viernes, 11 de abril de 2014

Yunes Landa forma su PRI…



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Hectorizan agencias municipales
• Ahora o nunca ha dicho…

Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz.  10 de Abril de 2014
 I De acuerdo con las versiones, y mientras desde el gobierno de Veracruz viven obsesionados con satanizar a Héctor Yunes Landa (igual o peor que a los Yunes azules, innecesario clavo ardiendo en la mano y en las neuronas y en el hígado), el senador sigue integrando un PRI paralelo a imagen y semejanza para el año 2016.

Por ejemplo, ahora que están renovando las agencias municipales de norte a sur, también se están Hectorizando, dejando la marca de casa en cada elección según asegura el politólogo Carlos Ronzón Verónica.
Incluso, advierte que con “unos cinco loquitos que en cada demarcación existan alineados alrededor de Yunes Landa” será suficiente para sublevar al pueblo.
Así, habría de cumplirse la profecía de Tito Monterroso con el cuento más corto del mundo y parafraseando se diría que “cuando los otros despertaron… la candidatura priista ya la tenía amarrada”.
Según el profe, hay un Yunes Landa antes y después de un tiempecito, como lo testimonia el hecho de que pareciera estar asesorado por gente experta en la materia preelectoral y electoral, con años metidos en las sucias y limpias cañerías de la política, algo así, digamos, como un Fidel Herrera.
Claro, si tal hipótesis pudiera aproximarse a la verdad, todo mundo sabe que el góber fogoso tiene otro candidato para el 2016 y se llama Érick Lagos Hernández, secretario General de Gobierno.
Pero en fin, y aun cuando cada quien puede soñar como quiera, los hechos apuntan hacia tal destino.
II
Poco a poco, pian pianito, el senador rijoso y peleador callejero del PRI está Hectorizando a Veracruz como parte de otro paso firme y seguro hacia el 2016.
Desde luego, dice Ronzón, ninguna duda hay de que desde una zona del poder lo están financiando, y con todo, pues bastaría llevar una bitácora de sus movimientos y acciones para seguir la pista al capital político y empresarial atrás de su legítima aspiración.
Y por eso mismo, la llamada Hectorización de las agencias municipales, pues al final del día son las que en cada comunidad indígena, rural, suburbana y urbana mueven el pandero en unas elecciones.
III
El politólogo graduado en la Universidad Complutense de Madrid advierte lo siguiente: Mientras Héctor Yunes va ganando en la encuesta, en el cariño de la cúpula priista del altiplano, el senador José Yunes Zorrilla se mantiene en primer lugar.
En todo caso sería, digamos, cuestión de enfoques.
Por lo siguiente: La Diosa Encuesta mide la temperatura política, social y electoral por un día. Mejor dicho, por un instante, en el momento de la entrevista, de la copia.
Y aun cuando pudiera convocarse el comportamiento histórico de una encuesta, se trata de excepciones en caso de perfilar un ganador.
Por ejemplo, las casas encuestadoras daban como un hecho que Enrique Peña Nieto ganaría la elección presidencial entre un 15 al 20 por ciento, y apenas y la ganó en las urnas con un 5 por ciento.
Pero en fin, todavía correrá demasiada agua debajo del puente…, para en todo caso, invertir los factores, y/o en su caso, mirar con claridad el destino de Héctor Yunes, quizá, acaso, el más activista de todos, pues sabe, está consciente, de que entre “Los niños de la fidelidad” tiene bloqueado el camino y sólo le resta abrirse paso en la encuesta y amacizarse, de ser posible, en Los Pinos, en el CEN del PRI, en el gabinete político presidencial.
IV
Nunca como ahora en la historia local la elección de un candidato a gobernador se ha anticipado tanto.
Es más, desde hace un ratito los albureros del café han renunciado equis número de veces a Javier Duarte y hasta un cargo público le han configurado en el gabinete peñista.
Es más, hasta ungieron a Héctor Yunes como el góber sustituto a quien correspondería llevar la campaña del senador Yunes Zorrila al 2016.
Y Duarte, como el dinosaurio de Monterroso, ahí sigue.
Pero, bueno, mientras tanto la historia sigue armándose como el modelito que lleva el título de una novela del cronopio Julio Cortázar.

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