lunes, 16 de noviembre de 2015

Una sucesión en Veracruz, Luis Echeverría y Reyes Heroles

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• De Carbonell a Érick Lagos 

Barandal


Luis Velázquez/ publicado en el Piñero de la cuenca


Veracruz, 16 de noviembre de 2015.- LA SUCESIÓN DE GOBERNADOR CON ECHEVERRÍA
PASAMANOS: El académico y escritor Federico Reyes Heroles acaba de publicar su libro “Orfandad, el padre y el político”, editorial Alfaguara, una larga y extensa crónica de su padre Jesús Reyes Heroles, el tuxpeño más ilustre de todos los tiempos que nunca, jamás, ha sido ni será superado.
Fue desde director de PEMEX y del Seguro Social hasta presidente del CEN del PRI y secretario de Gobernación y de Educación.
Escribió libros sobre política y su inteligencia y talento, brillo y esplendor, originara siempre la envida de uno de sus compañeros en la UNAM, luego presidente de la república, Luis Echeverría Álvarez.
Don Jesús afirmaba que el más alto patrimonio de un hombre y de un hombre público era el respeto que sembrara y despertara en los demás.
Reyes Heroles mereció el respeto de todos los políticos de su tiempo, sin excepción, porque además, al lado del respeto caminó en el lodazal de la política con una honestidad a prueba de bomba, fortalezas que ahora resulta difícil conjugar en un hombre público.
Federico Reyes Heroles logra una gran obra literaria en 293 páginas que se leen, incluso, haciendo anotaciones en una libreta de taquigrafía, en una tarde, solo dejando el libro para ir al baño, por ejemplo.
En la página 209 cuenta la historia del destape del candidato priista a gobernador de Veracruz en el año 1974, Echeverría presidente de la república, Reyes Heroles presidente del CEN del PRI y Rafael Murillo Vidal jefe del Poder Ejecutivo jarocho.
Y, bueno, la historia resulta interesante, es más, con rasgos parecidos, a lo que hoy se vive con la sucesión del señor Javier Duarte.
EL ALIADO EN LOS PINOS
BALAUSTRADAS: Por ejemplo, escribe Federico Reyes Heroles un diálogo su padre:
“No entiendo la sucesión en Veracruz, que no tiene problemas.
Hay muy buenos candidatos. Está Rafael Hernández Ochoa, Arturo Lorente, y lanzó varios nombres más.
Ninguno tiene problema, pero alguien anda inflando a un tal Carbonell de la Hoz, el subsecretario de Gobierno, del cual tengo información terrible.
Él no puede ser.
Lo lógico era pensar que el gobernador Rafael Murillo Vidal lo inflaba, lo cual era cierto, pero tenía un aliado en Los Pinos.
Pasaron los días, las semanas y la presencia de Carbonell, a quien se le atribuía fomentar grupos de choque, crecía como la espuma en las columnas políticas”.
Tal cual, la coyuntura entre el Veracruz de entonces y ahora está dada como un vaso comunicante.
Punto uno. Hay dos buenos precandidatos, a saber, los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, punteros en la tendencia de la encuesta histórica.
Punto dos. El señor Javier Duarte está inflando a los suyos de igual manera como en el año 2010 Fidel Herrera Beltrán lo infló a él.
Entre ellos, los conocidos, a saber, Jorge Carvallo Junior, Érick Lagos, Adolfo Mota y Alberto Silva.
Punto tres. Si Rafael Murillo Vidal y/o Manuel Carbonell de la Hoz tenía “un aliado en Los Pinos”, de igual manera Duarte tiene otro “aliado en Los Pinos”. Se llama, todo indica, Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación. Y por tanto, también está inflando a los suyos. Primero infló a Salvador Manzur. Luego, a Fernando Charleston junior. Después, a Gerardo Buganza. Más tarde, a Alberto Silva. Enseguida, a Érick Lagos. Después, a Héctor Yunes Landa. Ahora, a Adolfo Mota. Y de nuevo, a Lagos.
Claro, Murillo Vidal nunca dio tantos bandazos como Duarte. Pero, bueno.
REYES HEROLES SE OPUSO A CARBONELL Y RENUNCIÓ AL PRI
ESCALERAS: Federico Reyes Heroles cuenta que una noche entró a la recámara de su papá y don Jesús le dijo que había descubierto el nombre del aliado de Murillo Vidal para inflar a Manuel Carbonell. Era el mismo Luis Echeverría.
“Mañana renuncio a la presidencia del PRI” dijo el padre al hijo.
“Tu maestro te reprobaría, reviró el hijo al padre. Reyes Heroles estaba muy enojado, en Veracruz había un solo problema: Carbonell. Yo, muy teórico, le respondí, tienes que encontrar una forma de arrastrarlo”.
“Al día siguiente sonó el teléfono, y me dijo, ya le encontré la fórmula, me dijo. Me voy, pero con él.
Reyes Heroles le habló a Ángel Trinidad Ferreira, el columnista político estrella con Francisco Cárdenas Cruz en el Excélsior de Julio Scherer García y a ocho columnas en portada fue publicado el siguiente titular: “Yo, como veracruzano, no he votado por Carbonell”.
“La mañana siguiente habló Echeverría, estábamos en casa. Mañana voy a Veracruz para calar los ánimos. Muy bien, presidente, pero si es Carbonell yo me voy.
Un presidente del PRI se oponía públicamente al presidente de la república en lo que fue un duelo público, un desafío a la ortodoxia priista de acatar la voluntad presidencial ciegamente. (Don Jesús) ganó esa batalla. Finalmente se postuló a Rafael Hernández Ochoa, un abogado digno y cauteloso. Pero la espina estaba clavada. Reyes Heroles saldría del PRI”.
Don Jesús renunció al CEN del PRI y a Carbonell se le cayó la nominación, en la que solo duró 72 horas según cuenta su secretario particular de entonces, Ricardo Olivares Pineda.
Tal cual, la coyuntura también está dada. Por ejemplo, ¿se opondrán tanto Manlio Fabio Beltrones como Javier Duarte a la decisión de Enrique Peña Nieto sobre el candidato priista a gobernador, y más considerando el regreso de la presidencia imperial y faraónica a Los Pinos?
¿Cuáles son las razones de peso y de fondo para que Javier Duarte pretenda seguir inflando a los suyos para la candidatura?
La historia, dicen quienes saben, suele repetirse. De Luis Echeverría, Reyes Heroles, Murillo Vidal y Carbonell a Peña Nieto, Beltrones, Duarte y los llamados “Chamacos de la fidelidad, los cuatro diputados federales, que en aquel momento también era Rafael Hernández Ochoa.

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