martes, 26 de abril de 2011

Columna: CON RUMBO AL SUR…


DE LEYES Y BOMBEROS…



PorAngel Gabriel FERNÁNDEZ



Malaquías Soto Pascual es agente municipal de la comunidad Comején. Es un hombre que aunque con rasgos indígenas no suelta el radio y el teléfono celular y se mueve diariamente en el palacio municipal de Acayucan. Es de los promotores de la planta extractora de palma de aceite.
Pero últimamente no habla de cómo van las cosas en su comunidad; no habla de cómo va la siembra de maíz ni de la palma de aceite. Habla de que es víctima de una injusticia.


Cuenta que en el año 2008 formuló una denuncia penal porque le invadieron a su familia un predio de 230 hectáreas aproximadamente. El predio se denomina “Comején”. El afectado es él y su parentela de casi 120 gentes.


El autor de la invasión es el líder de Antorcha Campesina en la zona sur de Veracruz, Pergentino Cortés Girón, quien es originario del norte del Estado pero que hace sus desmanes en esta región. Pergentino ha encabezado marchas, plantones y constantemente recorre el sureste del Estado agitando o promoviendo acciones políticas… eso a pesar de que pesa sobre él una orden de aprehensión por despojo y daños.


En una ocasión, a Pergentino lo detuvo la Policía Ministerial (20 de noviembre del 2009), pero inmediatamente fue liberado sin que fuera puesto a disposición del Juzgado correspondiente.


Ahora Malaquías vuelve al ataque: ayer, cuando se celebraba otro Lunes de Puertas Abiertas frente al palacio municipal de Acayucan, habló fuerte y dijo que está agotando todos los recursos legales para que se le haga justicia. Ya acudió incluso ante autoridades federales, porque cree que las autoridades ministeriales del Estado no lo apoyan. Anda localizando al subprocurador de justicia en la zona sur del Estado, Nagasaki Condado, para contarle la historia…su historia de injusticia.


“Ya me cansé; la tierra está ahí, sin que la trabajen, mi familia se queda sin patrimonio y las autoridades no actúan; Pergentino perdió el amparo, pero no lo llaman a cuentas…”, es el reclamo del agente municipal de Comején.

BARBAS A REMOJAR…

La mayoría de los incendios son voraces.


El viento apaga los incendios pequeños, pero aviva los grandes.


La quemazón en una fábrica de Chedraui en el puerto de Coatzacoalcos, debe poner en alerta a las autoridades municipales de todo el sur de Veracruz.


De entrada, hay que dar a conocer que el día de los hechos, el comandante de los Bomberos de Acayucan, Juan Cordero Herrera, fue regañado en el Puerto porque en su afán de ser solidario, llegó solamente a hacer el ridículo, porque su poca preparación en ese tipo de contingencias provoca que se convierta en un estorbo.


De los Bomberos de Acayucan hay que consignar sus realidades:


Los muchachos que realizan la labor son todos jóvenes y con mucho entusiasmo y algunos de ellos han recibido adiestramiento en algunos cursos, pero dos o tres elementos son insuficientes para hacer frente a casos como el ocurrido en Coatzacoalcos.


Acayucan tiene también un Chedraui y en las inmediaciones de la ciudad hay gasolinerías y plantas de gas. Los mercados públicos (dos, el Alemán y el Obregón) tienen tanques estacionarios de gas que los convierten en bombas de tiempo. La planta de la Bimbo a orillas de la carretera Transístmica tiene un tanque donde almacena diesel con capacidad para más de 20 mil litros. Ojalá nunca explote nada.


Porque si algo explota, hay que ponerse a rezar.


Repito, los Bomberos de Acayucan tienen ganas, tienen enjundia, pero están mal dirigidos. El Ayuntamiento hizo mal en dotar de una camioneta nueva al departamento de Protección Civil, porque esa unidad (una Toyota) la utiliza Juan Cordero Herrera para su servicio particular, para sus cuestiones particulares, para el traslado de su familia, para los mandados y para todo, menos para la protección de la ciudadanía.


De noche, el departamento de Protección Civil y el de Bomberos no tiene cabeza, porque el señor comandante se va a dormir y deja al garete a los muchachos. Ningún día de la semana, del mes o del año el señor Cordero se desvela…ni aunque se queme el palacio municipal de Acayucan.


Habría que analizar el currículum del encargado de Protección Civil y de los Bomberos de Acayucan. ¿Está capacitado en urgencias médicas?. ¿Sabe qué hacer para auxiliar a un herido? ¿Qué sabe de Bombero? ¡El Colmo! Recuérdese que se le quemó un carro bomba en un incendio. Tiene su mérito Juan Cordero, sí, de haber sido una de las piezas del Patronato, pero no es el dueño de los Bomberos, ni las unidades son suyas.


A los municipios adyacente a Acayucan, el Cuerpo de Bomberos (mejor dicho, Juan Cordero) se niega a prestar ayuda. Y se niega a prestar ayuda porque “no ha visto claro”, es decir, porque no le dan apoyo económico, aun a sabiendas que la alcaldesa Fabiola Vázquez Saut los dota de gasolina y personalmente ha ofrecido su apoyo a los alcaldes de la región.


Desde hace meses hay un conflicto entre el departamento de Protección Civil y la Cruz Roja de Acayucan. El conflicto estuvo a punto de terminar en denuncias penales, porque de manera abusiva, Juan Cordero Herrera intentó revisar las ambulancias de la Cruz Roja en busca de un aparato que desapareció de los Bomberos. Primero: si el aparato desapareció del cuartel de Bomberos es por descuido del jefe; segundo, Cordero no es autoridad para catear unidades de la Cruz Roja.


Cuando el río suena, agua lleva.


Juan Cordero fue expulsado vergonzosamente de la CROC regional, de la cual fue dirigente durante más de 20 años; re refugió en “sus” Bomberos y en departamento de Protección Civil ha hecho y deshecho: humilla a sus subalternos, despide a quien le da la gana y presta el servicio por el que le paga el Ayuntamiento, a quien le da “cooperación voluntaria”. Más de una vez se ha visto a los muchachos “boteando” pidiendo cooperación, por instrucciones de Juan Cordero Herrera.


Juan Cordero alardea de que las autoridades de Acayucan le tienen miedo, de que no lo pueden destituir ni de Protección Civil ni de los Bomberos. De la primera dependencia porque “llevó muchos votos” al PRI en las pasadas elecciones; de la segunda, porque el Patronato es independiente del Ayuntamiento y el terreno donde está el cuartel es de “su propiedad”. O sea, que Protección Civil tendría que ser desalojado del cuartel porque éste es sólo de los Bomberos y él tiene la escritura.


Por lo pronto, ojalá no haya incidentes graves donde tenga que intervenir Juan Cordero, porque quedaría de manifiesto su incapacidad. O que pruebe lo contrario.

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