Columna: Déjame que te cuente…
Por Por Sergio M. Trejo González
El pequeño Humberto Gómez Trejo fue llevado a la pila bautismal, el pasado domingo 8 de abril, por sus padres Humberto Gómez Martínez y Viridiana Trejo de Gómez.
La ceremonia religiosa se llevó a cabo a las 12 horas en la parroquia de San Martin Obispo, lugar donde ante la presencia de Dios se dio cumplimiento a tal sacramento de la iglesia recibiendo la bendición sacerdotal rociándose la cabecita del primogénito con agua bendita, significándose la bienvenida al mundo como nuevo cristiano. El inquieto Humberto lució un hermoso atuendo níveo, acompañado por sus padrinos Samuel Luna Ruiz y Juanita Benítez de Luna, quienes realizaron viaje especial desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, para tal acontecimiento.
En esas circunstancias recordamos que tal sacramento del bautismo fue instituido por Cristo. Señal e instrumento de la gracia de Dios por el cual la persona que lo recibe se hace partícipe de la comunidad del bien, en la comprensión de que el bautismo de Juan es bautismo de agua solamente, pero el bautismo instituido por Jesús es un bautismo del Espíritu Santo… “Yo les bautizo en agua para la conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo y no soy digno de desatarle las sandalias. El les bautizará en Espíritu Santo y fuego”.
Momentos después de este conmovedor acto litúrgico, los familiares se trasladaron al domicilio de los bisabuelos maternos para un sencillo y fraternal convivio que se realizó en honor del infante, instantes que fueron aprovechados para compartir el pan y la sal (y una buena rebanada de pastel) disfrutando con alegría el evento generado en torno al más pequeño de la tribu, por quien se brindó para que la felicidad del momento se extienda por el resto de su tierna presencia… Dios nos lo conserve.
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