La entrevista

Guillo Domínguez, de
guía político a escritor

*** Fumando su habano, en el Plaza, prefiere hablar de cultura
*** En exclusiva, revela que escribe una novela con personajes de la región

Por Angel Gabriel FERNÁNDEZ

ACAYUCAN.- Consultado siempre para cuestiones políticas –un consejo, una recomendación, un “palancazo”, una “palomeada”--, el acayuqueño Guillermo “Guillo” Domínguez Dalzell, un referente en la historia política de la región, saborea un puro en el Hotel “Plaza” y decide hablar de cultura.
Habla de cultura, de historia, de libros, de escritores. Hace una importante revelación: Está escribiendo una novela. Es --adelantó—una novela inspirada en personajes de la región. Va a ser seguramente un acontecimiento regional, porque si alguien sabe de los vericuetos de la política en el sur de Veracruz. Va a levantar ámpula. Ya casi vemos a los políticos de la región desesperados buscando el libro para ver si aparecen en él, aunque don “Guillo” dice: “No es más que una novela; me gusta escribir y darles vida a los personajes…”.
A “Guillo” Domínguez le han hecho muchas entrevistas: cientos, quizá miles. Medios estatales, regionales y locales lo buscan sobre todo en tiempos electorales. Lo que diga o comente “Guillo” Domínguez es noticia: si habla a favor de algún personaje, éste se siente ya el ungido; si llega a eventos públicos, le llueven los flashazos. En una ocasión todos temblaron cuando el gobernador del Estado Fidel Herrera Beltrán dijo en un evento público que faltaba su amigo “Guillo” en la lista donde estaban los candidatos a presidentes municipales.
---“Pero es que en realidad no quise entrarle a la política; me han propuesto para alcaldes, para diputado, para todo… pero no me ha interesado….”, revela el hijo del famoso Tío Rubén, el fallecido exalcalde y diputado que era amigo íntimo del presidente de la República Miguel Alemán Valdés.
De lo que sí le interesó hablar ahora fue de cultura.
“Guillo” Domínguez es una enciclopedia. Lo mismo habla de los escritores Bruno Traven o Jorge Luis Borges, que cuenta la historia de su abuelo el inglés William G. Dalzell. Narra – por vez primera— el rito al que lo sometieron cuando empezó a escribir y recuerda cuándo se inauguró el hotel “Plaza”.

RETRATO DE FAMILIA…

Ojos grises, clavados; mirada fija, penetrante; piernas cruzadas, pantalón de mezclilla café con una camisa blanca fina, “Guillo” Domínguez es cien por ciento acayuqueño. Su padre fue Rubén B. (Blas) Domínguez y doña Chabelita Dalzell. Fue hijo único; un hijo único en una casa tipo colonial que se ubica en la calle Constitución esquina Negrete, una de las casas más viejas de la ciudad. Don Rubén, su padre, nació en Texistepec, donde hay una colonia que lleva su nombre. En Acayucan, la biblioteca pública municipal se llama “Rubén B. Domínguez”.
A la casa que habita hoy día “Guillo”, llegaba constantemente un personaje a hospedarse: el licenciado Miguel Alemán Valdés. “Era muy amigo de mi padre; sí, llegaba a la casa y ahí se quedaba”.
El abuelo de “Guillo” Domínguez por la rama materna fue el inglés William G. Dalzell, quien llegó al país para trabajar en la empresa petrolera “El Aguila”.
El obrero petrolero proveniente de Inglaterra, fue el que adquirió la casa donde actualmente vive “Guillo”. “Es una casa de allá por el año 1850 ó 60, de cuando la invasión francesa (La casa aguantó la sacudida en el año 1959, cuando hubo un terremoto que casi destrozó Acayucan).
---“Si los franceses hubieran ganado, imagínate, no me llamaría Guillermo, sino “Guilllaumín”, dice entre bromas el popular personaje acayuqueño.

LA TRADICIÓN DEL PLAZA…

La entrevista es el hotel “Plaza”. El “Plaza” fue inaugurado en la Semana Santa de 1959, era el mes de abril.
La obra la inició don Rubén y la continuó “Guillo”. En el Plaza se reúnen los políticos, las amigas, los amigos, los compadres y hasta la chaviza llega a desayunar o a los eventos en Día de Muertos.
“Guillo” Domínguez tiene la memoria fresca: recuerda que para el edificio de la segunda etapa “el maestro de obras era don Celedonio, compadre de mi papá; el administrador del hotel era Jorge Cárdenas Romero. (Jorge Cárdenas es actualmente periodista destacado en la ciudad, director del semanario Notisur).

LOS LIBROS…

“Guillo” Domínguez es hombre de letras. Ha leído con avidez a Bruno Traven (dice que le gustó mucho “La Rebelión de los Ahorcados”); leyó a Jorge Luis Borges (no “José Luis Borgues”, como dijo un burro expresidente de la República; esto lo dice el autor de esta entrevista); leyó a Luis Spota y obviamente a Balzac.
“Me gusta la literatura de García Márquez, pero le voy más a las novelas…”.
Resultó imprescindible durante la entrevista hablar de Mario Vargas Llosa, recientemente galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
Pocos lo saben, pero “Guillo” revela el misterio: El escribió el libro “El Misterio de la Coprera”, con el pseudónimo de “El Duque de Aca”.
“Son relatos novelados, pero la ocurrencia de poner ese pseudónimo fue de mi amigo Arturo Avendaño, quien con otro grupo de personas me hizo un rito con una escoba pasándome por el cuerpo, como si fuera una espada, y desde ese momento me dijo: eres el “Duque de Aca”.
El libro “Misterio de la Coprera” le ha dado algunas satisfacciones. Por ejemplo, le habló por teléfono el conocido maestro en leyes Ignacio Burgoa Orihuela, quien le comentó que necesitaba unos ejemplares para regalárselos a unos amigos de España.
El apellido Domínguez es citado en varios libros: por ejemplo, don Rubén B. Domínguez es citado en la “Presidencia Imperial” de Enrique Krauze y un primo de “Guillo”, Carlos Leal Domínguez, es citado en un libro del historiador Gutierre Tibón.
Pero un personaje completo como Guillo Domínguez no puede quedarse con tantas historias. Al hombre le gusta escribir. Está escribiendo una novela. “La novela es mi gusto; me gusta darles vida a los personajes…”.
Para su siguiente libro, el acayuqueño ya tiene editor; ya está en la fase final, aunque no sabe aún cuándo se publicará.
El entrevistador lo cuestiona, lo presiona para que dé detalles de su libro, pero “Guillo” Domínguez no cede; tiene tablas: ha sabido torear a decenas de políticos y politiquillos, sólo adelanta: “Son historias de personajes, a lo mejor uno que otro se ve retratado en la novela…”.
“Guillo” Domínguez lee y escribe en su casa. Don Rubén le legó una vasta biblioteca, la cual –es un compromiso—enseñará a quien esto escribe. El rico material de la biblioteca dará para otra entrega …para otro artículo del personaje que de ser un “gurú” de la política regional, se revela como un hombre culto y del cual pronto saldrá a la luz un interesante libro.