viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Y ahora quien podrá defendernos?


Columna: CLAROSCUROS

¡Oh!

¿Y ahora quién podrá defendernos?

Por José Luis Ortega Vidal

(1)

En Veracruz –hasta hoy- no han asesinado a ninguna ex alcaldesa como la de Tichiqueo, en Michoacán: María Santos Gorrostieta Salazar

Sin embargo, el 28 de junio del 2012 fue hallado sin vida el cuerpo de la alcaldesa de Tlacojalpan –en la cuenca del Papaloapan- Marisol Mora Cuevas; quien había sido secuestrada en su domicilio tres días antes, el domingo 25.

(2)

Al asesinato impune de una munícipe en funciones –de extracción panista- se suma una serie de hechos delictuosos sufridos por familias de políticos o por hombres del poder en el Sur de la entidad.

Esta circunstancia se suma a la situación de violencia -cada día más grave- que padece la población en este rincón de la patria.

(3)

Sólo en lo que va del 2012: se han secuestrado a un Síndico, al hijo de un Alcalde, a un ex tesorero municipal, a la hija de un regidor. Se asesinó también a la madre de un diputado local y ayer -a plena luz del día y en calles céntricas- fue secuestrada una mujer en medio del "Minatitlán Seguro".

Por lo que hace a la población ajena al quehacer del poder: la extorsión de trabajadores petroleros en Minatitlán y Nanchital llegó a tal descaro que los delincuentes se paraban frente a las puertas de las zonas industriales y en día de catorcena para cobrar su “cuota”.

El domingo pasado -18 de noviembre- media docena de sicarios llegó a un domicilio en la colonia Rabón Grande en Villa Allende, al otro lado del río Coatzacoalcos y frente a la ciudad del mismo nombre.

Tocaron, nadie salió.

Llegó una visita al lugar, asesinos y visitantes se saludaron; los segundos preguntaron por “el gordo”.

-Ahí ha de estar –les respondieron-

Los visitantes se acercaron a la casa. “El gordo”abrió la puerta junto a su hermana, una niña.

En ese momento sus amigos se enteraron que habían saludado a un grupo de media docena de sicarios.

Dio inicio una lucha: salieron a relucir las armas de los delincuentes.

“El gordo” escuchó una frase. “ya te llegó la m…”

Gritó y pidió apoyo a su familia para no ser “levantado”.

-“Me van a matar” –dijo, según un testimonio-

Sus amigos levantaron piedras y las arrojaron a los delincuentes.

Alguien llamó a la policía en el transcurso de los siguientes minutos –extraoficialmente se afirma que la comunicación ocurrió entre los 8-10 minutos de iniciado el pleito y cuando éste aún no concluía.

Los balazos ocurrieron casi de inmediato.

Los amigos escapaban pero una bala dio en la pierna de uno de ellos.

Fueron alcanzados y golpeados, mientras “el gordo”era asesinado en su casa, frente a su familia.

(4)

La policía -enterada de los hechos- se movilizó.

Hubo una confusión, se argumenta: el aviso habló de un paradero de lanchas y hacia allá se dirigieron.

Hay –empero- más de un paradero de lanchas y se fueron al equivocado.

“El gordo” se desangró.

Sus amigos sobrevivieron al balazo y la paliza.

Los asesinos escaparon en una zona poblada de los complejos petroquímicos Pajaritos, Morelos y Cangrejera.

A menos que se hicieran pasar por un petroleo en funciones, el lugar cuenta con pocas salidas y éstas no relativamente fáciles de bloquear.

Esto -empero- no sucedió.

¿Era un secuestro que se salió de control o siempre estuvo planeado como un asesinato?

Los sicarios tienen la respuesta pero nadie sabe de ellos.
(5)

La duda queda allí, en el escenario cruento de un Sur de Veracruz víctima de una violencia imparable, atroz, cada día más descarada y -lo que es peor- más aceptada como algo normal en nuestra vida cotidiana.

Sonreir, trabajar, estudiar, divertirse, hacer ejercicio mientras nos enteramos de la muerte, secuestro, desaparición de adoscelentes, adultos, mujeres, hombres, obreros, empresarios, políticos; en zonas rurales, urbanas; en congregaciones, villas, ciudades; de día, de noche, al amanecer o al anochecer; sin detención de culpables; sin castigos justos; es algo común, en el sur veracruzano de hoy.

¿Es una forma de sobrevivir?

¿Es mejor tomarlo así que arriesgar la vida protestando?

¿La resignación es una forma de obtener un oxígeno de paz que ya no existe?

El Ejército y los Marinos, han limitado el accionar del crimen organizado desde Acayucan hasta Coatzacoalcos, pasando por Minatitlán.

Esto -no obstante- sólo significa que en mayo pasado -por citar sólo un referente- nuestra situación era peor.

Ahora bien, a las fallas del programa Veracruz Seguro, hay que añadir la existencia de delitos que incumben a los cuerpos de seguridad civiles como las policías municipales y la estatal, cuyo trabajo es negativo y en ciertas variable resulta inexistente.
(6)

Pienso en la duda añeja creada por Roberto Gómez Bolaños:

¡Oh!

¿Y ahora quién podrá defendernos?



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