martes, 19 de enero de 2016

Columna: LA MANGA

Por Angel Gutiérrez Carlín

Aunque no hay candidatos formales en las personas de Héctor y Miguel Angel Yunes, ya empezaron los desmarques o deslindes.
Se iniciaron los alejamientos cuando uno de los hijos de Miguel Angel expresó que la comida a la que asistió Héctor con el gobernador Javier Duarte y otros priístas, entre ellos aspirantes a gobernar Veracruz, era pagada por los veracruzanos, cuando era un acto partidista.
Héctor respondió, en relación a la corrupción señalada por su parientes, que por desvíos de dinero y otras irregularidades quien lo haya hecho tendrá que pagar, asumir su responsabilidad, pero que él sabe respetar a la familia, incluso defenderla como lo hizo cuando el incidente de la caña de pescar, en franca referencia a su primo Miguel Angel.
Miguel Angel, por su parte, expresó que familiarmente él lo respeta y que incluso se quieren, pero que políticamente de Héctor lo separa un abismo, porque su primo le ha servido tanto a Fidel Herrera como a Javier Duarte siendo gobernadores ambos, lo que evitará, según él, que su posición sea la de enfrentar e impedir la impunidad de los funcionarios de ambos sexenios.
Si los dos son candidatos por sus respectivos partidos y alianzas, este panorama ríspido parece ser que irá creciendo, aunque la posición de Héctor es de no ahondar diferencias ni polemizar con Miguel Angel. Veremos si así es.
En el fondo se pretende lo mismo, ganar la gubernatura del Estado, pero lo cierto es que por pertenecer a partidos políticos diferentes, uno de ellos en el poder, de donde proviene Héctor, no pueden presentar posturas idénticas, aún en el combate a la corrupción y a la impunidad, bandera de los Yunes panistas desde hace un buen rato.
Esta confrontación, si se da, conforme vaya creciendo hará que cada vez nos acordemos menos de los denominados independientes Gerardo Buganza, Juan Bueno y Miguel Moreno Brizuela, quienes tendrán que inventar algo para jalar la atención de la gente si no se perderán irremediablemente en una justa electoral que básicamente será de dos: Miguel Angel Yunes Linares como gladiador nato, que lo es y Héctor Yunes Landa que, según se ve, irá midiendo el terreno que pisa, ponderando la conveniencia de la controversia, el enfrentamiento, desmarcándose eso sí y pronunciándose por el castigo ejemplar de los que tengan o hayan tenido responsabilidad en el manejo irregular de recursos públicos.
Otro asunto que tendrá que irse viendo cómo lo manejará cada uno de ellos serán las negociaciones para postular candidatos a diputados locales. Qué tanto consentirá Miguel Angel en darle al PRD y qué tanto a quienes no comulgan con él en el PAN. Por su lado Héctor tiene enfrente las exigencias que seguramente se darán del grupo en el poder y lo que institucionalmente tenga que ceder como posiciones de los sectores y estructura priísta y otro u otros aspirantes que se quedaron en el camino.

BOQUELUMBRE
"Con el tiempo las constituciones locales se han convertido en disposiciones reglamentarias de la Constitución federal." 
Diego Valadés

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