Por Rosalino Guillén Tapia
¡Qué bruto! Los “alteños” (originarios de Alto Lucero avecindados en esta ciudad desde hace unos 50 años, con hijos y nietos ya nacidos en Acayucan) dirían, “van a morir engañados”; un acayuqueño neto diría, “van a morir como las vacas. Si no saben el significado de esta afirmación, pues ni modo, pregunten a su vecino más cercano; estas afirmaciones son por aquello de las inclementes lluvias que nos han venido azotando últimamente y por las falsas promesas de nuestro gobernador Fidel Herrera--. El caso es que en lo que corresponde a la política, las cosas se complican para Fidel, quien es castigado por los elementos naturales aparentemente por todos los abusos que cometió en diferentes dependencias para agenciarse los fondos que pródigamente, como si fueran suyos, utilizó para ganar “carro completo” en las elecciones federales y ahora en las de gobernador, diputados locales y alcaldes y con las inundaciones que no tienen parangón con ninguna anterior, se las está viendo de humo.
Primero fue Karl y ahora Mathew (No se si se escribe así o no pero la traducción es simplemente Mateo) que abatieron a más del 75 por ciento de los 212 municipios existentes en el Estado. Lamentablemente lo que yo llamo castigo divino para las ambiciones políticas desmedidas de FHB, más bien afectaron la economía de la gente que menos tiene en municipios como Minatitlán, Tlacotalpan que de nueva cuenta se fueron a pique a causa de las fuertes y constantes lluvias, Cardel y demás lugares cercanos a este municipio.
Las cosas van de mal en peor a causa de las lluvias que parecieran no tocar a su final y, como decía, este es un mal que sólo con recursos económicos se puede remediar pero lamentablemente el Estado de Veracruz está en quiebra y por lo mismo, los municipios se encuentran en la misma situación. Por esa razón se explica la falta de pago a los empleados y no porque la federación haya dejado de remitir las participaciones federales, como Fidel y sus corifeos, alcaldes sumamente preocupados por la situación, tratan de hacer creer a los empleados. La neta es que se debe reconocer el error cuando se comete como en el caso de nuestro gobernador que por su desmedida ambición sigue creyendo que puede llegar a ser declarado candidato a la Presidencia de la República por su partido el PRI cueste lo que cueste.
Aquí, en Acayucan, afortunadamente no nos fuimos a pique porque estamos protegidos por la Sierra de Soteapan o lo que queda de ella y aunque tenemos algunas zonas bajan al norte de la ciudad con asentamientos urbanos irregulares, los damnificados son relativamente pocos y con las suspensión de clases en los días más álgidos de las lluvias nos inmiscuyen en el serio problema climático.
Pero de lo que sí no nos escapamos es del problema económico y político que no sólo tiene el Ayuntamiento que preside Regina Vázquez sino que tenemos todos los habitantes de esta ciudad. Por ejemplo: el Ayuntamiento ha sido convertido desde hace algunos años en agencia de empleos y los alcaldes que resultan triunfadores –en los tres últimos períodos fueron las hijas de Cirilo Vázquez—meten a trabajar a sus incondicionales como empleados de confianza y van creándoles puestos inoperantes pero que sirven de justificación para cobrar los jugosos sueldos que no devengan pero que sí cobran sin trabajar en nada visible. Y al paso de los períodos presidenciales, la empleomanía se ha convertido en una carga insostenible y en las actuales circunstancias de crisis económica se han visto precisadas a dar de baja a más de 50 empleados y seguirán, según se sabe, liquidando con miserables cantidades de dinero, a otro tanto hasta llegar a cien los desempleados que nadie sabe qué van a hacer en una población como la nuestra que su única fuente de vida es el comercio que, por cierto, en estos momentos ha disminuido considerablemente por la misma carencia de empleos.
Algunos amigos y yo, nos hemos convertido en observadores y comentaristas de la situación y nos percatamos que, gracias al desatinado modo de gobernar de Fidel Herrera, se dieron en todo el Estado una cantidad estratosférica de placas de sitio y aquí había unos 600 taxis y ahora son más de mil por lo que, anteriormente podían vivir de este servicio, las familias de los dos taxistas que cubrían los mismos turnos y la familia de los concesionarios, es decir, si multiplicamos esto por tres personas que como mínimo constituyen a una familia concluimos que unas dos mil personas obtenían diariamente recursos para consumir en el mercado local pero ahora resulta que, al duplicarse los vehículos (taxis) las entradas personales disminuyeron al grado de que el mantenimiento de los vehículos se hace insostenible y muchos de los concesionarios que veían este negocio como algo bueno y que adquirieron placas compradas a más de 500 mil pesos, tienen que mantener, (porque resulta mejor), parados los carros porque no sale ni para la gasolina que se gasta inútilmente en los recorridos de busca de usuarios. Y como si eso fuera poco, lo mismo sucede con los autobuses del servicio urbano que resultan afectados y es mínima la cantidad de usuarios que los abordan-
Esto y otras cosas más relacionadas con la falta de fuentes de trabajo legales obligan al padre de familia común y corriente a pensar y practicar la delincuencia y por eso vemos cómo menudean los asaltos hasta a pequeños negocios que antes no tenían ningún atractivo económico para un delincuente común.
