miércoles, 30 de septiembre de 2015

Con velada y ofrenda floral recuerdan a víctimas del caso Narvarte

Conmemoran en Xalapa dos meses del multihomicidio de la Narvarte. Foto: Fadia Moreno
Conmemoran en Xalapa dos meses del multihomicidio de la Narvarte.
Foto: Fadia Moreno

30 de septiembre de 2015  

XALAPA, Ver. (apro).- Una banda blanca atravesaba la corona de flores luctuosas, en tonos verdes, amarillos y blancos. La frase habla por sí sola y evoca la memoria de Rubén Espinosa, fotoperiodista colaborador de Proceso y Cuartoscuro, asesinado junto con otras cuatro mujeres en un departamento de la colonia Narvarte de la Ciudad de México, el pasado 31 de julio: “Puño arriba, frente en alto”.
Arriba de la corona fúnebre, una enorme fotografía con el rostro de “Rubencillo” recargada en las escalinatas de la catedral metropolitana; en ese retrato el fotoperiodista posa con sus inseparables gafas negras, un naciente bigote y sonrisa dibujada en el rostro, como si hiciera un guiño amistoso a sus deudos.
Esta noche se cumplieron dos meses desde que la activista del movimiento #YoSoy132 Nadia Vera y el fotoperiodista Rubén Espinosa fueron asesinados en la colonia Narvarte, junto a tres mujeres más, por una célula delincuencial, según versiones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), motivo por el que periodistas, activistas y amigos de “Rubencillo” y Nadia se juntaron en la plaza Regina Martínez para recordar su trayectoria.
Fue una ofrenda floral y una protesta silenciosa, donde amigos de ambos colocaron retratos, veladoras y una lona negra con las siluetas del fotoperiodista y la activista con la leyenda que ha dado la vuelta en redes sociales: “Sabemos quién fue”.
La velada de 120 minutos en la plaza Regina Martínez –rebautizada así por comunicadores el 28 de abril– llamó la atención de los transeúntes, quienes se acercaron a observar la ofrenda, algunos incluso encendieron veladoras y otros oraron por el eterno descanso de Espinosa y Nadia Vera.
Algunos estudiantes se asomaban a la ofrenda y entre ellos platicaban que Rubén Espinosa fue un “periodista incómodo” que desarrolló su trabajo por varios años en Veracruz y que gustaba de captar imágenes emblemáticas de los servidores públicos de la entidad, incluido el mandatario priista Javier Duarte.
Incluso, varios coincidieron en que la PGJDF ha difundido versiones inverosímiles sobre el móvil de esos crímenes.
Deploraron que el careo entre los tres presuntos asesinos, Daniel Pacheco Gutiérrez, Abraham Torres Tranquilino y César Omar Martínez Zendejas, aún no se ha llevado a cabo, por lo que queda inconcluso el “grado de implicación” de cada uno de ellos.
Reporteros veracruzanos también lamentaron que la Fiscalía General del Estado y su titular, Luis Ángel Bravo, únicamente se dedicaron a exonerar de cualquier señalamiento al gobernador Javier Duarte y al titular de la SSP, Arturo Bermúdez Zurita.
En la ofrenda floral y velada, organizada por amigos de Espinosa y por integrantes del colectivo Voz Alterna, reporteros y activistas recordaron el legado que dejó “Rubencillo” entre las nuevas generaciones para nunca dejarse seducir por el poder, para ejercer un periodismo libre, sin cortapisas ni miedos, aunque también ser exigentes con su propio trabajo diario.

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