Por Juan Duarte Pablo
San Andrés Tuxtla, Ver.-
La toma de decisiones al vapor, le
están trayendo dolores de cabeza al presidente municipal ingeniero Manuel
Rosendo Pelayo, y es que esta vez ordenó el derribo de dos árboles milenarios
en el parque municipal provocando un ecocidio solamente para rellenar el
espacio con cemento.
Los dos árboles de ficus formaban ya parte del entorno y el
paisaje que admiraban día a día no solo los ciudadanos de este municipio, sino
a los turistas y que daba sombra a mucha gente en época de calor.
La mañana de este jueves, se dio la primera reacción cuando
un grupo de ciudadanos encabezados por el licenciado Carlos Cadena Cruz se
presentó en el parque con otras personas representativas como el de Fuerza Humanitaria del Pueblo y el del grupo La
Roca, los cuales exigen una explicación a las autoridades municipales sobre el
derribo de los árboles milenarios.
Solo un funcionario menor del ayuntamiento que dijo ser de
gobernación quien dio una escueta y endeble , muy endeble explicación que no
dejó satisfecho a nadie, diciendo que los árboles fueron derribados porque les
faltaba agua y estaban enfermos, que la Semarnat y la Profepa autorizaron el
derribo, pero nunca mostraron los permisos para comprobar su veracidad, hay que
tener cuidado entonces porque para curar un enfermo hay que matarlo, vaya
vacilada de este funcionario de apellido Ortega.
Ni siquiera el área de comunicación social ha dado una
explicación al respecto y mucho menos el presidente municipal a quien a estas
alturas le vale, lo que opine el pueblo, le viene huango lo que digan a estas
alturas, ahí está el caso de las denuncias que hay en contra del inspector que
no ha dado a conocer la conclusión de esta queja, el alcalde se ha vuelto
soberbio, no oye, la gente dice que es un mentiroso.
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