De los secuestros ya n i se diga y yo me quedé sumamente asombrado cuando supe que Rubén Barragán, un viejo comerciante que alguna vez fue regidor del Ayuntamiento fue sorprendido en el interior de su vivienda familiar ubicada en pleno centro y junto con su hijo, con lujo de fuerza y portando armas largas delante de todos los que por ahí pasaban, fueron secuestrados; les pidieron, como principio, a su familia, por el rescate un millón de pesos por cada uno y quien sabe (sólo Dios) quien fue el que medió entre delincuentes y secuestrados, el caso es que la vox populi afirma que todo quedó en cien mil pesos y sin hacerles mucho daño los pusieron en libertad.
Conste, este caso sólo es un ejemplo de lo que pasa en Acayucan aunque las autoridades por reiteradas ocasiones vienen afirmando que aquí no estamos como en Chihuahua, Monterrey, Tamaulipas o Michoacán pero la verdad es que, en Veracruz teníamos a un gobernador y digo teníamos, porque definitivamente y al surgir el electo, Herrera Beltrán se queda al garete y para colmo sin los recursos necesarios para imponer respeto a las Instituciones. A esto es a lo que ha dado en llamar “vacío de poder” o que es lo mismo. ¿Quién manda en el Estado, el saliente o el entrante? ¿Cómo es posible que haya dos personas con el mismo cargo? Antes no había problema por este asunto pero ahora sí y por ello es que debemos ser sumamente precavidos para no caer en manos de quienes saben a la perfección que si Fidel ordena algo, nadie le va a tomar en cuenta a partir de la fecha en que sea reconocido el nuevo gobernador y el nuevo no se atreve a ordenar nada porque tiene plena conciencia que aún no es el hombre del poder con todas las atribuciones y obligaciones que confiere el cargo.
Por otro lado pero hablando de gobernadores y candidatos, ¿Ustedes creen que Miguen Ángel Yunes porque se ha mantenido en un plano de silencio y discreción ya desistió de la pelea por el triunfo electoral que él se atribuye y que prueba con documentos debidamente legalizados por Funcionarios de casilla y representantes de los partidos que contendieron en la pasada elección para gobernador?
Todo parece indicar que las impugnaciones hechas por Yunes pueden dar el resultado apetecido por el candidato panista y en recientes declaraciones emitidas en los medios, Yunes mostró mucho optimismo cuando respondió a las interrogantes de los reporteros; “acabo de estar con los magistrados electorales y presenté más pruebas sobre el fraude electoral que se cometió en Veracruz, ahora vamos a esperar la resolución” y cuando le interrogaron sobre la fecha límite les dijo; “eso puede ser hasta el día anterior a la toma de posesión, es decir sería hasta el 30 de noviembre”.
Con esto se ve claramente que nuestro “ilustre” gobernador –que llegó un momento que se creyó Dios, tal como lo afirman amigos de nuestro diputado Mario González que lo oyeron decirle……”colócate a la derecha del gobernador que es Dios”.
Con esta actitud de orate solamente que estuviera ídem podría tomar en cuenta cualquier propuesta, por buena que pareciera, de quien, afortunadamente ya se le esfumó el poder de la gubernatura y sólo cuenta como dicen (cuando las cosas buenas terminan sólo queda recordar los buenos momentos que tuvimos a la mano).
Pero esto ya se alargó demasiado y creo que mejor voy, como siempre, a tomar muy en serio las recomendaciones de Pilar, de Pilarica y del güerito Juan Manuel que, las primeras con buenas palabras, me sugieren retirarme a descansar pero lo que es el güero, éste me tironea de los pantalones para que lo acompañe a dormir porque viene muy cansado del Grossman que es donde está cursando actualmente el Kínder; y de mi Bere que por teléfono insiste en que me cuide, así que, a la clásica me despido con el viejo dicho…..Hay nos vemos pues.
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