miércoles, 22 de febrero de 2017

¡No te calientes garnacha que no es para ti el aceite!



Déjame que te cuente…

Por Sergio M. Trejo González

Desde hace uno diiitas comenzaron los alborotos, las correderas y las calenturas en eso de los registros formales para elegir a los verdaderos, los meros buenos, abanderados de cada uno de los partidos y las alianzas o las coaliciones y al que se dice ira “por la libre”, en la forma que ahora se puede. Las sorpresas han sido majestuosas, inéditas no (peores cosas se verán) cuando mucho algunita carita, nueva e inocente. Todo normal, la ambición trabaja, pero pues por lo pronto se trata de apantallar, encandilar, seducir.  Así funciona esto para que de una vez se vayan de bruces los que aprovechan irse a la cargada. Comienzan a salir nombres de gentes importantes y otras nadamas famosas, triste o peligrosamente. Cosas del poder y del apetito. El hambre. Ya salieron las primeras descalificaciones. Diatribas, desprecios, humillaciones ¡qué necesidad!
Bueno, el asunto es que a mediados de año tendremos elecciones para la presidencia municipal y el clima político muy especial y un bastante diferente al de anteriores citas electorales locales. Muchas ideas que podían ser buenas hace cuatro años no lo serán esta vez. Muchas personas que se la jugaron con los que ganaron ahora estarán en el grupo de los que perdieron y en ese tenor veremos la recíproca, la contraria y el viceversa.
Yo, por mi parte, digo ( tratando de orientar) a quienes de manera aislada, espontánea e ingenua se acercan a preguntar al respecto: ¡No te calientes garnacha que no es para ti el aceite!.
Así lo digo, porque así habla el mexicano. Con tal expresión muy nuestra, muy propia de nuestro particular estilo de hablar, esa forma peculiar que tenemos, con los matices muy particulares de los jarochos y de los tecos.
Así pues de manera llana y lisa sugiero, a todos aquellos que somos los que cargamos la credencial en la conciencia enterarnos primero, sin irnos de bruces, comprender plenamente  que con nuestro voto podemos darle el triunfo o la derrota a quien se nos pegue la gana, que chequemos bien el dato. Echemos un vistazo a las actuales circunstancias. Hagamos más o menos una lista de quienes nos vienen a proponer y quienes nos han venido a cuentear. Cuantas veces han estado en un cargo. En fin, ya se presentan algunas planillas con sus respectivas pandillas, algunos vivales por sus matorrales, las listas y las tontas... así es esto! escuchamos las primeras declaraciones en público... sus razones de pe$o y las reflexiones que les empujan... ¿Y? se filtra, como siempre se sueltan rumores, que casi siempre tienen algo o mucho de cierto, que los que parecen estar amarrados andan mas sueltos hasta del estómago, porque ya les andan haciendo la chamba dentro de sus mismas siglas, jugándoles o pagándoles con la misma moneda, por debajito del agua... la línea no es como la pintan y seguramente (ya lo estamos mirando) algo hay para pensar que la fuerza de ayer no es la misma con la que se aparenta. Usted todavía no diga esta boca es mía, ni se vaya de bruces porque apenas van a salir los candidatos de cada uno de los partidos. eso lo vamos a tener más claro hasta allá como pasando la primera quincena de marzo. Mejor no haga usted apuestas porque ja ja ja la política: es el arte del carajo... 
Que no le den su atole con el dedo. Ojo mucho ojo. El populismo, es primo hermano del fracaso, ama tanto a los pobres que los multiplica y los mantiene jodidos. Viene de la derrota, se alimenta de la ignorancia, el miedo y del engaño. Se disfraza, acecha, apendeja... esperando la oportunidad.
Al rato le sigo con mis reflexiones, que procurare enriquecer en las banquetas y patios, los lavaderos y los tendederos de Acayucan, para que nadie nos vaya a salir con que nadie nos dice nada y por eso la regamos de nuevo.

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