sábado, 19 de marzo de 2016

Magia electoral: el candidato "independiente" de la fidelidad, Juan Bueno, se había caído, pero en un golpe de mesa, lo volvieron a meter.

TEXTO IRREVERENTE

Por Andrés Timoteo
ALCALDÍA QUEMADA
Es una metáfora ardiente pero cierta. El palacio municipal quedó chamuscado por las llamas durante la madrugada de ayer pero igual de quemada está la administración de Ramón Poo, quien dejó ir la oportunidad de hacer un buen papel y pasar con decoro a la historia jarocha. ¿Cómo será recordado ?. Como el alcalde de la privatización leonina del Sistema de Agua y Saneamiento, como el títere del gobierno estatal, un edil sin dinero que permitió que el presupuesto municipal se lo robarán en Jalapa,  el alcalde del fraude en la remodelación del centro histórico y que hizo que el Carnaval de Veracruz quedara totalmente desprestigiado  por las transas de sus organizadores. Al empresario metido a la política se le quemó el palacio pero también la alcaldía. Pena ajena.
LA ZAHÚRDA
A eso se llama magia electoral: el candidato "independiente" de la fidelidad, Juan Bueno Torio, se había caído  de la contienda pero en un golpe de mesa, bastante burdo y por supuesto contestable ante tribunales federales, lo volvieron a meter. En menos de 24 horas, el Organismo Público Local Electoral (OPLE) lo descalificó para contender por la gubernatura y  dio marcha atrás para reintegrarlo tras la reprimenda de palacio de gobierno. No era posible que el tricolor se quedara sin su  palero luego de que el también expanista Gerardo Buganza Salmerón se retirara de la contienda porque nunca levantó en la intención del voto. 
La desesperación privó en la fidelidad porque le han invertido mucho dinero al cordobés Bueno Torio para que se disfrace de candidato "independiente" en un intento de restarle votos a la alianza formada por los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), además de servir como ariete verbal contra el candidato de la misma, y entonces obligaron al arbitro electoral para retorcer la ley y  convertir al organismo en una zahúrda donde los sucios retozan.
El miércoles por la mañana, el OPLE  a través de la titular de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos, Eva Barrientos, informó que Bueno Torio no había alcanzado el número de firmas requerido para obtener su registro como candidato independiente,  que son 165 mil 500, y por ende se le negaba la inscripción oficial. Pero vino la reculona tras  las llamadas de palacio de gobierno, los regaños desde Barcelona donde radica el gobernante de facto, el impresentable, y así, los corruptos presionaron para que no se eliminara al alfil de la fidelidad. 
La noche de ese mismo miércoles, el presidente del organismo, Alejandro Bonilla, un pillo electoral de siete suelas, convocó a una sesión de emergencia para darle la vuelta al asunto y re-meter 'con calzador'  a Bueno Torio. Vaya, fue tan fuerte la presión de sus patrones que los consejeros electorales usurparon las funciones de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para  ¡¡dictar jurisprudencia!!. Algo que no se había visto nunca: el OPLE interpretó las leyes para avalar una candidatura claramente ilegal. 
Según el documento que se ha exhibido, los consejeros hicieron una "interpretación pro-persona" y decidieron que "no era justo" negar el registro al cordobés aun cuando no presentó el total de firmas en cuatro distritos – Pánuco, Tantoyuca, Orizaba y Camerino Z. Mendoza- en los cuales, concretamente, faltaron 599 signaturas. Y la perla de la resolución fue la deducción de que  esas 599 firmas no "pueden viciar y dejar sin efectos" las 183 mil 780 firmas que supuestamente presentó Bueno Torio correspondientes a toda la geografía electoral. 
Vaya desfachatez de esos señores porque ellos mismos rompen con la ley y el principio que siempre han defendido, ese de que 'un voto hace la diferencia'. Un voto o una firma se cuenta y debe valer. Es decir, esconden el faltante de 599 firmas y lo suplen con las presentadas en los 26 distritos restantes. Con ello también establecen un  precedente muy negativo. ¿Qué harán si en la contienda formal al candidato  del PRI, quedó con 600 votos debajo del ganador de la oposición?, ¿le sumarán el resto de sufragios en una interpretación 'pro-persona para forzar su victoria?. Estos consejeros no solo son malintencionados y burdos sino además  orejones. 
Lo anterior sin analizar los pormenores de las firmas presentadas por Juan Bueno Torio donde se nota que los operadores del PRI - que fueron asignados por palacio de gobierno para hacer la recolección de las mismas- también hicieron un trabajo burdo porque  falsificaron firmas, las duplicaron o presentaron las signaturas de gente muerta, migrante o radicada en otros estados. Las firmas  de Bueno Torio no aguantan una auditoria caligráfica ni sobre padrones. De ahí que se habla que ni siquiera alcanzó 150 mil  pero ahora el OPLE ¡¡le reconoce 183 mil 780!!. ¿No es magia eso?. 
Por si fuera poco, en la justificación para volver a incluir al cordobés en la contienda electoral, los consejeros sostienen que el mismo no pudo presentar la totalidad de firmas en cuatro distritos debido a las dificultades de distancia y geografía para allegar los documentos al OPLE. No tienen vergüenza. ¿Qué dificultad de distancia hay entre Jalapa y los distritos conurbados de Orizaba y Camerino Z. Mendoza?, ¿Tres horas en carretera y los paquetes no pudieron llegar?, ¿No es justificar lo injustificable?. El caso de Bueno Torio es el primer cochinero del arbitro electoral y vendrán más porque para eso les pagan desde palacio de gobierno. 
De esta forma, "haiga sido como haiga sido" - tal como dijo el fraudulento Felipe Calderón en el 2006 luego de robarse la Presidencia de la República- Juan Bueno Torio ya está otra vez en la contienda –y permanecerá ahí hasta que no haya un dictamen de la justicia federal que anule su registro, si es que se da- y así, la fidelidad recuperó a su "candidato independiente" luego de que los otros tres se le cayeron: Buganza Salmerón, el  el experredista Elías Miguel Moreno Brizuela, quien no alcanzó el numero de firmas para su registro y Víctor Serralde Martínez - o como se llame en realidad-, con quien no concretó su postulación pero se quedó como infiltrado en Acción Nacional. 
De hecho, palacio de gobierno ya tiene lista otra "candidata satélite" para tratar de quitarle votos a la alianza PAN-PRD, la panista Alba Leonila Méndez Herrera, exalcaldesa de Atzalan y exdiputada local y federal. Según la especie, Méndez Herrera habría renunciado al panismo para aceptar la postulación de una fracción del Partido del Trabajo a la gubernatura de Veracruz y así, adherirse  a la serie de panistas-rojos que aceptan el enamoramiento de palacio de gobierno para fungir como oposición débil al PRI y serv atacantes del panismo y del perredismo que van en alianza. 
El otro "candidato satélite" es el exdirigente del blanquiazul, Alejandro Vázquez Cuevas, quien asumió la candidatura del Partido Encuentro Social (PES) y cuyo discurso solo  se basa en la descalificación del abanderado de la coalición PAN-PRD. Claro, ni el PES ni el PT tienen suficientes tamaños para ganar las elecciones y por ende, el papel que juegan en la contienda es de palero, un rol indigno pero muy rentable pues se habla de varios millones de pesos que cobraron tanto  la dirigencia del partido como sus abanderados a la gubernatura para prestarse al teatro.

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