miércoles, 1 de septiembre de 2010

Devastador panorama, miles de afectados por las lluvias





*** Sigue subiendo el nivel del río, llega a cinco metros *** El panorama es desolador

Por: Fabián Antonio Santiago Hernández

Jáltipan.- El panorama es desolador; los ríos: Chiquito y Coatzacoalcos perdieron su cauce y se extendieron por todos lados, 19 comunidades afectadas, siete de estas incomunicadas, más de cuatro mil los afectados, la Isla de Tacamichapan es una zona desbastada, y el pronóstico no es alentador, según los experto el nivel del agua subiría 30 centímetros más, el agua proveniente de Oaxaca y Chiapas está castigando a los jaltipanecos. Más de mil hectáreas de cultivo y más de cuatro mil hectáreas de pastizales se han perdido, 200 kilómetros de caminos destrozados; tres albergues están funcionando.
Las fuertes lluvias han causado estragos, pero la temporada de lluvia apenas llegará a su máxima expresión dicen los conocedores; este medio de comunicación, acompañó al alcalde José Antonio Lázaro Sosa y al Diputado Antonio Benítez Lucho, a un recorrido por parte de la zona afectada.
El panorama no es alentador; Los albergues: del Auditorio Municipal en la cabecera, ha recibido a familias de Yancuigapan, el de Paso La Lajilla ubicado en la Escuela Vicente Guerrero y el de la Escuela Lázaro Cárdenas del poblado Mixtán, están dando a tención a los afectados, se les provee de alimentos, agua, colchonetas, cobertores, atención médica.
El sábado por la tarde el alcalde Lázaro Sosa acude a varias comunidades, entrega despensas, kit de limpieza, ahí en el poblado Boquiapan, ahí la gente agradece el apoyo que lleva el alcalde, es “un granito de esperanza” -le dicen-, se puede advertir el río que lleva el mismo nombre que la comunidad, está a su máxima capacidad, falta pocos centímetros para que el puente sea rebasado.
Los datos sin fríos, son estremecedores, este temporal ha dejado graves daños, cuatro mil damnificados en la zona de la Isla de Tacamichapan y 200 en la cabecera municipal, en algunas colonias, más de mil hectáreas de cultivo perdidos, más de cuatro mil hectáreas de pastizales afectados, 200 kilómetros de caminos destrozados, 19 comunidades gravemente afectadas; siete de estas incomunicadas completamente y son: La Lajilla, Yancuigapan, Buena Vista, San Soles, Malota, Mixtán e Ixpuchapan.
Hasta el momento no llega los recursos del FONDEN, pero tampoco del Estado, reconocen las autoridades locales, que han estado pendientes de esta desgracia.
TODO BAJO EL AGUA: “QUE BUENO QUE

VINIERON; ¡NECESITAMOS AYUDA!: POBLADORES
La mañana del domingo, el alcalde José Antonio Lázaro Sosa y el diputado federal Antonio Benítez Lucho, acompañado de algunos reporteros, visitaron los albergues, siguen coordinando que el apoyo llegue de inmediato a los afectados, sobre todo los alimentos y el agua, la atención médica.
¡Que bueno que vinieron!, ¡necesitamos ayuda!, son las expresiones que se escucha al arribo de los funcionarios citados al albergue de Paso La Lajilla, “Por eso estamos aquí” –responde el alcalde- y es que llevaron más víveres para los damnificados, “aquí están las pollas” –bromea el diputado federal- al momento de que hace entrega de los pollos para la comida de los afectados.
Un menor sentado en una silla en el suelo, come una manzana, y es testigo del diálogo de las autoridades y los adultos, no comprende al cien por ciento lo que pasa, pero sabe que no están en su vivienda, sonríe y trata de esconderse de la cámara.
Llegamos a orillas del río, o donde el río se unió con la carretera en el Poblado La Lajilla, ahí habitantes de la parte del poblado que pertenece al municipio de Cosoleacaque, abordan a los funcionarios, la queja se deja escuchar ¡Nos estamos muriendo de hambre!, “Gladys Merlín no ha enviado nada de apoyo, estamos sobreviviendo gracias a las despensas y apoyos del alcalde de Jáltipan” –le dicen al diputado-, el legislador se compromete y de inmediato ordena a su personal dotar de despensas a esa gente.
Un viejo poblador, sentado en una pequeña canoa, observa, tiene cara de tristeza, de preocupación, sabe que las cosas no están bien, nos subimos a una lancha, inicia la visita a La Lajilla y a Yancuigapan, va cargada de despensas, cobertores, agua, colchonetas.
Iniciamos la travesía, se advierte el grave daño que ha causado la naturaleza, casas a pique, escuelas, iglesias, el parque, los juegos infantiles, todo está bajo el agua, hay quienes salvaron a sus animalitos, es de esas ocasiones raras que se ven diferentes especies conviviendo juntos.
No hay caminos, todo está bajo el agua, no hay vehículos, no hay motocicletas, menos bicicletas, solo se puede ver pequeñas canoas y lanchas de motor, que sirven para transportar a los pobladores.
“Aquí está el alcalde y el diputado”, se escucha, los pobladores que se resisten a salir de sus hogares, están a salvo como pueden, pero claman por ayuda, ya no hay que comer, los establecimientos comerciales están cerrados a fuerzas.
Tres horas demora la travesía, visitando familias, dejándole su respectivo apoyo, retornamos a La Lajilla, con una gran lección: “La naturaleza no nos ha castigado; solo es una reacción de tanto daño que hemos hecho a la naturaleza”.

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