jueves, 10 de septiembre de 2009

SAYULA, LUGAR EN DONDE "NADA SIRVE"


Vaya y admire los “elefantes blancos”; nadie los “monta” Mercado, puente asesino y planta de aguas negras, monumentos a lo inservible Ni la carretera han terminado; la SCT recibe puras mentadas.
A este pueblo ya ni la tradición lo salva. Es más: parece que le pesa. El apellido Alemán le queda ya muy grande.
Cuando decían que le iban a hacer grandes obras para que quedara a la altura de sus ancestros, en este pueblo sólo quedan de recuerdo las escobas y la carne enchileanchada.
Hasta el lugar donde nació el ilustre Miguel Alemán Valdés –donde ahora se ubica el Centro de Salud—está rayoneado. La cuna el “cachorro de la Revolución” se convirtió en la cuna de los grafiteros.
Le dicen “el pueblo de los elefantes”, no porque existan los paquidermos esos que tienen grande nariz para oír bien, grandes orejas para escuchar mejor, grandes patas para tenerlas bien plantadas sobre la tierra, un gigantesco cerebro para mandar en ese gigantesco cuerpo y un grandote corazón para que la nobleza sea de su estatura. No: le dicen el pueblo de los elefantes blancos porque “nada sirve”.
EL ELEFANTE NEGRO
El primer elefante es la carretera Transístmica. Va para dos años que le están metiendo mano y nada que la terminan.
Es la vergüenza para los turistas. Todos los que recorren el sureste de México tienen que pasar por esa carretera fea. Hasta los centroamericanos que van en sus convoyes hacia Guatemala, El Salvador y Honduras se burlan de ella.
Es la carretera de las mentadas de madre.
No hay automovilista que no se la miente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Uno de los tantos automovilistas que dejó la defensa y suspensión de su unidad en ese tramo, fue claro: “La SCT que vaya y chin…chin…”.

EL ELEFANTE BLANCO Y ROJO
El mercado se ve bonito a lo lejos. Pero es otro elefante inservible.
Lo construyeron hace 3 años aproximadamente pero dicen que se les olvidó meter el drenaje.
Ofrecieron los locales; iniciaron que iba a tener central camionera…pero nada. Ni lo terminaron. Eso sí, lo pintaron de blanco y rojo.
DIME TÚ PUENTE DE…
El puente ahí está. Alto como un elefante, pero es amarillo.
Nadie lo utiliza porque dicen que mata.
Está en el entronque de la carretera Transístmica con la calle Principal. Se ve bonito, pero no se ve a nadie subir o bajare por él.
Los sayuleños le pagan al puente con el látigo del desprecio luego de que mata a uno de sus jóvenes. El joven tuvo la ocurrencia de subir al puente y tocar los cables de alta tensión. Murió tras varios días de agonía.
HUELE A….
Fue una de las grandes obras del gobierno de Miguel Alemán. Se quiso lucir con los paisanos de su padre.
La planta de tratamiento de aguas residuales fue construida a un lado de la unidad deportiva.
Ahí se supone que iban a tratar las aguas negras de todo el pueblo.
El agua no recibe tratamiento pero sí recibe las descargas corporales de todos los sayuleños.
Dicen que hasta lagartos hay en una de las lagunas.
Pero si el lugar no funcionó como planta de tratamiento, sí funciona como “perfume”: porque todo ese sector es invadido por un olor insoportable.
Si los elefantes no sirven para el espectáculo, hay que regalarlos al zoológico.
Si tampoco sirven para diversión, hay que eliminarlos. (Angel Gabriel Fernández/ Acayucan, Ver./ 09 de septiembre del 2009).

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