miércoles, 12 de mayo de 2010

¡¡¡Que alguien me explique por qué no comprendo!!!

Columna: Déjame que te cuente…
Por Sergio M. Trejo González
Quiero escribir los versos más tristes, escribir por supuesto, también, las calumnias más alegres y gozadoras, antes de que los candidatos se dejen venir con todo sobre solicitando a lo perro los votos para la elección del día 4 de julio. Quiero escribir las estrofas más chingonas… pero la pinche necesidad que tenemos de trabajar es inevitable y los días pletóricos de calor nos mantienen alejados de la inspiración, de la información y de los elementos que se requieren para entrar en las buenas intenciones de garabatear lo concerniente a los tiempos políticos y a las trivialidades sociales, para que el caro lector se sustraiga del manipuleo que ya anda disfrazado de periodista para ganarse la coperacha del próximo día 7 de junio: Celebremos la Libertad de Expresión. En mi entelequia laboral, un amigo, necesitado de gritar sus protestas contra tanta corrupción e impunidad me dice: ¡Ah! tanto gandul e ignaro que se instala detrás de los escritorios donde debería prevalecer el servicio público o impartirse justicia, como no saben que cabrón hacer se repliega y se acosa al pueblo para hacer sentir el poder… así son esos renglones torcidos… Doscientos años de Independencia, Cien años de Revolución reflejados en un sistema burocrático, donde los empleados morosos inventan requisitos o de manera irresponsable se reparte justicia con singular espíritu democrático, es decir a todos los chingan por igual, obviamente que la balanza suele inclinarse por donde el billete se circula y pesa… por eso, mejor me repliego en los malabares del mundo político…” ¡oh my God! Yo le digo que sale de Guatemala para entrar en Guatepeor porque en el ambiente de la grilla también abundan los gandayas y los habilones; también proliferan en los corrillos de palacio los malandros y pelafustanes, con la diferencia que no meten a la cárcel a los inocentes, solamente le piden las nalgas a quien necesita un asiento de edil, pero aquí no se arriesga la libertad mientras su protector esté firme en la circunstancia… uno se pregunta ¿por dónde se perdió aquel intento de la simplificación administrativa? Nadie lo sabe.
No hay para donde hacerse. Si le busca por la política debe saberse que los cargos se compran igual que las plazas, como en el caso de los maestros… a quienes por cierto les mando un afectuoso abrazo en vísperas de su día, a los que sí chambean, a los que no andan de pedotes cada fin de semana, a los que no transitan prófugos o protegidos por la ley del billete, luego de algún estupro o alguna violación. A los que comprendieron eso del apostolado, un abrazo. Por cierto, vaya una trompetilla sonora y prolongada a los catedráticos que mantienen a los alumnos de la Secundaria General Acayucan, que asisten al turno vespertino, formaditos bajo los rayos incandescentes del Astro Rey. Mire usted que establecieron como regla inflexible que para tener derecho a entrar al inmueble deben permanecer paraditos, en fila india, bajo la tortura del Dios Febo, es decir los niños no tienen permiso de esperar baja la sombra de nada, ni siquiera de un sombrero, pues cubrirse bajo las ramas de un árbol o una sombrilla es motivo de sanción y retiro a su casa. La orden es esperar formado bajo el sol es definitivamente una medida arbitraria, absurda y tonta que atenta contra la salud de los estudiantes… Que alguien me explique por qué no comprendo… Será la risa contagiosa de la alcaldesa, esa que de manera tan linda, franca y espontánea suelta cada vez que dice algo, lo que hace que todo parezca bien hecho por ella. Como un Rey Midas todo lo que sus carcajadas alcanza, que reparte como sonido de copas champaneras, es visto con agrado y produce alegría. La sonrisa franca de Regina Vázquez nos hace olvidar la seriedad y el protocolo de cualquier acto de gobierno. Me dicen que, en días pasados durante el banderazo de inicio de cierto arreglo de vialidad en nuestra ciudad, no supo proporcionar que cantidad de dinero se pretende invertir en la obra. Soltó su chispeante carcajada, preguntó a sus chotines y melindrozas que le acompañan que le acuerpan, las cifras que se invertirán para decir: “Después hablamos de costos y de los detalles del proyecto”. Seguramente que tampoco existen actas y documentos que sustenten la construcción, pero eso para ella no tiene la menor importancia. Ella es así caprichosa y rebelde es un potro sin freno es la tempestad… así es: Pragmática y espontánea. Le aplauden sus achichincles y sus rémoras, y todo es perfecto. Mañana las fotos de sociales y sus anuncios de prensa dirán que un enorme beneficio derrama su administración y se va por la tangente, la secante y el cociente… adonde la virgen le habla siempre por el celular. Costumbre que adoptaron las melifluas y lamepisos que celebran tanta banalidad o chabacanería. Debo aquí significar a que yo también estoy convertido en su admirador, no tanto como ese parecito de aduladores que no la deja respirar, pero soy su devoto admirador de carisma, sin llegar a la categoría de fanático. Regina como su hermana Fabiola cierto que gozan de enorme Angel, pero creo que necesitamos en ellas la presencia de una auténtica representante de los intereses de nuestra ciudad, no importa que nos cuenteen y nos den rosquita y atole pero que entre el chocholeo y los apapachos surja la gobernante, la rectora, la guía, responsable de la aplicación del dinero del pueblo. No todo sea estrado y concurso, pasarela y regalitos. Sabemos que los actos masivos que celebran producen efecto electoral muy considerable, pero debe también existir responsabilidad administrativa y respeto a la inteligencia de un enorme sector de población que lejos estamos de ser considerados como un pueblo de cretinos, que con un torito encuetado o un negrito bailarín nos volvamos locos. Locas, esas que así son y nada le critico salvo que contagiadas de histeria de frivolidad consideran que un ayuntamiento es como un comité central de carnaval donde todo es burla y borrachera que debe perdurar tres años y continuar por otro tanto… yo insisto al gran elector que es el pueblo en razonar mesuradamente nuestro voto para que nadie nos engañe con este tipo de teatros o de escenografías, que nadie nos venga a comprar un sufragio que saldrá del dinero de nuestro municipio… cierto que todavía no hay ni por quien decidirse pero hagamos reflexión y que nadie nos engañe para que nadie se queje… escribiendo los versos más tristes entre lamento de estrofas, viendo pasar la vida y sus encantos…

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