miércoles, 28 de abril de 2010

Ja, ja, ja. Que risa que me da


Columna: Déjame que te cuente…

Por Sergio M. Trejo González.

He venido señalando en anteriores entregas que los tiempos políticos, en su vorágine arrastran de todo, creando un remolino de confusiones que alimentan algunos politólogos y ciertos tunde teclas nutren, avivan y fomenta, como chismosos de antiguos corredores; embrollando, aun más, el panorama electoral donde todavía falta buen tramo para que de verdad pueda alguien cantar victoria. Ahí andan Reymundo, Marcos, Victorino, Macario, Abel y los que se acumulen sin nada todavía. Cierto que los aspirantes a la presidencia que están pendientes de resolver hacen la chamba para enmarañar, como verdad también es que los que buscan sin escrúpulo alguna posición en las planillas juegan sus cartas, gastan su lana y entregan la nacha a quienes piensan podrá ser factor de determinación, para estar en la nómina los próximos tres años… Ya nadie cuida la forma porque los tiempos cambian. Todo cambia. Antes nadie se movía para salir en la foto, ahora perrean un hueso en sentido literal y en sentido metafórico. Todo cambia, pero por supuesto que quienes disfrutan de privilegios y canonjías quisieran que su circunstancia jamás cambiara y tratan para ello de perpetuarse en el poder heredando los cargos a sus familiares para continuar viviendo del presupuesto público, mientras que quienes vemos pasar la vida y los encantos de quienes cobran en palacio sin hacer nada prácticamente, salvo robar en la organización de una feria o chingarse las mochadas por concesionar un carnaval o hacerse de la vista gorda para que los ambulantes se instalen donde no deben o recibir alguna prebenda por firmar alguna acta de cabildo donde se tape alguna… llamémosle depredación, quisiéramos que también nuestra condición cambiara.
En esa filosofía y en ese devenir, Acayucan, es llevado y traído por los rumorólogos. Esos actuales correveidile utilizados por políticos para la sátira, la diatriba y la calumnia, incluso para la amenaza soflamera como esa que le formulan a Marcos Martínez por ahí (¿tanto miedo le tienen?) buscando que se acalambre a las presiones de un partido que gracias a su delegado haaaambre, que ahora dice en “entrevista exclusiva” para cierto calumnista, que aterriza en la pista del ayuntamiento: “… la conformación de las planillas privilegiarán la militancia, el trabajo de partido, pero sobretodo las propuestas que emanen de los sectores y las organizaciones … “Ja, ja, ja. Que risa que me da. Je, je, je. No me puedo detener. Ji, ji, ji. No me paro de reír. Jo, jo, jo. Y ju, ju, ju… Tienes en la espalda una araña negra. Tienes una media de otro color. Tienes en los dientes manchas amarillas. Hay un chicle en tu pantalón… Ahí viene el león que se escapó del circo. Hay un pericote dentro del sillón. Hay veinte fantasmas en tu dormitorio. Hay un monstruo en tu habitación…” por favor que no vengan a chamaquearnos con choros mamelucos, que nadie se asuste con amenazas ridículas, propias de la jerga de los rufianes y los picaros... Los muertos que vos matáis gozan de cabal salud.
Rumores, bulos, chismes y leyendas urbanas que circulan por la red… de verdad que dejan embarrados los sesos en la pared con tanta tarugada que anotan para quedar bien con su mecenas. Se arrastran como sería normal en vísperas del 7 de junio para recibir su chayotazo o su embute, pero mire usted que en pleno mes de abril y en el umbral de mayo andar abiertamente en el juego de la intimidación y el chantaje. Dejemos mejor la jácara y el ardid; pongámonos a orientar a la ciudadanía para que participe en la próxima jornada democrática, que la gente analice bien las propuestas de los contendientes, la trayectoria de los integrantes de las planillas, cuáles han sido los meritos que les merecen ser sujetos a elección… Debo subrayar que no me asombro, he visto desde hace rato en los corrillos del poder tantas esteras, moquetas y petates a los pies de un candidato, sin embargo hoy resulta el colmo nadie se mueve por convicción sino por condición. Andamos cuales estatuas parlantes, en remedo de aquellas que eran utilizadas en la antigüedad como depositarias de innumerables panfletos satíricos, en los que se criticaba las estructuras del poder. Las más famosas sabemos es la estatua de Pasquino y la de Marforio… de ahí viene lo de Pasquín…otro día les cuento de esos renglones torcidos, porque “Déjame que te cuente” no significa muro de censura ni silencio para decir lo que nos venga en gana… estoy criticando nomas la amenaza y la represión, en grado de tentativa, que en nada contribuye al ejercicio democrático. los periodistas serios, éticos y profesionales cuentan no sólo con mi reconocimiento y admiración, Carlos Delgado Carvajal, Eva López Robinson, Gustavo González Godina, Jorge Cárdenas Romero, José Luis Ortega Vidal y al propio Cecilio Pérez Cortes, sin olvidar a Chucho Gutiérrez ni a Esperanza Arias, saben que los admiro y los aprecio un chingo, como reconozco a otros muchos su valor civil, su rigor y profesionalismo que les han ganado un merecido lugar en el corazón y en el pensamiento de cada ciudadano que los conoce. No me gusta el periodismo donde hay censura, donde se reprime, donde se compra o se vende convicciones, donde se "dicta línea", donde se amenaza o se castiga a quienes viven de la información.
Decía que mejor debemos actuar en la fuerza de valores como la verdad, la honestidad, la transparencia… Que un candidato o candidata contrate servicios informativos con un medio no significa venderle la conciencia o tener que omitir las tarugadas que impulse en su campaña. Recuérdese que la estructura de la democracia es un edificio que se construye a través del voto, y los ciudadanos deberíamos impulsar iniciativas para responsabilizar a quienes no respetan las plataformas con que se postulan. Tanta hipocresía y traición al voto termina con la confianza ciudadana. Tenemos que impulsar una democracia con más participación. Acayucan no puede cambiar si el ciudadano cree que su intervención es un voto cada tres años. Hay que instalar como valor supremo de todas las conductas, la ética pública: lo que es de todos es sagrado y hacer negocios privados con bienes públicos pudiera ser el peor de los pecados.
Debemos participar con nuestras opiniones respetuosas, sin pretensión de confundir al electorado, sin perjuicio de lo que cada candidato y los voceros de cada partido formulen. Cada vez que lea usted o escuche una opinión o una nota, realice sus propias cavilaciones y de manera ecuánime, serena y neutral, saque conclusiones propias, tendientes a ejercer su voto el día 4 de julio. No deje que otros decidan por usted… no se pierda en la morrocotudo y garrafal confusión de tanto murmullo y borrego que sueltan. No todo es chisme pero tampoco todo es realidad… Nadie es tan malo que no merezca la vida, ni nadie es tan bueno que la vida no lo merezca.

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