lunes, 3 de agosto de 2015

Secretario de Seguridad Pública, represor número uno de Veracruz: diputado federal electo


•Secretario de Seguridad Pública, represor número uno de Veracruz: diputado federal electo
•“Si me atacan, me voy a defender” aseguraba Rubén Espinoza a los amigos cercanos
“Estoy cansado de enterrar a mis compañeros” asesinados, decía una pancarta en marcha pública en su

Por Rosalía Hernández/blog.expediente.mx

Veracruz, 3 de agosto de 2015.-Rubén ya sabía que lo iban a matar, se encargó de contárselo a la gente más cercana, lo presentía, lo soñaba: "Si me atacan, me voy a defender", aseguró meses antes de que la cacería en su contra se agudizara. Lo vigilaron desde años atrás, su palabra y su visión expresada en la fotografía, siempre fue incomoda.
Lo supo desde que personal de gobierno del estado lo amenazó en manifestaciones el 2012, desde que el 14 de septiembre del 2013 en la Plaza Lerdo lo capturaron y obligaron a borrar sus archivos. Supo que era perseguido cuando paseaba a su mascota, cuando compraba en la tienda Oxxo, cuando trabajaba y descansaba.
El primero de agosto la muerte lo alcanzó, él o los asesinos involucrados acabaron con su sonrisa y su talento. Quedó tirado en un departamento de la colonia Narvarte del Distrito Federal, con los pies atados, con las botas café mineras que siempre traía porque nunca tuvo para comprarse unas mejores.
Rubén Espinosa Becerril, fotoperiodista de la agencia AVC Noticias en Xalapa, y colaborador de la revista Proceso, tuvo esperanza de que al dejar Xalapa y Veracruz estaría a salvo, de que podría vivir hasta ser un anciano coqueto que viajara por el mundo acompañado de su perro y su cámara. Esa era su ilusión, la del salvar su vida con la protección que supuestamente brinda el Estado de México.
Pero no fue así. No sirvió para detener a sus asesinos el protocolo de seguridad que tenía, ni la constante vigilancia de sus amigos y familiares a través de redes sociales y llamadas telefónicas. No sirvió para que sólo basta un minuto para quitar la vida.
"Estoy cansado de enterrar a mis compañeros" mostraron en pancartas decenas de periodistas en la Plaza Lerdo, o Plaza Regina como él quería que se llamara.
Acompañaron a los periodistas activistas, comunidad de la Universidad Veracruzana, el Movimiento Magisterial, el Colectivo por La Paz, ambientalistas, todos aquellos a los que Rubén les brindó un saludo, una plática.
Por supuesto, también estuvieron pendientes los espías del gobierno, los policías viales que tienen en su celular un archivo enorme con la cara de cada periodista que asistió. Hasta dos policías ministeriales retrataron a los asistentes, las pancartas, el luto que no les duele.
Lloraron por él y por el resto de las víctimas. Lloraron hasta que se doblaron las rodillas y los hombros del de junto. No fue suficiente. Lo despidieron con un enorme moño negro y anécdotas de su relación con todos. Algunos soltaron una sonrisa al recordar su frase empleada cuando una mujer guapa pasaba a su lado: "bebeibe".
Estuvieron en el plantón hasta aquellas y aquellos que criticaron su autoexilio, los que lo llamaron protagonista, loco y paranoico. Fueron algunos a protestar, otros a cubrir la nota. Y muchos decidieron no salir de sus casas.
Paco Ignacio Taibo, periodista y escritor, se sumó al contingente que protestaba. Repudió la situación que vive el periodismo en Veracruz, la impunidad que existe y el silencio social ante la agresión.
"Lo que nos queda es exigir justicia. ¿Qué tan imposible es lograr justicia en México? La única manera de ponerle freno a esto es la movilización social (...) Tal parece que ser periodista es traer un tiro al blanco pintado en la espalda".

RUBÉN NO QUERÍA SER UN NÚMERO MÁS

"Desde el 2013 en el Congreso del Estado gritó que él no quería ser el número 11 en aquel entonces, sin embargo nadie lo escuchó, ni el gobierno ni una comisión de protección al periodista" dijo Norma Trujillo, periodista de la Jornada Veracruz.
Norma, cansada y adolorida por ver asesinado a un periodista más, a un luchador, alegre, idealista. Un joven de 31 años que no quería morir.
La periodista recordó que aunque el asesinato haya ocurrido en el Distrito Federal, las amenazas hacia Rubén y el acoso del que fue víctima ocurrieron desde el estado de Veracruz, por lo que ambos gobiernos son responsables de la investigación y de ejercer justicia en el caso.
"Hay que recordar que Rubén tenía interpuesta una denuncia el 14 de septiembre cuando hubo un desalojo de maestros. Hasta la fecha no había resultados al respecto a pesar de que la denuncia se puso ante la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Libertad de Expresión".
Rubén ya había denunciado amenazas e intimidaciones, lo dijo en todo momento, lo gritó y nadie le hizo caso. Nadie en el estado de Veracruz lo pudo proteger.

BERMÚDEZ, SOSPECHOSO DEL ASESINATO: CUITLÁHUAC

El diputado federal electo, Cuitláhuac García, reafirmó su promesa de investigar al secretario de seguridad pública, Arturo Bermúdez Zurita, el que asegura es el principal sospechoso de la represión hacia los periodistas.
El diputado indicó que se exigirá a la Procuraduría General de Justicia una adecuada investigación sobre el caso del asesinato a cinco personas, ente ellos Rubén Espinoza.
Además se buscará fincar responsabilidades por omisión del gobierno del estado. "Aquí la justicia no sirve, aquí hay que ir a otras instancias. En tribuna tenemos que gritarlo, en Veracruz tenemos un gobierno asesino".
Cuitláhuac García retó al resto de diputados federales a mostrar su representación popular exigiendo justicia por los casos de asesinatos, ataques y desapariciones hacia activistas, estudiantes y periodistas de Veracruz.
"Hay una mano siniestra en el gobierno, seguridad pública no garantiza protección. Además se hizo pública la amenaza y no actuaron, eso quiere decir que hay complicidad por lo menos".
En Oaxaca, en el D.F, en diferentes municipios del estado de Veracruz los periodistas se manifestaron con dolor. Pidieron justicia y esclarecimiento del asesinato del fotoperiodista Rubén y las cuatro mujeres halladas con él.
A partir de ahora, "su lugar" en las escaleras del edificio Nachita va a estar vacío. No habrá más colillas de cigarro dejadas por él. No va a salir corriendo para documentar una manifestación. Rubén ya no hará periodismo. México se quedó sin una voz de lucha. (Tomado del Piñero de la Cuenca).

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