Por José Luis Ortega Vidal
(1)
¿Cuántos millones de presupuesto representan los 68 Organos Descentralizados que operaban hasta el fin de semana pasado en Veracruz?
¿500 millones de pesos anuales?
¿1000 millones de pesos anuales?
La cifra que sea, hay que multiplicarla por 6.
El resultado final es el gasto de un sexenio estatal en rubros que van desde agropecuario, hasta los de justicia, cultural, educativo, político, económico y periodístico, entre otros.
Los miles de millones de pesos que surgen de esta operación, fueron presupuestados y ejercidos –por ejemplo- en el sexenio anterior.
Veamos sólo dos aspectos de este tema:
a) Todos los temas que se atienden en los 68 Organismos Descentralizados que han operado durante los últimos años, forman parte de los rubros bajo responsabilidad de las Secretarías del gabinete estatal. Es decir, todos estos asuntos se han atendido por parte doble, con doble presupuesto; con doble burocracia; con doble cabeza; ignoramos si con doble resultado.
b) La deuda del gobierno de Javier Duarte de Ochoa -solamente con Proveedores- reconocida por su tesorero: Tomás Ruiz, asciende a 9 mil millones de pesos. De no haberse mantenido a 68 Organismos Descentralizados durante un sexenio, nuestro gobierno se habría ahorrado una cantidad muy significativa como para abonar a la deuda que hoy arrastran las finanzas públicas jarochas; o como para no tener esa deuda.
¿En qué utilizaron los 8 millones que cada año se usaron en el Colegio de Periodistas?
¿De qué sirvieron los millones gastados en el Instituto Veracruzano del Transporte?
¿Hay un mejor periodismo en Veracruz sólo porque José Pablo Robles Martínez tuvo a su disposición oficinas, personal y 8 millones de pesos durante varios años?
¿Carlos Demuner Pitol transformó el transporte público veracruzano al pasar de líder de concesionarios camioneros a un burócrata con sueldo del erario y con poder político en un área de la que es empresario? ¿Qué se siente, don Carlos Demuner Pitol, ser juez y parte?
¿Cómo se combinan las protestas de camioneros para exigir el aumento al pasaje, la desaparición del descuento a los estudiantes y gente de la tercera edad, con un puesto político y con un instituto dedicado a mejorar la calidad del transporte público?
¿Hay menos muertos atropellados por camiones urbanos en toda la entidad veracruzana a partir de que un líder de concesionarios dirigió uno de los Organismos Descentralizados de la entidad?
(2)
Al menos una parte de los 68 colegios, comisiones o institutos han sido encabezados por personajes con los que el gobierno de la entidad tenía compromisos políticos.
En su creación y operatividad no ha prevalecido el criterio de la buena administración, ni el de los objetivos sociales y mucho menos el de los resultados efectivos, demostrables.
Su nacimiento y existencia estuvieron ligados, siempre a los intereses políticos.
Ante este panorama, entonces, la información de que han desaparecido 16 Organismos Descentralizados es una noticia cínica, pero positiva.
Era peor mantenerlos devorando impuestos y pagando de ese modo compromisos políticos.
De 68, hemos pasado a 52 Organismos, que aún son un montón.
Lo deseable es que desaparezcan todos aquellos que no justifiquen a plenitud los objetivos para los que –en teoría- hayan sido creados.
A esta noticia valdría la pena anexarle la rendición de cuentas y la transparencia.
Es cierto, se apagó el fuego de una recámara en una casa incendiada. Pero ahora, valdrá la pena saber cuánto tiempo tardarán los bomberos en apagar el resto de la quemazón y pedirle cuentas a los que se marchan, para que expliquen qué pasó durante su gestión.
¿Cuánto se llevaron?
¿Qué dejaron?
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