miércoles, 4 de marzo de 2015

Yo sí entiendo a Javier Duarte

SUMARIO
Marzo 4, 2015

Yo sí entiendo a Javier Duarte. A propósito de la SIOP que duró dos meses sin titular, entiendo que su caballada (su gobierno pues) está, no flaca, en los puros huesos. No hay de dónde echar mano.
Y lo entiendo porque yo tengo el mismo problema en una pequeña empresa periodística que tengo lejos de aquí. Casi no hay periodistas allá, hay dos o tres, pero hay seis periódicos locales, le toca medio periodista a cada periódico. Más los portales, páginas web y blogs, cada persona que se siente periodista tiene uno. Eso más el noticiero de una estación de radio, más las corresponsalías de los periódicos estatales que se editan en Guadalajara
Hay muchos sedicentes periodistas, eso sí, pero son sólo pasquineros, centaveros, que “reportean” en bola y desde la oficina de comunicación social de la presidencia municipal, que se pasan el dato o el boletín de unos a otros y todos llevan lo mismo a su redacción, y que hacen fila cuando saben que llega a la ciudad algún político que les reparte de a cien o doscientos pesos a cada uno. De esos hay muchos, periodistas pocos, se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos.
Llevo años batallando con ese problema (el de la falta de reporteros), he tratado de formar a alguno, de que aprenda alguien nuevo, y cuando más o menos se logra se lo llevan de otro periódico y le pagan más, donde igual no les dura porque pronto se echa a perder, se vuelve mañoso, centavero, extorsionador y lo tienen que correr. Y así andan rodando muchos de periódico en periódico, ahorita están en uno, al rato están en otro y al cabo de unos meses ya les dieron la vuelta a todos y vuelven a empezar, yo mismo les he tenido que dar una segunda oportunidad a más de uno porque no hay quién traiga las notas. Finalmente encontramos a uno bueno para la nota roja, no redacta muy bien pero está mejorando cada día. Y estamos tratando de formar a otro para la información general, que redacta bien pero no le gusta reportear, lo andamos arreando, porque lo que tenemos actualmente deja mucho que desear. Pero así están todos, mal de muchos, dicen…
Y así está el gobierno del Estado de Veracruz, ni más ni menos. Con excepción de Gerardo Buganza no hay mucha tela de dónde cortar. Se ha tenido que correr a algunos y se les ha tenido que admitir de nuevo, o incluso se les ha vuelto a llamar. Salió Francisco Valencia de la SECOM (donde Raúl Zarrabal hizo de las suyas) y se tuvo que sacar de la Secretaría de Gobierno a Buganza para mandarlo a esa dependencia a meter el orden, en su lugar se nombró a Erick Lagos, que había dejado antes la Subsecretaría para dirigir al PRI; al dejar éste regresó Lagos como Secretario de Gobierno, luego se fue de candidato a diputado federal por Acayucan y se tuvo que regresar a Gerardo Buganza a la Secretaría de Gobierno porque no hay más, es el único funcionario de primer nivel que sabe lo que hace. Y se quedó la SIOP acéfala.
En la Secretaría de Finanzas comenzó el sexenio Tomás Ruiz, un funcionario de la más alta clase social, pagado de sí mismo, tejido a mano, quien sintió que el Estado de Veracruz le quedaba chico, se le hacía poco el mar para echarse un buche de agua y renunció al cargo, se nombró en su lugar a Salvador Manzur, quien tuvo que ser despedido por mapache, lo relevó Fernando Charleston, quien no aguantó mucho en el puesto, que porque estaba enfermo, según, o porque nadie puede administrar una Secretaría de Finanzas donde no hay dinero que administrar, y llegó finalmente Mauricio Audirac. Bueno pues anoche por fin regresó Tomás Ruiz, pero ahora a la SIOP (antes SECOM).
Se corrió del gobierno por supuestos malos manejos en la SEV a Edgar Spinoso y a Gabriel de Antes, y ahora se les rehabilita, el primero va como candidato a diputado federal por Martínez de la Torre (y va a ganar porque lo que sobra es lana) y el otro ya es secretario del Trabajo. Las transas quedan en el olvido. Se movió a Gina Domínguez de Comunicación Social y se trajo a Alberto Silva, que ya se fue de candidato a diputado por Tuxpan y llegó en su lugar Octavio Pavón. Y así por el estilo, se tuvo que correr a Ranulfo Márquez como delegado de la SEDESOL, por mapache también, y poco después regresa como secretario de Desarrollo Social en el Estado. Como en mi pequeño periódico en Jalisco, en el gobierno de Veracruz se destapa un hoyo para tapar otro. Yo entiendo al gobernador Javier Duarte, no hay talento en su gobierno, no hay honradez, no hay eficiencia, no hay de dónde jalar… Con sus excepciones claro está.
Sin embargo mi periodiquito sigue compitiendo y con ventaja, se sigue vendiendo y se sigue leyendo, contra viento y marea ha salido adelante. Del gobierno de Veracruz opine usted si sigue compitiendo…
Lo que puedo afirmar es que yo sí entiendo al doctor Javier Duarte de Ochoa porque tengo el mismo problema. No se comparan las instituciones desde luego, el periodiquito es pequeño, el gobierno de Veracruz en grande, pero el problema es el mismo, no hay de dónde echar mano, por eso hay que reciclar y aceptar lacras a veces. En fin, le deseamos mejor suerte en el final de su sexenio, la va a necesitar.

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