Columna: Déjame que te Cuente
Por Sergio M. Trejo González
Doña Panchita, hoy, ha tomado camino con rumbo a la ciudad de Irás y no Volverás.
Partió en busca de los brazos de su esposo, el inolvidable e ínclito profesor Alfredo Celis del Ángel Champson, quién ya disfruta el sueño de los justos.
Estará para siempre en nuestra memoria y en nuestro corazón, con todo lo que pudimos compartir durante tantos y bastantes de los casi 90 años que este próximo mes de octubre cumpliría: Dios sabe.
Sus tiempos son perfectos y sus designios inexorables.
Francisca Prieto Chavez.
Abuelita querida de nuestro amigo
Jesús Manuel Martínez Celis del Ángel, falleció.
Estoy tratando de organizarme para hacer lo conducente, lo propio y lo posible para cualquier cosa, ahorita cuando ya es demasiado tarde para todo.
Son momentos de tribulación y busco las palabras a mi alcance, para remitir a donde se encuentren los deudos, mis condolencias cumplidas y sentidas, lamentando el luto y la tristeza por la despedida de tan distinguida dama, rogando al Todopoderoso por el eterno descanso para su alma; y que mi amigo Jesús Manuel, su señora madre doña María Elena Celis del Ángel de Martínez, y demás familiares, reciban la fortaleza necesaria y la pronta resignación para sobrellevar este momento tan doloroso.
Descanse en paz.
Partió en busca de los brazos de su esposo, el inolvidable e ínclito profesor Alfredo Celis del Ángel Champson, quién ya disfruta el sueño de los justos.
Estará para siempre en nuestra memoria y en nuestro corazón, con todo lo que pudimos compartir durante tantos y bastantes de los casi 90 años que este próximo mes de octubre cumpliría: Dios sabe.
Sus tiempos son perfectos y sus designios inexorables.
Francisca Prieto Chavez.
Abuelita querida de nuestro amigo
Jesús Manuel Martínez Celis del Ángel, falleció.
Estoy tratando de organizarme para hacer lo conducente, lo propio y lo posible para cualquier cosa, ahorita cuando ya es demasiado tarde para todo.
Son momentos de tribulación y busco las palabras a mi alcance, para remitir a donde se encuentren los deudos, mis condolencias cumplidas y sentidas, lamentando el luto y la tristeza por la despedida de tan distinguida dama, rogando al Todopoderoso por el eterno descanso para su alma; y que mi amigo Jesús Manuel, su señora madre doña María Elena Celis del Ángel de Martínez, y demás familiares, reciban la fortaleza necesaria y la pronta resignación para sobrellevar este momento tan doloroso.
Descanse en paz.
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