Noé Zavaleta
Javier Duarte, gobernador de Veracruz. Foto: Miguel Ángel Carmona |
XALAPA,
Ver. (apro).- El gobernador Javier Duarte presumió que en la entidad ya
no hay extorsiones o balaceras, tampoco secuestros, pues esa
problemática de violencia llegó a su fin.
“Hace unos meses
el problema eran las balaceras, las extorsiones y los secuestros, y hoy
por hoy hemos atendido los delitos de más alto impacto. Hoy Veracruz se
desarrolla en un ambiente de plenitud, y ejemplo de ello es que acabamos
de tener uno de los mejores carnavales, de los más seguros”, se jactó.
En
entrevista en el ayuntamiento de Veracruz al concluir un hermanamiento
de esta ciudad con el municipio brasileño de Santos, acto al que acudió
el alcalde sudamericano Paulo Alexandre Pereira, Duarte ponderó que
aunque siga habiendo “incidentes” (sic), hay “instituciones sólidas” de seguridad pública y de procuración de justicia “que hoy” hacen valer el estado de derecho.
Luego
el gobernador aseguró que el crecimiento económico que ha tenido el
estado “no es casualidad”, pues dijo que el reforzamiento de la
seguridad contribuye a la atracción de inversiones.
Pese a que en
la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y en Xalapa persiste el cierre
de negocios debido a que empresarios se dicen extorsionados, Duarte de
Ochoa insistió en que “Veracruz está en calma”.
“Hay incidentes, y
eso no los vamos a poder evitar, van a seguir sucediendo, pues sólo en
la zona conurbada somos más de un millón de habitantes, ocho millones en
todo el estado. Lo importante es que hay instituciones firmes, con una
gran determinación, instituciones preparadas para, con la ley en la
mano, hacer valer el estado de derecho”, reviró el mandatario priista.
En
Xalapa, el procurador Luis Ángel Bravo se quejó de que a 10 días de
haber asumido el cargo encontró su oficina convertida en un “cochinero”.
El
titular de la PGJ señaló que incluso algunos de sus subalternos con los
que llegó a administrar la justicia, se han quejado de que hasta
“ratones” encontraron en el inmueble.
“Quien tiene un cochinero en
sus oficinas debe tener alguna sanción administrativa. No puede ser,
hay lugares donde grupos de personas se han quejado de que hasta ratones
han encontrado, eso no puede ser, si así tienen la oficina, ¿cómo
tendrán un expediente?”, lamentó el fiscal ante los reporteros.
Bravo
Contreras admitió que la oficina que ahora administra carece de
estadísticas sobre feminicidios, denuncias por trata de menores, entre
otros datos, situación en la que se comprometió a trabajar.
“Se
está haciendo un dato verdadero y auténtico. No tengo en la
entrega-recepción esa estadística, no se han generado muchos datos
informativos que deben ser ya incluso publicados como obligaciones de
transparencia”, admitió.
El fiscal de Veracruz pidió a la opinión pública un plazo de 90 días para hacer un “corte estadístico” de su trabajo.
Luis
Ángel Bravo asumió el cargo el pasado 25 de febrero, aun cuando pesan
sobre él dos averiguaciones previas, pues en 2011 fue acusado penalmente
por golpear en un restaurante a Rodolfo Díaz, un agente del Ministerio
Público.
Días después, Bravo Contreras intentó sobornar al agente del MP por la disputa de un terreno en la ciudad de Córdoba (Proceso 1947), según consta en las averiguaciones previas FESP/ 145/2011/I y 148E/2011.
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