sábado, 8 de octubre de 2011

El PRI. . . . . partido de las tres mentiras . . . .




Columna: CLAROSCUROS


Por José Luis Ortega Vidal



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El Partido Revolucionario Institucional en Coatzacoalcos corre el riesgo de convertirse en el partido de las tres mentiras:

a) No ser Partido
b) No ser Revolucionario y
c) No ser Institucional

El 9 de marzo del 2011, el líder ferrocarrilero Vicente Ramón Uscanga renunció a la dirigencia municipal del PRI en la antigua ciudad de Puerto México.
Al cargo, don Vicente había arribado apena un mes y pocos días antes: el 1º de febrero de este mismo año, en sustitución de un muchacho de ejercicio político gris y de nombre Juan de Dios Sánchez Abreu.
A la renuncia de Ramón Uscanga ha seguido un abandono del PRI coatzacoalquense.
El Secretario de Organización de su Comité Municipal -el regidor Salvador Hernández Castro- era el sustituto natural en una dirigencia municipal acéfala y urgida de una mano eficaz, pero sobre todo comprometida con lo que el PRI representa en términos políticos.
Sin embargo, bajo la añeja costumbre de que “al nopal nomás se le visita cuando da tunas”, el regidor Hernández Castro dijo NO a la idea de quedarse como nuevo Presidente Sustituto del PRI.
Ya convertido en edil, ya logrado su más reciente afán por el poder, el partido tricolor le representaba trabajo, compromiso, problemas, y el pupilo de Ramón Hernández Toledo optó por quedarse al margen; en espera de que otros solucionen las necesidades de un partido que luce abandonado, desdeñado, sin rumbo fijo ni dirección y con riesgo de perder durante el 2012 –una vez más- las elecciones federales.
Es curioso, pero al PRI de Coatzacoalcos no lo mantienen fuerte su liderazgo, su trabajo permanente por la militancia ni la defensa firme de los ideales que plasma en sus estatutos.
No, nada de eso; hoy el PRI de Coatzacoalcos luce un poco fuerte debido a la debilidad de sus rivales.
No es, siendo más precisos, un partido fuerte; sino un partido menos débil.
Ante un PRI sin cabeza, el PAN de Coatzacoalcos se encuentra peor.
Y el PRD, de plano, es una suerte de fantasma que se asoma por el callejón de las monjas, o por las noches frescas del malecón, o en las escasas dunas que sobreviven a tanto crimen ecológico en esta bella ciudad.




(2)



Y lo que hay que ver: a la penosa renuncia de Vicente Ramón Uscanga, al desdén ingrato de Salvador Hernández Castro, se ha sumado un hecho dramático.
Luego del liderazgo infiel de Víctor Pulido en la CNOP -un regidor que presume en su puesto el logo del PRI, pero que todos saben que llegó a esa posición gracias a su trabajo a favor de la candidatura panista de Gonzalo Guízar- el pasado 11 de septiembre se registró y eligió a Vicente Peyreffite como el nuevo responsable municipal del sector popular del PRI de Coatzacoalcos.
Y hoy, cuando el PRI podría estar a punto de cumplir un mes con el primer líder que da la cara y se avienta a trabajar por un sector de su partido, estamos a casi tres semanas de la desaparición del señor Peyreffite.
Su familia no ha denunciado, pero se han desplegado comunicados en la prensa local pidiendo apoyo a quienes tengan datos para localizar al líder de los tortilleros locales y ahora nuevo titular de la CNOP.
¿Y qué hacen las figuras que ocupan puestos públicos o representan a los sectores del PRI de Coatzacoalcos para buscas a su compañero de partido?
No se sabe que hagan algo.
Por eso el riesgo ya referido.
El PRI en Coatzacoalcos, sin cabeza y con un reciente líder de la CNOP desaparecido, se aprecia como una fuerza política a punto de convertirse en el partido de las tres mentiras:
a) No ser Partido, porque más bien se nota partido; muy partido…
b) No ser Revolucionario, porque si alguna vez la Revolución viajó en los trenes, hoy por los trenes viajan las renuncias
c) No ser Institucional, porque la solidaridad es uno de los valores fundamentales de toda Institución y en el caso del nuevo líder de la CNOP que está ausente; no se aprecia apoyo alguno de los hombres y mujeres que gustan de hacer política busca-huesos, pero desdeñan la política de lucha, de ideología, del brazo a brazo que pugna por las transformaciones sociales.
Políticos así, alguna vez existieron y son los que crearon organismos como el PRI, como el PAN y aun como el PRD.
Pero hoy, la política sureña luce fantasmagóricamente descabezada.

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