arrebataron un celular, lo agredieron verbalmente, amenazaron con golpearlo y
de plano lo hicieron escaparse de los alrededores del hotel Terranova donde
pretendían meterse a la reunión que Esteban Bautista Hernández sostenía con el
gobernador Javier Duarte.
¿En manos
de personajes con la habilidad política de José Luis Utrera se encuentra la
SEGOB en el Sur?
He ahí una
de las causas del desorden a que Esteban Bautista ha llevado una y otra vez la
situación social de la región.
(4)
Pero hay
más.
Sobre
todo, hay más preguntas:
¿Dónde
está José Manuel Flores Ríos (a) “El Oaxaco?
¿La
presencia de Jose Murat Casab, ex gobernador de Oaxaca, en la reunión realizada
en el hotel Terranova el día cinco de marzo, confirma que José Manuel Flores
Ríos es su prestanombre?
¿A raíz
de tanta falla Gerardo Buganza se irá al próximo Congreso Local?
He aquí
algunas de las dudas sobre un tema que –ojalá no ocurra- ante tanta
ineficiencia puede complicarse.
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