miércoles, 19 de mayo de 2010

Marinos le dieron toques eléctricos y le quemaron el recto

*** Penosamente denunció Jesús David Vargas que los marinos le dieron toques eléctricos y le quemaron el recto. Todo como en una pesadilla que no tenía final, pues lo único que lograba identificar era el ruido del movimiento aéreo que ocurría cerca de donde lo tenían encerrado.
Por YOLANDA ORDAZ

El mecánico Jesús David Vargas Ramírez sobrevivió a siete días de torturas físicas y sicológicas a que lo sometieron militares que lo secuestraron el pasado 11 de mayo, en la zona de Santa Fe, cuando se dirigía a reparar un camión.
El agraviado dijo que está vivo de milagro, y que responsabiliza a elementos armados de la marina de lo que pase en adelante a él o a su familia, por su seguridad, por todo lo que le hicieron porque hasta le perforaron la zona rectal con un conductor de electricidad conocido como “chicharra”, y lo obligaron a firmar documentos cuyo contenido desconoce.
Desde su cama en un hospital privado de esta ciudad donde pidió a sus familiares que lo trasladaran luego de que una ambulancia de la Cruz Roja lo rescató en la zona norte de la ciudad, el mecánico de 35 años de edad declaró con dificultad, porque hasta hablar le producía dolor en todo el cuerpo, y la cara.
Pero dijo con precisión que sus secuestradores se identificaron como elementos del grupo de inteligencia militar, quienes insistían en que se declarara confeso de pertenecer a un grupo delictivo. Le preguntaban que en dónde trabajaba, y para quiénes. Y se enojaban mucho cuando les respondía que trabajaba en su taller, y que lo hacía para mantener a su familia. Las torturas seguían y más fuertes.
-El hombre perdió la noción del tiempo y de espacio durante la semana de su cautiverio, dijo ayer que lo mantuvieron con los ojos y la cara vendada y que lo golpeaban con algo que no pudo identificar qué era, si un palo, o un bate, pero le molieron los glúteos, las piernas, el abdomen.
Penosamente denunció Jesús David Vargas que los marinos le dieron toques eléctricos y le quemaron el recto. Todo como en una pesadilla que no tenía final, pues lo único que lograba identificar era el ruido del movimiento aéreo que ocurría en las cercanías de donde lo tenían encerrado.
-El reconocimiento médico realizado al herido este mismo martes describe perfectamente lo que sufrió durante el tiempo que permaneció privado de la libertad.
El agraviado ha rendido declaraciones durante la noche ante el Ministerio Público del Fuero Común que inició la investigación oficial con la denuncia de desaparición que interpusieron los familiares. (Tomado de Notiver/19 de mayo 2010).

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