Desde 1992 don Leandro de Jesús se ha dedicado a la reproducción de los árboles y plantas en peligro de extinción. Ojalá que las autoridades le brinden el apoyo que necesita. Aquí con la regidora, Wilka Aché. El noni uno de los más solicitados.
Sayula de Alemán.— Don Leandro de Jesús Molina, con 78 años de edad, se ha entregado en cuerpo y alma a la reproducción de árboles (frutales y maderables) y de todo tipo de plantas, que tienden a desaparecer, principalmente por la tala inmoderada. La invitación para conocer el trabajo de don Leandro nos la hizo la regidora Wilka Aché Teruí, encargada de la comisión de fomento agropecuario.
El día de hoy (18 de septiembre), a eso del mediodía, estuvimos con él en su casa, ubicada en la calle Juan de la Barrera No. 10 del barrio Belén y platicamos con él. Nos contó cómo le nació el amor por el rescate de árboles y plantas, que tienden a desaparecer.
Expresó que en el año de 1992 dejó de trabajar para una empresa Cervera de Acayucan. Era gerente. En una ocasión el padre Juan López Velarde lo invitó para reforestar y arreglar la casa del retiro, situada en varias hectáreas. Aceptó y en menos de tres años se vio el gran cambio. Cientos de árboles y plantas embellecieron el lugar.
Ahora dice, cuando visita el retiro tal pareciera que los árboles y plantas lo recibieran. Se mueven sin que haya aire. Se siente orgulloso y agradecido de Dios porque le dio una bonita familia. Siete hijos (seis hombres y una mujer) y una buena esposa Eufrosina Damián Quinto. Además del don de la siembra.
Manifestó que han sido miles de plantas que ha logrado reproducir e injertar. Muchas gentes se han llevado el producto de su trabajo. No las vende, aunque a veces ha tenido la necesidad de recibir algún apoyo económico para seguir su labor de rescate ecológico.
Afortunadamente, citó, cuenta con el apoyo de una beca de las de 70 y Más y de ahí la mitad le da a su esposa y la otra para los gastos que ocasionan la labor del rescate de árboles y plantas. Señaló que en una ocasión solicitó apoyo a una oficina oficial para poder reproducir más plantas, sin embargo, sigue esperando la respuesta.
Al principio al ver el grupo de reporteros, que llegó a su casa para conocer su labor, se disculpó: “No me lo tomen a mal si lloro. Pero me da mucho gusto que estén en su humilde casa. Tengo una semana sólo, mi esposa anda por Veracruz. Fue a checarse porque está enferma de la diabetes. Y yo me quedé. Tres hijos están trabajando fuera, algunos en el norte, hablan por teléfono y yo les contestó”.
Vamos a ver los arbolitos y las plantas. Quiero que los vean. Tenemos caimitos, pepetacas, mango petacón, guayas, noni (que dicen que es medicinal), nacaxte, ceiba y muchos otros. Acompañados de la regidora Wilka y de Dagoberto Marcial, hicimos el recorrido por el terreno, adjunto a su hogar, en donde le da vida a las distintas especies de árboles y plantas.
Ante la presencia de su hijo Baldemar, don Leandro dio, al grupo de reporteros y a nuestros acompañantes, la explicación de cada especie de arbolitos y plantas. . . . Y no faltó el ofrecimiento de su producción, nadie se hizo del rogar y todos cargamos por lo menos con una planta de cada especie que había en existencia.
El día de hoy (18 de septiembre), a eso del mediodía, estuvimos con él en su casa, ubicada en la calle Juan de la Barrera No. 10 del barrio Belén y platicamos con él. Nos contó cómo le nació el amor por el rescate de árboles y plantas, que tienden a desaparecer.
Expresó que en el año de 1992 dejó de trabajar para una empresa Cervera de Acayucan. Era gerente. En una ocasión el padre Juan López Velarde lo invitó para reforestar y arreglar la casa del retiro, situada en varias hectáreas. Aceptó y en menos de tres años se vio el gran cambio. Cientos de árboles y plantas embellecieron el lugar.
Ahora dice, cuando visita el retiro tal pareciera que los árboles y plantas lo recibieran. Se mueven sin que haya aire. Se siente orgulloso y agradecido de Dios porque le dio una bonita familia. Siete hijos (seis hombres y una mujer) y una buena esposa Eufrosina Damián Quinto. Además del don de la siembra.
Manifestó que han sido miles de plantas que ha logrado reproducir e injertar. Muchas gentes se han llevado el producto de su trabajo. No las vende, aunque a veces ha tenido la necesidad de recibir algún apoyo económico para seguir su labor de rescate ecológico.
Afortunadamente, citó, cuenta con el apoyo de una beca de las de 70 y Más y de ahí la mitad le da a su esposa y la otra para los gastos que ocasionan la labor del rescate de árboles y plantas. Señaló que en una ocasión solicitó apoyo a una oficina oficial para poder reproducir más plantas, sin embargo, sigue esperando la respuesta.
Al principio al ver el grupo de reporteros, que llegó a su casa para conocer su labor, se disculpó: “No me lo tomen a mal si lloro. Pero me da mucho gusto que estén en su humilde casa. Tengo una semana sólo, mi esposa anda por Veracruz. Fue a checarse porque está enferma de la diabetes. Y yo me quedé. Tres hijos están trabajando fuera, algunos en el norte, hablan por teléfono y yo les contestó”.
Vamos a ver los arbolitos y las plantas. Quiero que los vean. Tenemos caimitos, pepetacas, mango petacón, guayas, noni (que dicen que es medicinal), nacaxte, ceiba y muchos otros. Acompañados de la regidora Wilka y de Dagoberto Marcial, hicimos el recorrido por el terreno, adjunto a su hogar, en donde le da vida a las distintas especies de árboles y plantas.
Ante la presencia de su hijo Baldemar, don Leandro dio, al grupo de reporteros y a nuestros acompañantes, la explicación de cada especie de arbolitos y plantas. . . . Y no faltó el ofrecimiento de su producción, nadie se hizo del rogar y todos cargamos por lo menos con una planta de cada especie que había en existencia.
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